MISIÓN, VISIÓN, VALORES Y OBJETIVOS DE UNA EMPRESA NO CUMPLIDOS. (CAMREN)

CAPÍTULO XIX

Ariana lavaba un par de platos y vasos de cerámica en color rojos que habían sido previamente utilizados para comer emparedados y beber té helado que ella misma había preparado.

-Así que llegó tu cena y literal te quedaste sin probarla- Ariana se burlaba ante el relato de Camila sobre lo que había sucedido en el Penthouse de la temible Lauren Jauregui.

-Si ese timbre no hubiera sonado...- Camila resopló con frustración sexual -...Te juro que le habría desgarrado la ropa, es que no sé, verla así, tan desprotegida, tan vulnerable...¡Pfff! Me pone...-

-¿Me estás diciendo que te excitas como un animal viendo sufrir a Lauren Jauregui?- Su mejor amiga echó a reír.

-¿Qué...Acaso crees que eso me convierte en una pervertida?- Preguntó con indignación mientras se dejaba caer en el sofá rojo bebiendo un sorbo de su copa con tinto.

-Nos conocemos desde hace casi diez años, wifey y ambas sabemos que siempre has sido una pervertida. Aún recuerdo cuando recién nos mudamos juntas y metiste a aquella pelirroja con tetas espectacularmente operadas...-

-En mi defensa diré que ella siempre defendió su postura de que eran naturales y realmente se sentían naturales al tacto- Camila se puso seria como tratando de recordar aquello más detalladamente, ¿Eran reales, cierto?

-Bueno con tetas reales o falsas...Mi punto es...¡Cuando ella se marchó encontré bolas tailandesas anales en el living!- Aún se escandalizaba al rememorar aquella anécdota.

-Siempre me ha gustado probar de todo...- Se encogió de hombros -...Y a ella le encantaban mis sugerencias así que...-

-La cuestión aquí es que eres una pervertida, Camila Cabello-

-Y no lo niego, pero con Lauren todo es diferente-

-Claro que es diferente porque ella realmente te atrae, basta ver cómo la miras para darse cuenta, ¡Dios, ustedes dos son tan obvias!-

-¿Crees que a ella le suceda lo mismo conmigo?- Preguntó con la típica inseguridad que experimentas cuando mueres por alguien y tienes miedo de estar haciendo el ridículo y necesitas de tu mejor amiga para que te obligue a poner los pies sobre la tierra.

Y Ariana era esa mejor amiga. Era la persona en quien más confiaba.

Ariana era más que una hermana, era como una especie de alma gemela pero no en cuestión de pareja. Su vínculo con ella era inexplicable, mucho más para aquellos que jamás han experimentado una amistad así: Tan pura y verdadera.

Ariana podría decirle a la cara que era una perra pervertida y mala hija y mala hermana, pero también estaba allí siempre, para abrazarla justo en el ojo de la tormenta.

Nunca se cansaría de preguntarle al creador qué diablos había hecho bien en sus otras vidas para merecer tener a alguien como ella a su lado.

-No preguntes idioteces, Camila- La susodicha la reprendió. -Lauren Jauregui no puede cerrar la boca cuando te ve, babea peor que un caracol, hasta Vero me lo confió el día que fuimos a probar mi carro y me dio el recorrido nocturno por todo New York-

-Pues es que tengo miedo de estarme volando con ella y que mañana me salga con un "Aún estaba en shock, no sé dónde tenía la cabeza cuando correspondí a tu beso, pero no te confundas, Cabello, a mí no me van las chicas"- Imitó la voz ronca de Lauren mientras recreaba sus fantasías catastróficas más profundas.

Pero sus miedos fueron interrumpidos cuando su móvil vibró.

-Es Lauren- Le informó a Ariana empapando la pantalla del móvil con su propio sudor debido a los nervios que le provocaba leer el mensaje.