CAPÍTULO XXV

28.9K 1.9K 1K
                                    


-Regresa conmigo, Camila, me estoy muriendo con la sola idea de que no podré besarte de nuevo- Sus lágrimas caían sin control.

La morena la miró desde el sillón, realmente quería levantarse y correr a sus brazos, pero no, ese sentimiento no podía ser sano.

Querer a esa mujer solamente le acarrearía más sufrimiento y desengaños. -Lo siento, Lauren, yo...Yo no puedo pasar por alto lo que hiciste-

-Al menos dime que lo vas a pensar- Abandonó el banquillo frente al piano y la encaró -No me niegues la oportunidad de estar contigo-

-No tengo nada qué pensar, es verdad que apenas hace unos instantes tuve un momento de debilidad pero no quiero tener más trato contigo que el estrictamente profesional- Aclaró con toda la frialdad que fue capaz.

-Estás tomando la ruta equivocada, tú sabes perfectamente que ese no es el camino capaz de conducirte de regreso a casa-

-Tal vez no me interese sentirme en casa, ya lo intenté, me dejé llevar por la fantasía de que tú podrías ser ese hogar que tanto había estado buscando y terminé con el corazón roto, así que la decisión está tomada-

-No te creo, no te creo nada- Entonces Lauren la abrazó con fuerza como si le gritase desesperadamente que no la dejara -Aún puedo sentirte temblar en mis brazos- Pero su tono no era de arrogancia, era de completa sumisión -Quédate conmigo-

-No, Lauren, de hecho vine a pedirte que por favor, te quedes al cuidado de la Empresa, que seas ama y señora como a ti te gusta, mientras yo viajo para Detroit-

-¿Qué? ¡Pero ese viaje lo íbamos a hacer juntas!-

-Pero las cosas cambiaron, además es mi proyecto y tú lo aprobaste, así que no te necesito allá, haces más falta en el corporativo y aquí mismo, pasando tiempo con tu hermana-

-Está bien- Agachó la cabeza -Le diré a Vero que vaya contigo para que me mantenga al tanto de lo que vaya aconteciendo por allá, No quiero que viajes Sola y supongo que dejarás a Ariana a cargo de tus asuntos- Aceptó amargamente conteniendo la caída de más lágrimas.

-Supones bien- Camila tomó su bolso y se encaminó con rumbo a la puerta de salida -Yo ya me voy, dile a Taylor que a mi regreso del viaje paso a visitarla-

Lauren enmudeció.

Nunca pensó que perdería la cabeza por una mujer. Ella de verdad creía que su arrogancia era mucho más fuerte, pero justo ahora, todos sus muros de piedra construidos alrededor de sus sentimientos se estaban cayendo a pedazos.

Y no. No iba a quedarse de pie como una imbécil observando cómo la felicidad se esfuma por la puerta de tu propia casa, no si puedes hacer algo para que se quede.

Corrió tan rápido como no lo había hecho nunca y alcanzó a Camila justo cuando estaba abriendo la puerta del auto para abordarlo.

-¡CAMILAAAA...- Gritó Lauren agitada por su carrera -Por favor...Me gusta como soy cuando estoy contigo, no quiero volver a ser la Lauren de antes, por favor...- Se aferró con fuerza a su espalda, intentando abrazarla.

Pero la morena se soltó.

-Vete de aquí, Lauren, pensé que había quedado claro que tú y yo juntas no dábamos para más, no entiendo qué estás buscando porque en verdad me haces daño-

-Camila, escúchame, ¿Tú de verdad crees que todo esto es un montaje para manipularte? ¿Tú de verdad crees que se pueden fingir las miradas? ¡Ni siquiera el Gran Danés que tiene mi padre lo mira con tanta ternura cuando tiene hambre, ni siquiera ese perro cuando suplica por un poco de comida, lo mira como yo te miro a ti!- Lauren se encontraba completamente desesperada -No te atrevas a decirme que lo que siento por ti no es real-

MISIÓN, VISIÓN, VALORES Y OBJETIVOS DE UNA EMPRESA NO CUMPLIDOS. (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora