Capítulo 11 [2°]

1.1K 110 34
                                    

Narra Ruben:
-Dulces sueñoh cariño- Después de eso, dormí tan bien, esas palabras me trajeron dulces sueños y por fin no tuve pesadillas. No sabía si lo decía de verdad o solo era coña pero prefería pensar que estabamos teniendo algo.....real. Aunque este Beatríz, después de que Mangel me dijo cariño no lo iba a dudar más. Cueste lo que cueste yo lo amo aunque tenga miedo de que esto fracase, el es el indicado. No quiero despedirme, no quiero dejarlo ir y terminar todo con un simple "adiós" y listo. En realidad ya habíamos terminado, pero esto era como un volver a empezar. Pero con ella en el medio. Mi posición no era muy ventajosa en este asunto pero creo que si lo hicieran elegir a Mangel entre su novia y yo, espero que me elija. No quiero que el tenga miedo de que esto no funcione porque yo lo amaría mil años, yo lo amaría hasta el fin de los tiempos, porque cada vez que respiro, respiro porque el esta en mi vida. El es como oxígeno. Lo necesito, lo quiero, es mío.
Abrí los ojos porque no me di cuenta del tiempo que estuve divagando. Me los resfregue y mire a mi lado y Mangel estaba dandole la mano a esa perra. Mis ojos ardieron, se los veía tan feliz. Antes el me miraba así, antes.......cuando era su pareja. E incluso cuando no lo era, las bromas de que estabamos enamorados, el siempre me miró como si fuera único. Y ahora era ella la única. Pero sin embargo me miraba como antes, aunque un poco mas frío. Roce mi hombro con el de el, y me hice el desinteresado, hacía como si no me hubiera dado cuenta. Como acto de reflejo, solto la mano de su novia y giró la cabeza, pero en vez de mirarlo miraba hacia el asiento de adelante. No es que no quisiera mirarlo...me encantaba mirarlo, pero me enternecia como el me miraba a mi sin desviar la mirada. Note como sonreía y dejo de mirarme para tomar devuelta la mano de Beatríz y besarle la mejilla. Lo mire dolido, y aprete mis manos, casi sentía como si apretaba un poco más me rompería los huesos. Gire la cabeza para el lado contrario y reprimi las lágrimas y las ganas de mandar a tomar todo por culo. Gracias a Dios, anunciaron que estabamos por aterrizar y yo tome mi bolso de mano y me sostuve del asiento, porque me había mareado y en ese momento sentí una mano sobre la mía, y mi "amigo" se sobresalto.
-L-lo sien-siento t-tío- Mangel río nervioso y cuando iba a separar su mano, yo se la tome fuerte.
-Rubiuh....- Negué con la cabeza.

-Beatríz, me marean un poco los aterrizajes, ¿dejarias que tu guapo y sensual novio me tome la mano para sentirme seguro y no terminar vomitando?- Me miro con cara de asco y yo sonreí victorioso. Asintió molesta, seguro la palabra "vomito" la hacia recapacitar.

Agarre fuerte la mano de Mangel, nuestros dedos completamente entrelazados me hacian temblar. Lo notaba con una linda sonrisa que muy pocas veces mostraba, una sonrisa tan dulce que creo que nunca se la habia otorgado a nadie en la vida. Nadie....excepto a mi. Que me va a agarrar diabetes hijo de puta.

Finalmente aterrizamos y tuve que soltar su mano y cuando lo hice su novia me miró con malicia. Era tan fea y desagradable que podría llamarla Fiona, lastima que su novio estaba mucho más bueno que Shrek.
Buscamos nuestras maletas y nos dirijimos al hotel, era uno bastante grande. Lo complicado fue que ellos tenian la cama matrimonial y yo simplemente...el sofá cama. Los tendría que escuchar follar y esa idea me revolvía el estomago.
Eran las tres de la tarde y nos alistamos para irnos.
La música sonaba fuerte

Mangel me subio en sus hombros, mientras le daba la mano a Beatríz
Tenía a su amante arriba de el, y a su novia al lado y eso no se porque me hizo gracia. El tema que estaba pasando, me causaba cierts adrenalina, toda la gente saltando, menos yo claro. En esa posición no podía, pero tampoco es que quisiera bajarme de el. La guarra se compró una corona de flores que para mi le quedaba patética, pero claaaaaaro como era su novia según el le quedaba perfecta. Cabron.
Cuando empezaba a ser de noche, nos acostamos en el pasto mientras la música seguía sonando tan fuerte como antes. Y esto, estar en el pasto de esta forma solo me traía recuerdos.

