El poder de una manada

Capítulo 3

No es la primera vez que este afrutado olor llega a mí. Hace como unos tres siglos ya, cuando lo olí por primera vez. Estaba en Pensilvania ayudando a una manada de lobos precisamente, en cuando terminé y estábamos por salir de su territorio, no lo vi ni siquiera olí su esencia en sí, pero por el camino encontré una rama ligeramente manchada con sangre. Era su sangre. Luego hace unos años, unos 4 o 5 años, también capté su esencia pero nunca muy cerca.

Esta es la primera vez que lo capto tan cerca, está en la ciudad. No sé exactamente donde pero la persistencia de su fragancia llega a mí con constancia. Y esta vez, tenía la ligera sensación de que nos íbamos a encontrar.

Y todo tenía sentido. Cada vez el Dios del Mal conseguía subyugar seres naturales a su banda, al igual que amenazaba a otros. La Tierra cada vez se encuentra más débil, así que es la oportunidad perfecta para dar un fuerte golpe.

Pero él nunca habrá captado mi olor. Para cualquier ser que sea capaz de captar olores y así identificando especies, no soy nada más que una simple humana.

Creo que mis compañeras han notado la alteración y porqué no, la excitación al oler a mi pareja. Pero como siempre en estas ocasiones, me apoyan silenciosamente y se respaldan en mí.

Volvemos tranquilamente, ahora que ya todo está arreglado para seguir con nuestro día a día, y yo debo cuidar de las heridas de cada uno de los miembros de mi manda. Sino ¿qué tipo de alfa sería?

Con aún nuestras formas de lobo llegamos ya al final del bosque y nos cambiamos. Por un pequeño hechizo que hice hace unos años, cuando volvemos a nuestra forma humana nos encontramos con ropa. Porqué es completamente normal que al transformar la ropa humana que llevamos sea desgarrada a pedacitos hasta quedar inservible.

Así que como si fuéramos un grupo que sale a correr ordinariamentr. Nos dirigimos a mi casa.

Una vez todos allí dentro empecé con Hugo que tenía una fea mordida en un muslo. La desinfecté primero, para que al cerrarse no tuviera nada dentro de veneno de los Oscuros. Absorbí con mi poder el veneno bajo la atenta mirada de todos. Es completamente anormal el método que uso para sacar el veneno, parezco más una bruja en estos momentos que una loba. Pero ellos ya saben que hay algo especial en mí, así que como siempre me miran silenciosamente mientras me permiten seguir con mi trabajo.

En estos momentos un alterado Kyle entra a casa. Claro, sintió por el enlace intenso de pareja que tiene con Isa que algo había mal.

-¿Qué ha pasado?-le pregunta cuando logra ubicar a Isa y correr hacia ella.

-Estoy muy bien gracias Kyle por preguntar por tu amiga y jefa- le digo sarcásticamente sin verlo directamente ya que aun estoy concentrada en cerrar la herida más rápido que la curación lobuna para que esté completamente limpia.- Hemos ayudado a una manada de Kitsunes refugiados en la zona. Estaban siendo atacados por unos Oscuros-terminé de explicarle mientras también ya terminaba de Hugo.

Este se dirigió hacia Sonia para que le hiciera mimos. Sonia estaba bien, algún que otro rasguño pero que se currarían con naturalidad sin dejar rastro en unas cuantas horas.

Me dirijo hacia Chloe, Mónica y Lara que tienen ciertas necesidades para curarlas. Lara es una hibrida entre vampiro y loba, y necesita de la sangre para corregir adecuadamente sus heridas además de que se va a descontrolar. Me abro una muñeca ligeramente y se la pongo en la boca para que caigan algunas gotas. No demasiadas porqué sino la haría dependiente a mí, y yo no quiero eso. Quiero ser libre, y deseo lo mismo para Lara. El día que encuentre a su pareja no me va necesitar, porque con la sangre de su pareja va a poder reponer fuerzas.

Una vez ya recuperada, con las demás les hecho un vistazo y veo que no tienen nada por lo que preocuparse. Ya sanarán por su cuenta.

-Cada vez hay más Oscuros que atacan a las diferentes criaturas, ¿crees que usan nuestra misma estrategia que nosotros?-me pregunta Isa mientras es acariciada por Kyle.