Capítulo 4

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Volviendo a la rutina, a la ordinaria vida que tenía. Técnicamente. Es imposible que tenga un mismo día igual que ayer, pero todo se me hace eterno e interminable.

Y dentro de mí crecía una necesidad de ser llenada como nunca antes. Era tal grado mi ansiedad que gastaba toda mi energía para sentirme bien, que prácticamente me estaba muriendo lentamente. Y sabía perfectamente lo que me estaba pasando.

El olor de mi pareja seguía estando en el aire, lo que significaba que estaba por la ciudad.

Y la loba que hay en mí se estaba volviendo loca para salir y rastrear a su olor para llegar a su lobo. Pero con mucha fuerza de voluntad, muchísima, la retengo casi dejándola a lo más profundo de mi conciencia para que al final no siga mis instintos fatales.

No estoy para nada bien, pero por mi manada debo seguir adelante. Y por eso mismo me encuentro vistiendo un precioso vestido verde de tirantes con un escote en forma de uve, mis Jimmy Choo, de doce centímetros. Con mi pelo recogido en un moño bajo, permitiendo así que algunos mechones caobas me enmarquen las facciones. Maquillaje más simple que exagerado. Unos grandes pendientes en forma de aros, un collar y un bolso serán mis accesorios.

Tengo un importante meeting con un enviado de mis padres. Me va a contar sobre como las nornas del tiempo ven el destino, y si gracias a lo que estoy haciendo hay algún cambio en su telar.

Con un mensaje mental aviso a todos que me voy a un encuentro, y que ellos hicieran lo suyo. Vigilar que todo estaba en orden, mientras Kyle se encargaba de lo que hay que hacer en las empresas con ayuda de Isa y Sonia.

Subo en mi coche y me dirijo a la otra punta de Los Ángeles, hasta al Robertson Boulevard, donde Chloe había abierto un elegante restaurante para aquellos seres sobrenaturales. Allí los menús se adaptan según las necesidades que tienen. Pero eso sí, no incluye como comida nada que contenga sangre humana, o humanos. Personalmente, soy vegetariana, pero no significa que todos lo sean.

Cuando llegué allí, me encontré con el Restaurant UnNatural. Me dirigí directamente al párking privado, y dejé que un joven me abriese la puerta, para salir elegantemente del coche. Le di las llaves con una sonrisa coqueta y me dirigí adentro.

Con curiosidad ya que era la primera vez que venía a ver lo que Chloe había fundado, le echo una exhaustiva mirada a mí alrededor.

Un elegante lugar combinando los colores naturales beige, blanco y verde oscuro. Las tablas para los comensales estaban perfectamente ordenadas, y sus platos, vasos y cubiertos perfectamente distribuidos. Estaba bastante lleno, y aquellos que se encontraban allí se notaban que lo estaban disfrutando. El lugar a pesar de seguramente costar un ojo de la cara, era cálido. Es un lugar donde puedes mostrarte como eres, sin ilusiones ni nada. Da igual si tienes la piel de color verde por un hechizo de una bruja, o ser un hada con sus pequeñas alas. Nadie va jugarte allí dentro.

Una hermosa humana con una mirada llena de dulzura se dirige a mí para ver donde se encontraba la mesa para dos que había reservado. Amablemente me acompaña mientras me sirve una copa de champan. Es el lugar más apartado del restaurante, se nos ve, pero conserva algo de intimidad. Aunque mucho sentido no tiene, ya que todos tenemos unos sentidos muy desarrollados.

Todos los humanos que están en este restaurante conocen nuestro mundo. El mundo sobrenatural. De alguna manera, ellos lo descubrieron, o son humanos con un sentido desarrollado para lo "extraño". Y lo aceptan con una gran sonrisa, no nos tienen miedo. Aunque saben que no todos somos pacíficos, mantienen fe en nosotros. Así me obligo a pensar que los humanos algún día, sin pensar que somos monstruos, convivirían en tranquilidad con todos. Pero esto sería pedir demasiado al mundo.

El poder de una manadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora