CAPÍTULO IV

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NEW YORK CITY

Un león enjaulado de mirada verde que respondía al nombre de Lauren Michelle Jauregui, daba vueltas sin sentido en su oficina. El golpeteo de sus tacones contra la duela provocaban un estridente sonido que solamente conseguía ponerla de peor humor. Si es que eso era posible.

En ese instante la puerta se abrió...

-Te he dicho como un millón de veces que no entres sin tocar- Reprendió furiosa a Vero.

-Te calmas, Jauregui, que yo no soy una de tus esclavas a las que puedes amedrentar con tu cara de orto, te recuerdo que tus ojos de vampiro depredador no surten efecto conmigo-

-¿Puedes callarte?- Fue interrumpida por la poseedora de tan mencionada mirada color esmeralda -¿Que averiguaste?- Se frotaba las manos visiblemente ansiosa

-¿Cuál noticia quieres escuchar primero...La mala o la peor?-

-No seas idiota, Verónica, me estoy arrancando las cutículas con los dientes por los nervios y tú tienes que salir con tus estupideces- Le ordenó que hablara inmediatamente y su mejor amiga obedeció.

-Pues Alejandro sigue en urgencias, el pronóstico del médico es bastante reservado, pero dicen que si el infarto no fue fulminante lo más seguro es que la libre, aunque bueno, nunca se sabe- Le guiñó un ojo como tratando de suavizar su reacción.

-¿Acaso hay algo peor que supere el hecho de que Cabello esté vivo?-

La Directora de Recursos Humanos asintió. -La hija pródiga, la que vive en Londrés- Le aclaró  - Llegó ayer-

-¿Camila está aquí?- Preguntó Lauren boquiabierta. Realmente la había visto si acaso tres veces en su vida y eso fue como diez años atrás, pero daba por hecho que la hija mayor de los Cabello nunca regresaría.

-El radiopasillo está a todo lo que da...- Se encogió de hombros - Ya sabes que yo me entero de todo, y dicen que es aún más sexy que en las fotos-

-¿De qué fotos estás hablando?- En momentos como ese, Lauren se cuestionaba duramente a sí misma por haberle dado un puesto de tanto peso en la Empresa a alguien como Verónica Iglesias, ninfómana y despreocupada.

-De las que sube a Facebook. ¡Dios tiene una carpeta llamada Gatsby-Fiestas! Ella sí que tiene estilo para divertirse-

-¡VERONICA IGLESIAS!- La histérica de Lauren Jauregui lanzaba gritos -¿Me estás diciendo que la hija de Cabello y tú son amigas en Facebook?-

A decir verdad, Vero disfrutaba sobremanera cuando la vena de su mejor amiga tomaba un intenso relieve y color sobre su sien -No creo que a lo nuestro se le pueda llamar amistad, Laur, no te pongas celosa- Se encogió de hombros -De hecho nuestra interacción se limita a darle like a alguna de sus fotos, no más, pero es que ¡Dios! si no fueses asexual me entenderías, ella es tan caliente-

Lauren respiró hondo. ¿Qué otra le quedaba? Bueno, contar hasta 30 siempre es una opción, y si no te funciona pues entonces puedes contar hasta el 100, pero lidiar con Vero era todo un reto. -Si tan sólo por cada vez que te tocas pensando en su hija, Alejandro perdiera un año de vida...Yo estaría encantada con ese crush que tienes tú con Camila-

-Es una lastima que mi amor platónico esté taken, sobre todo ahora que podré conocerla en persona-

-¿Está casada?- La mujer de mirada verde y penetrante levantó una ceja. Aparentemente, Camila comenzaba a causarle curiosidad

-¿Casada? ¿Bromeas?- La Directora de Recursos Humanos soltó a reír -Ella es de mi equipo...¿Si me entiendes...No?- Explicó soplándose en la mano como si estuviera secando sus uñas.

-¿Quieres decir que a ella le van las chicas?-

-Acertaste- Le guiñó un ojo -Pero como te dije, se dejó atrapar por una rubia carente de toda gracia, es más, le da un aire a Chucky-

Jauregui rió para sus adentros. En verdad le causaba gracia que Alejandro Cabello siendo un hombre tan conservador y respetable tuviera una hija lesbiana, que encima de todo había caído enamorada por un muñeco diabólico, pero no le daría el gusto a Vero de soltar la carcajada y festejarle sus estupideces. -Por cierto...¿De dónde demonios sacaste que soy asexual?- Preguntó haciéndose la indignada. Eso era una gran mentira...

¿Lo era? ¿Hacía cuánto tiempo que no tenía sexo? Ni siquiera era capaz de recordarlo.

-Ocho meses, Lauren, Ocho meses sin tener sexo te convierten automáticamente en un ser asexual-

-¿Cómo coños...?-

Pero fue interrumpida por la voz de su mejor amiga. -¿Cómo coños supe que estabas haciendo cuentas de tu último polvo? ¡Dios, Lauren, te conozco desde que teníamos 5 años! Puedo leer tu mente- Afirmó con suficiencia

En ese momento sonó el móvil de la Co-Presidenta de "C.J. PLATINUM COLLECTION, INC." Y por la expresión de su rostro al atender la llamada de su padre, Vero supo exactamente lo que sucedía: Alejandro Cabello se encontraba estable y fuera de peligro.   

-¡Mierda!- Soltó un ligero golpe sobre el escritorio de cristal triplemente templado tras cortar la comunicación con Michael Jauregui.

-¿Qué hago con la corona de flores que ordenaste? ¿La cancelo o la donamos a alguna persona sin recursos para un funeral digno?- Tal vez no lo pareciera, pero Veronica Iglesias tenía un corazón de buen tamaño, aunque se tomara la vida tan a la ligera.

Pero Lauren negó con el dedo índice.

-¡Mándalas al Hospital!- Tuvo la genial idea. Sus ojos brillaban como los de un niño pequeño que acaba de hacer una gran maldad
-Vamos a hacerle pasar un mal rato a Sinu Cabello, sabes que no la soporto-

-¿Estás consciente de que ya no estamos en el Instituto cierto?-

-¿Quién es la amargada ahora, Vero? Acabo de tener un mal día y no me gusta ser egoísta, así que quiero compartirlo con alguien más...-

Ambas soltaron una carcajada.

Esa era la Lauren Michelle Jauregui que Vero adoraba, la que se había hecho su mejor amiga, la que cuando eran adolescentes la convencía para escalar a la azotea de su casa para lanzarles piedras a los autos con una resortera. -¿Qué quieres que diga la tarjeta?-

-¡Mis más sentidas condolencias a la Familia Cabello desde Londres!-

-Me excita el modus operandi de tu mente maquiavélica, ¿Te imaginas, que piensen que fue Chucky quien la mandó? Sería genial-

-Sería genial- Aprobó Lauren frotándose ambas manos como lo haría cualquier dibujo animado que quisiera representar a un pequeño demonio.

Sí, sería genial arruinarles la luna de miel a ese par. Suspiró en completo silencio. Por alguna razón el hecho de que Camila quedara soltera le gustaba.

¿Por qué? Por el puro placer de joderle la vida a otras personas.

Sí, seguro era eso.

MISIÓN, VISIÓN, VALORES Y OBJETIVOS DE UNA EMPRESA NO CUMPLIDOS. (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora