Capítulo 5

79 7 21
                                    

Me separé lentamente de él, sin perder en ningún momento el contacto visual. Me sentía confusa, y la pequeña separación que había entre nuestros cuerpos me hacía sentir perdida, y a la vez sabía que necesitaba del fuego que hace unos cuantos segundos antes juntos habíamos creado.

Sin darme cuenta ni saber cómo, me encontraba apoyada en una pared del restaurante, y para mí ya nada, absolutamente nada de lo que había alrededor me importaba.

Vi su intensa mirada, y tomé como deseo cada uno de las imágenes pensadas que pasaban por su cabeza y que quería hacerme. Por un momento me sentí orgullosa de ser yo quién tiene acceso a su mente, ya que me permitía pensar libremente, mientras que él hasta que no tengamos la unión completa no tendrá acceso a mi mente, e incluso así, yo podría bloquear y filtrar aquello que no quiera que llegue a él.

Pasé lentamente mi lengua por mis adoloridos e hinchados labios, y como reacción inmediata por su parte fue lamerse los colmillos que con la pasión desenfrenada pasada habían explotado en su caliente boca, haciendo que el beso, fuera sin dudad alguna, algo sumamente extraordinario.

Sabía lo que él estaba pensando en totalidad, y por ende, supe también que a pesar de que nuestros cuerpos se hayan reconocido en el momento, él se encontraba algo retraído por el hecho de que una mujer de la que apenas sabe nada le estaba haciendo que perdiese el control, pero había algo en él que le empujaba a mí, y no sabía cómo escapar.

Se acercó a mí eliminado el pequeño espacio que se había creado entre nosotros, y con sus grandes y calientes manos, me sujeto fuertemente por la cintura.

Automáticamente fue como si unas corrientes eléctricas se conectasen y enviaran impulsos a mi vientre. Hasta ahora, nunca antes había sentido con tanta intensidad, no es como me hubiera dado la oportunidad de que algo así sucediera, pero era como si durante milenios parte de mis sensaciones hubieran estado adormidas, lo que hacía que ahora me desbordase por completo.

-¿Quién eres? – me exigió mientras paseaba su nariz por mi cuello, y acto seguido dejo salir un gutural gruñido que produjo sensaciones extrañas en mí.

A modo de reflejo separé lentamente mis piernas, y el rápidamente lo aprovechó posicionándose en medio de ellas. Lo siguiente que sentí, fue como algo grande y duro chocaba con mi entrepierna.

Tenía los ojos abiertos de para par, las mejillas sonrojadas y la respiración acelerada. Mientras que él gruñía de satisfacción viéndome en un momento de vulnerabilidad.

Olvidé de lo que me preguntó porque solo estaba pendiente de los agradables cosquilleos en lo que me encontraba sometida en cada parte de mi cuerpo que estaba en contacto directo con la piel de él.

-No me has respondido pequeña bruja- vuelve a decirme mientras se separa de mi piel para verme directamente a los ojos.

Empujo con un poco de fuerzas porqué ya empezaba a sentirme mareada por el calor que estaba sintiendo entre sus brazos. Un poco más y me habría descontrolado, y quién sabe qué es lo que habría hecho.

Durante años, me sentía bien al saber que podía mantener las apariencias aunque fuera lo contrario de cómo me sentía, pero con el hombre con el que me encontraba ahora mismo, esto simplemente desapareció como si nunca antes hubiese existido aquella Zara que estaba en mí, y como si yo nunca hubiera sido alguien a quién yo misma me debo.

-Sé que quieres respuestas. La cuestión es: ¿estás tú preparado para la respuesta? Lo único que puedes saber ahora mismo es que soy algo más que una simple y débil humana- le respondí tratando de sonar dura, cosa que me salió perfecto.

Sus facciones volvieron a endurecerse para volver a sembrar en grandes proporciones la duda al ver que cite literalmente sus pensamientos que había pensado con anterioridad.

El poder de una manadaWhere stories live. Discover now