Aquella chica de los hematomas.

Sobreviviente.

                                                                                             Any.

Abrí mis ojos poco a poco, notando que no podía enfocar bien, me dolía abrir mis ojos. Poco, a poco intente ver mejor, estaba amarrada , sentada en el frío piso de aquella cabaña. Cerré mis ojos otra vez, quería regresar a cuando era una niña, no tuve la mejor infancia de todas tampoco, pero preferiría aquella niña inocente que se concentraba en no pisar las rayas de su habitación. 

Aquella chica que comía sin preocuparse, aunque su madre le dijera que no debía comer tanto, ella siempre fue así. Pero sonreía, y mi padre también. Me esforcé más en regresar más atrás, donde Tom, nos llevo por primera vez de Picnic, y en aquella comida familiar,en un día de verano, pregunté tan inocentemente: 

-Madre, Padre, ¿Qué no piensan darme un hermanito? 

Mis padres se miraron  y sonrieron. 

-Claro pequeña, lo tendrás. 

Pero eso fue sólo una mentira, no me dí cuenta en que momento comencé a llorar, desde pequeña mis padres me mintieron, mentiras tras mentiras,  no me dieron un hermanito, me dieron miedo, me dieron pesadillas, me dieron insomnio. Me quitaron mi vida, continuaba llorando hasta que me empezaron  a arder mis ojos.   Quería hacer algún intento para intentar escapar, pero no podía, todo me dolía, y tampoco visualizaba una puerta. 

-¿Buscas algo? -Me pregunto él, con un poco de lástima.

Sólo lo miré, no con odio, sino con compasión, y no le contesté. 

-Oh, ¿Ahora vas a indignarte conmigo? Pero la otra noche, no parabas de besarme. 

Recordé sus besos, sus palabras, me habían hecho sentir segura, ¿Por qué? ¿Por qué uno tiene que caer tan abajo sólo por palabras tan lindas? ¿Por qué? 

-La otra noche, eras  Jorge, no un asesino. 

Se noto confundido por mi comentario, no sé si se ofendió, pero sonrío.

-Aaron. 

-¿Qué? 

-Me llamo Aaron. 

¿Y ahora qué? 

-Qué bien. 

-Oye, no te enojes conmigo por favor, esto es parte de mí, es lo que hago. 

-¿Qué esto es lo que haces? ¿Investigas a los que vas a secuestrar, los enamoras y luego los matas? Sí que estás enfermo. -Sonrío.

-No usualmente no, sólo los mató y ya está. Y no digo que en ti haya algo diferente, esto es lo que eres, y así será. Pero eres una parte importante en mí. Somos más que una víctima y victimario. 

¿Y Ahora qué? Malditos  psicópatas. Esto  es nuevo, de pronto tenía ganas de vomitar. 

-¿Y Eso que tiene que ver conmigo? Estás enfermo, desearía volver a mi casa, preferiría los golpes de mi padre, que estar contigo. 

-Tus deseos son ordenes, te golpearé, te torturaré, hasta que ya no puedas más. Seré peor que como tu Padre lo fue contigo. ¿Creías que yo iba  a salvarte de esta miseria en la que te encontrabas? No pequeña, vine a destruirte. Ya no sólo serás la chica de los hematomas, serás sólo una patética chica en está habitación. 

Y volvió a tomarme de mi cuello, y está vez creí que me había roto el cuello, pero lo que rompió realmente fue mi corazón en esa habitación.