-¿Estas bien Mangel?
-Riete un poco mas.

Y ahi fue cuando él empezaba a actuar extraño y asi es como terminamos. Pero, esta historia no había acabado aún.
-Bea, mi amor, ve a comprar cervezah- Ese "amor" me dieron ganas de patearlo, pero me contuve. Cuando ella se fue, Mangel empezó a hacerme cosquillas, como la otra vez. Me estaba descojonando, aunque sumamente nervioso de tenerlo tan cerca. Se detuvo, y terminamos acostados en el piso, mirandonos. Puso su mano en mi cintura y cuando nuestras narices se rozaron y senti su calida respiración mezclarse con la mia, a punto de unir nuestros labios....
-Chicos, ¿que se piensan que estan haciendo?- Mangel se levanto rápidamente y su noviecita de porquería dejó caer las cervezas al suelo. Que inútil.
-Nada bebé, solo jugabamos, nunca te engañaría ¿vale? Solo bromeamos con Rubelangel como siempre- Me quedé con la boca abierta y ellos ya se estaban transfiriendo saliva.

Solo bromeamos con Rubelangel como siempre.

¿Con que cara podía decir eso, asi que lo que yo me estaba tomando como real era solo un puto juego para el? Me sentía destrozado, roto, inservible, y por primera vez en mi vida la palabra "morir" se hizo presente en mi boca, tratando de decirla tratando de que esto....solo acabé. Ignore eso, que joder no me voy a hacer el puto suicida ahora coño.

-Que hijo de la gran puta eres- Dejaron de transmitirse enfermedades para mirarme.

Ella me miraba como si fuera una mosquita muerta, un bicho repugnante y el con tristeza. Me fui en taxi al hotel y solo me prepare la cama, poniendome en posición fetal y tapandome los ojos ocultando mis lágrimas que empezaron a salir con anticipación. Pensé en la cocina, en un largo y filoso cuchillo en mi garganta. No, no quiero eso. Basta mente basta.

Me dormí, y pense en ese "cariño" que parecia tan lejano. Cariño mis cojones. Me desperté a las dos de la madrugada y para mi sorpresa el estaba tirado en el suelo con unas mantas y un almohadon. No...joder que lo amo tanto.
-Mangel, cariño, ven conmigo- Era tarde y tenía sueño por lo que olvide el enojo.
-Rubiuh, lo siento tanto- Para mi sorpresa no estaba dormido, y le hice espacio en el sofá cama.
Sin esperarlo, se tiro encima mío y me abrazó con fuerzas. Ambos estábamos solo con boxer y sentirlo tan cerca me hacía mal.
-Noh peleamoh y me mando a dormir acá- Asentí, mientras acariciaba su cabeza pero me detuve.

Solo jugabamos

Lo separé de mi con el ceño fruncido.
-Mangel basta, ¿asi que esto es un maldito juego par.....?- No me dejó terminar que ya estaba besando mi cuello, besos desesperados que me hicieron jadear. Beso mi torso y llegó hasta mi pelvis pero lo detuve.
-Responde
-No joder no, tu ereh mah que eso pero no se que cojoneh hacer- Las lágrimas abundaban en su cara y me sentí tan mal. Le bese suavemente los labios y lo mire, tratando de calmarlo. Me tomó de la barbilla y su mirada poso en mis ojos y después en mis labios.
-Te amo, creeme, te amo tanto pero soy un puto cobarde y ahora solo quiero que me beseh jodeh- Me siguió tomando de la barbilla acercamdome hacía el y nuestras bocas colapsaron una sobre otra.
-Joder.

Tomorrowland; rubelangelWhere stories live. Discover now