Aquella chica de los hematomas.

Cena.

Tal vez, sólo tal vez, Jorge tenga razón y deba descansar. ¿A donde crees que vas? Pregunta primero donde dormirás, es la casa de él, bueno... de ambos. Pero aún así no hay que olvidar los modales.

-Em... ¿Jorge? ¿Podrías...?

-Oh, claro, acompáñame. ¿No tienes hambre? Puedo hacerte algo, créeme un hombre viviendo solo tiene que aprender a cocinar. -Sonrío. 

En realidad, Tenía mucha, mucha hambre, pero por dios que pena, al menos primero a darme un baño.

-Claro, Sólo... ¿Te molesta si me baño primero y ahorita bajo a ayudarte? 

-Sonrío- Claro, no hay problema, subiendo a la derecha está nuest... tu habitación, dentro de ella está el baño, y tus cosas también, ponte gusto. Aquí te Espero Any. 

Qué grato de su parte... es como si invadiera su hogar, no pertenezco aquí.

-Muchas gracias, no tardaré nada, bajaré y te ayudaré.-No dije más y me retiré de ahí, mientras más pronto acabará, pronto le ayudaría, pero alguien tomo de mi brazo, con tanta delicadeza que  ni si quiera lo vi venir- ¿Jorge? ¿Qué paso?...

-Me acerco más a él; Ya de cerca, pude ver aquellos ojos color amielados... Muy lindos, y esa sonrisa torcida- Y me abrazo. ¿Qué carajos? Y Acto seguido me susurró:- "Me alegro que estés aquí, me hacías tanta falta"- Y se retiró al comedor.

Di me di vuelta y subí, de acuerdo un paso, luego otro, perfecto no he olvidado como se camina, ¿Y Después? Oh sí, a la derecha, tomo el pomo de la puerta, temiendo encontrarme a mi Padre al otro lado. Pero no hay nada que temer, estoy del otro lado de la Ciudad, muy lejos de aquel desastre, y mi Padre ya está muerto, como lo está mi Madre también. 

Me adentro  a la habitación, es linda, blanca, cuadros no tan excesivos y mis cosas. Baño, baño, ¿Donde está el baño? Ah, ya, ahí estás... Muchas puertas. Dentro del tocador me observó... Díos mio... ¿Por qué Jorge no me habrá dicho lo mal que estoy? Estoy llena de sangre, llena de mugre, llena de dolor...  

Genial hay bañera... quizás después pueda disfrutar de ello, de seguro ya me tarde demasiado aquí. Tengo que bajar, Me meto a la regadera... y abro totalmente la caliente... Siempre amaré el baño, Siento que es mi lugar sagrado, en donde tengo todo más claro, sólo que últimamente nada lo está. 

Salgo, y decido no mirarme está vez al espejo, tomo una sudadera y unos pantalones, y salgo literalmente corriendo hacía abajo. 

-¿Jorge?... -¿Donde se habrá metido?

-!ACÁ¡ -Creo que se refería a la cocina.

Entré y estaba una mesa, sólo con dos sillas, y olía exquisito. Maldición este hombre cocina bien ¿Qué huele? ¿Spaguetti? mmm...

-¿Qué huele tan delicioso? Al parecer tengo que venir más seguido para que te luzcas-No puedo evitar no sonreír-

-Si hacerte de cenar hará que sonrías más, lo haré más seguido. Ven, siéntate, cenemos y después hablaremos un poco.

Asentí y me senté.

No mentía. La cena estaba deliciosa, sólo nos dedicábamos a mirarnos y deleitar la cena. ¿Por qué no puedo acordarme de él? Qué mala persona soy. No tanto como Tom. 

-Y Any... -Lo miraba con atención- ¿Estás dispuesta a dejar tu vida en el pasado y comenzar una nueva?

-Un...una nueva?-tartamudeé

-Sí. Conmigo... Esta vez no estarás sola, estaremos tu y yo juntos, seremos uno como siempre. 

No sé por qué, pero tal vez debería irme de aquí, pedir las cosas que mi madre me dejo e irme de aquí, apenas lo conozco, o no recuerdo nada de él. Tal vez es peor que Tom, o mejor... no lo sé, ni si quiera se por qué dije lo que dije.

-Bueno, si está nueva vida, incluye tenerte a ti a mi lado, y tu deliciosa comida. Acepto. 

Y como siempre me mostró sus bellos hoyuelos al sonreír.