Capítulo 3: Algo raro pasó

18.5K 1.1K 59
                                    

Hay gritos. El olor de la sangre llega hasta mí y solo puedo pensar en correr. Siento que algo pincha uno de mis brazos y suelto otro grito de dolor.

Alguien me sostiene pero intento con todas mis fuerzas alejarme. Estaba asustada.

—No dejen que se vaya. Aun no terminamos.

—No, por favor...

Llévensela.

—¡Faith! ¡Demonic! ¡Auxilio!

Abro mis ojos asustada cuando digo esos nombres. Alguien está moviéndome y veo que es Zack quien me observa confundido y más confundida estoy cuando me doy cuenta donde estoy. Estábamos en el cine, debido a que solo tuvimos dos clases. Nos encontramos con Clarissa y Mercedes, quien las observo y parecen muy entretenidas con la película sangrienta que decidimos ver mientras que yo estoy al borde de un colapso. He tenido un sueño despierta.

Por un segundo mi mente trata de batallar intentando pensar quienes son esas personas, pero no puedo recordar nada. Me aferro al brazo de Zack.

—¿Estas bien? —musita Zack preocupado—. ¿Quién es Faith?

—¿Podemos salir de acá? Necesito tomar aire.

—Vamos. Quiero comprar algunas cosas.

Asentí y rápidamente salimos de la sala. Zack rodeó mis hombros con su brazo derecho y caminamos hacia una tienda de hombres. Necesitaba olvidar lo que acaba de suceder así que le preste atención a mi amigo. Él quería comprarse una chaqueta así que entramos en la primera tienda que vimos y halló una negra de cuero. Lo bueno de mi mejor amigo es qué tenía buen gusto. Lo acompañé a los vestidores y mientras se desvestía, yo trataba de pasarle por arriba jeans o camisas que me resultaban bonitas y que se verían bien en él.

—Noah, ¿cómo me veo? —se escuchó una voz en el otro pasillo. Me di la vuelta y me incliné un poco para ver y al instante me tensé. Era Rider Miller.

No puede ser. Pueblo chico, infierno grande. Veo a Noah y está sentado en el sofá de enfrente. Va vestido de negro, llevaba el cabello despenado y tenía una expresión aburrida en su rostro. Como si hubiera sido obligado a venir.

—Como un idiota —respondió Noah algo molesto.

—Admite que me veo bien con esta camiseta —sonrió León. Tenía puesta una camisa de cuadros color rojo, realmente no se le veía nada mal.

—Depende. Con la anterior parecías un idiota y con esta también pareces idiota—León lo miró mal—. Pero con cuadros.

—Di lo que quieras, sé que luzco bien.

—¿Entonces para que me trajiste?

—Si invitaba a Rider me iba a ignorar por estar coqueteando con la cajera, si invitaba a Damián diría que no, entonces te traje a ti.

—¿Así que fui tu última opción? Increíble.

—Claro que no. ¿Cierto, Marisol? —se burló dirigiéndose a mí. Dejé de respirar por unos segundos al ver como ese Miller me observaba—. ¿Y entonces?

Mi pulso se aceleró. A pesar de que ellos sean extraños o raros, nadie les quitaba lo apuestos que eran. Noah fue quien tardo en notar mi presencia y sus ojos verdes me observan algo curioso, pero vuelve a mirar hacia otro lado cuando Zack sale del vestidor.

—¿Cómo me veo? —preguntó Zack y me reí al ver su pose. Sostenía su cabeza con la mano derecha y la izquierda estaba situada en su cadera.

—Increíble.

REVIVALWhere stories live. Discover now