Último golpe.

1.2K 59 3
                                    

¿Hola hija? ¿Acaso este hombre se atrevía a hablarme?...

Desvié mi mirada hacía mi madre... como si esté hombre no me hubiera hablado, dándome tiempo a reaccionar, ¿Qué debo hacer? Gracias a dios había arreglado ya la pequeña bolsa que me llevaría a mi nueva vida. Quizás mucho mejor, o peor, quien sabe.

-Hija... te estoy hablando. Ten un poco más de respeto, ven, toma asiento, debo hablar contigo.

Carajo, parece un loco, ¿Acaso se dará cuenta de lo sucedido?... Maldita sea... Bien. Fingiré que nada ha pasado, quizás así, pueda escapar más rápido de aquí. Me acerque sigilosamente a su lado, respetando el espacio entre los dos. Mirándolo a los ojos, mientras el miraba los míos, en sus ojos, no había ni una pizca de cordura. 

-Hija... Estás más delgada.

¿Acaso era eso lo que quería decirme? ¿Qué demonios?

-¡CONTÉSTAME MALDITA SEA! ¿¡ACASO NO ESTOY HABLANDO CONTIGO?! -Dijo, asustándome por tan repentino cambio.

-Sí, perdón... lo lamento.

-¿Lo lamentas?... Te perdono mi niña. Ahora bien, te tenía una sorpresa para mañana, a ti y a tu madre. Pero a tu madre ya se la he dado hoy. Quizás fue un adelanto. 

Demonios. Demonios. Tranquila, Respira.

-¿Tu... tu sorpresa era matarnos?...-Inquirí temiendo la respuesta.

-Oh, Any, claro que no. Mucho mejor-Sonrío acercándose a mí. -¿No tienes curiosidad de saber que es?

Mierda. Mierda. Y más mierda.

-Cl...Claro que sí. -Maldita sea. No tartamudees. Notará que tienes miedo de él.

-¿Tienes miedo?

-No. Dímelo y ya.-Me he sorprendido ante eso.

-De acuerdo... Dinero fácil, ya está, iba a venderlas, ellos las matarían no yo, morirían de hambre pequeña. 

Maldito imbécil. Jamás nos ha faltado dinero. ¿Por qué habría de? ¿Me está mintiendo?

-Pero... Jamás nos ha..

-¿Faltado Dinero? -Me interrumpió. -Claro que no. No es por eso que iba a venderlas, pero me pareció un buen comercio, un poco más de dinero no me vendría mal. Sólo quería deshacerme de ustedes. 

De acuerdo. Definitivamente mi Madre se había casado con un enfermo... Pero es que no lo entiendo. ¿Cuál fue la gota que derramó el vaso? ¿Por qué... por qué Tom empezó a actuar así?... Maldita Curiosidad.

-¿Puedo preguntar algo... Antes de que me lleves a ese lugar?

-Claro. Adelante-dijo inhalando de su cigarrillo.

-¿Cuando empezaste a actuar diferente? ¿Cuando dejaste de amar a Mamá? ¿Por qué empezaste a golpearnos?

-Ni niña... Tu madre era una perra. Me engañaba... Y Pensé que tu la solapabas, Después me di cuenta de que no, pero bueno, me satisfacía golpearte a ti también. Jamás le dije a tu madre de aquella vez... mi niña, ¿Tu sabes que yo siempre estaba trabajando no? Yo amaba a tu madre y a ti también. -Me sorprendió ver que estaba llorando- Pero una tarde... mientras tú estabas en la escuela, Había salido temprano del trabajo, compré flores a tu madre, entré a nuestra casa y dios mio hija. La encuentro teniendo relaciones con mi mejor amigo. ¿Qué hice mal?... ¿Sólo quería que le diera sexo acaso? !MALDITA SEA! !MALDITA PERRA! !YO TE AMABA LINDA! Yo te amaba... 

Mierda. Mierda... Ahora lloraba más fuerte y aventaba todo a su  paso. ¿Es hora de?... ¿Dejarlo así? Yo no sabía aquello de mi madre... pero no tenía por qué a ver sucedido así. -No te compadezcas ahora de este imbécil.

-Mi niña... Ven... Es hora de irnos. 

Carajo, venga, haz algo. No me dio tiempo a pensar en más, y lo primero que hice fue golpearlo directamente a la mandíbula, había leído por ahí, que funcionaba si pegabas bien. Carajo eso dolió seguramente me saldrían hematomas después. Cayó al suelo, y lo patee como tres veces... al parecer estaba muy débil, seguramente por el esfuerzo que hizo de matar a mi madre. No esperé más y subí a mi habitación por mis cosas, escaparía por la ventana ni loca volvería a bajar a ese infierno.

Ya dentro de mi habitación, cojo mi bolsa, y observo a mi alrededor... Demonios, no extrañaré este lugar. 

La puerta se abre. ¿Dios mio que no le puse seguro?

-Hija... pegas duró. Pero sigues siendo una niña.

Lo miraba directamente a los ojos, mientras que... observaba algo con que golpearlo, no volvería a golpearlo con mis nudillos. Me duelen. Y aparte no pego tan fuerte. Divisé un Caja de metal, ¿La podría cargar? No.. Mejor un...!Palo¡ Siempre tenía un palo a un lado de mi cama. Por si un ladrón entraba. ¿Qué irónico no?...

Mientras se acercaba sigilosamente a mi... tomaba el palo entré mis manos, mientras  le susurraba:

-"Lo siento"- Le propiné un fuerte golpe en la cabeza. Y otro y otro. Para asegurarme de que había sido suficiente. 

Y Lo fue. A pesar de que quizás estuviera muerto, quizás no, no me atrevería a bajar, no me atrevería a volver a ver a mi madre en ese estado.

Me acerque a la ventana, le dí un vistazo a mi Padre. Pensando "Seguro esté fue mi primer y último golpe" Asimismo salté de la ventana, segura ya, me rompí a llorar, mañana me permitiría recomponerme y encontrar ese departamento, hoy, quería llorar.

Aquella chica de los hematomas.Where stories live. Discover now