CAPÍTULO XL

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Los jardines de la Mansión Cabello nunca habían lucido tan hermosos y elegantes.

La iluminación era increíble.

El cielo brillaba en todo su esplendor y las estrellas se reflejaban en la piscina, mientras que la variedad de colores en las flores eran espectaculares.

Al menos así se apreciaban desde el cristal de la ventana, en el que alguna vez fuera el dormitorio de la mayor de las hermanas Cabello.

-Ariana y tú hicieron un estupendo trabajo con la decoración- Alejandro palmeó orgulloso la espalda descubierta, culpa del diseñador del finísimo vestido que llevaba su hija. No podía dejar de pensar en lo hermosa que era Camila y en lo afortunada que sería esa rubia de ojos azules que había entrado a su lado, sujetando su cintura -Así que ella es la responsable de que ese corazoncito se acelere cada vez que te palpita- Intentaba ganarse la confianza de su hija y creía que esa sería una oportunidad inmejorable.

-No precisamente- Camila negó secamente. Jamás se había sentido del todo cómoda hablando de amor con su padre, quizás eran por sus preferencias sexuales o quizás era por el hecho de que nunca antes se había enamorado...Hasta ahora.

-Escuché que viajó desde Londres sólo para verte-

-Digamos que fuimos pero ya no somos-

-¿Tuvo algo que ver tu viaje no planeado a New York?- Preguntó con un dejo de sentimiento de culpa en sus palabras.

-Tal vez hubo algo de eso, pero de todas maneras estaba destinado a no funcionar, ahora estoy concentrada haciéndome cargo de tus hoteles y bueno...Ésta última semana anduve como loca con ésta fiesta-

-Tu madre está feliz, Conseguiste planear la fiesta de sus sueños y sobre todo hacer que el jardín luciera como nunca-

-Y para ella lo más importante es que Clara Jauregui muera de la envidia por tener un jardín más bonito que el suyo-

-Mujeres- Suspiró Alejandro.

-¡Oh, No!, no todas las mujeres somos así, te lo aseguro-

-Estoy seguro de ello, algunas son peores, ahí tienes a Lauren Jauregui-

Camila sintió un dolor en el pecho al escuchar ese nombre, un dardo envenenado atravesado en su pecho la oprimía y por un segundo creyó que no podría respirar. -Es una perra, lo sé-

-Y sin embargo has sabido mantenerla a raya, en verdad admiro tu carácter y entereza. Cualquiera en tu lugar habría salido corriendo-

-Soy un hueso duro de roer- Le dijo mientras acomodaba la corbata de su padre y le ajustaba el nudo.

-De sobra sé que una vez que el médico me de el alta por completo tú seguirás con tu vida en Londres-

-Quizás no es el mejor momento para hablar de ello, ésta noche es sumamente especial para mamá y para ti, así que no permitas que absolutamente nada la empañe-

-Entonces me das la razón...Te irás- El tono de su voz era triste.

-Me haré cargo de tus negocios hasta que el médico te permita volver a la Empresa, así que debes estar tranquilo- Acarició sus mejillas, no quería lastimarlo, odiaba esa expresión de tristeza en los ojos de su padre.

-¿Bajamos?- Le ofreció su abrazo protector y fueron escaleras abajo.

Camila salió al jardín para encontrar a Taylor bebiendo una copa de champaña a solas en la mesa. Ariana se había sentado en otro sitio acompañada de Lucy, Taylor Jauregui y muy arrégañadientes, de Vero.

MISIÓN, VISIÓN, VALORES Y OBJETIVOS DE UNA EMPRESA NO CUMPLIDOS. (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora