MISIÓN, VISIÓN, VALORES Y OBJETIVOS DE UNA EMPRESA NO CUMPLIDOS. (CAMREN)

CAPÍTULO LXXXV

CAPÍTULO 85 FINAL 1/4

2 SEMANAS DESPUÉS.

NEW YORK CITY.

Un furioso relámpago iluminó la penumbra.

El furioso estruendo azotó la calma que se respiraba en la habitación.

Ariana despertó de un sobresalto, haciendo que el sueño de Elizabeth también se viera interrumpido, ya que la ojiazul se había quedado dormida envolviendo entre sus brazos el cuerpo desnudo de su prometida.

-¿Todo bien?- Preguntó adormilada pero dulcemente, abrazándola aún más fuerte como si quisiera protegerla de cualquier cosa que pudiera estar perturbando a su chica.

La joven de ascendencia Italiana asintió. -Sólo fue una pesadilla, supongo-

-Hey, preciosa- Liz encendió la lámpara que se hallaba sobre la mesilla de noche del que había sido su apartamento meses atrás -Estamos juntas y nada malo puede pasar...¿Recuerdas? Juntas somos invencibles- La confortó al sentirla temblar.

-Lo sé- Ariana escondió su cabeza en el cuello de su futura esposa -Lamento haberte despertado- Susurró avergonzada -Es que...Entonces sacó la cabeza de su escondite de una manera adorable -Hoy es el día de mi boda...¿Sabes? Y creo que estoy un poquito nerviosa-

-¿La egocéntrica y simplemente mujer más perfecta del universo está nerviosa?-

-Deja de reírte, idiota, se supone que el día de nuestra boda debería ser el más feliz de nuestra vida y mira nada más la tormenta que está azotando la ventana-

-¿Y es eso tan malo?-

-Pues claro que sí, estoy segura haber leído en algún lugar que eso es de mala suerte-

-A mí más bien me parece que las nubes se pusieron de acuerdo para asistir a nuestra boda y las muy cursis se pusieron a llorar de felicidad-

Ariana sonrió como idiota -¿Y cómo es que estás tan Segura?-

-Porque aunque allí afuera esté lloviendo a cántaros, sé que tú yo juntas podemos quemar el cielo-

-Te amo- Sonrió -Y amo esos estúpidos ojos azules que tienes porque haces que me pierda en ellos y te diga a todo que sí-

-No fue idea mía que nos quedáramos a vivir en Londres- Objetó Gilles.

-Lo sé, pero no podemos dejar a Camila sola al cuidado de Olly, Matt y la Tabla- Refunfuñó Ariana.

-Claro que no, amor, no permitiremos que Cabello cometa más estupideces- Respondió al darse cuenta de que su novia ya no temblaba
-Pero recuerda que tenemos que venir a visitar a Papá Liam una vez por mes-

-Dalo por hecho, Yo necesito correr mi Masserati rojo al menos una vez por mes-

-Siempre y cuando no conduzcas al revés- Le advirtió preocupada.

Preocupación que se tornó en risas contagiada por su prometida.

Era un hecho, Ariana Grande siempre representaría un peligro al volante para los habitantes de New York.

••••••

Horas más tarde...

El jardín de la Señora Hansen había sido el elegido para llevar a cabo la Gran Fiesta.

Ariana nunca pensó que se vestiría de blanco, vaya, ni siquiera imaginó que algún día se enamoraría tan perdidamente, al punto que daría el gran paso hacia un altar, convirtiéndolo en el día más feliz de su vida.