~Capítulo 17~

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Miércoles por la mañana, salir de la cama nunca había sido un problema para mí. Bueno, no antes de Lauren.

El martes por la mañana nos levantamos temprano para ir al aeropuerto y despedir a la familia Jauregui. El vuelo partía a las 9am, llegamos media hora antes y durante todo ese tiempo el señor y la señora Jauregui le dieron a Lauren todas sus indicaciones. Desde los horarios de sus medicamentos (para los que la ojiverde tenía ya un reloj biológico), comidas que debía evitar, familiares a los que podía contactar en caso de emergencia y otras cuestiones por el estilo. Clara ya me había dado todas esas indicaciones la noche anterior, mientras Lauren dormía en mi cama.

Llegada la hora de partir, los abrazos y besos iban y venían; Chris y Lauren no intercambiaron palabras, ella simplemente le dio un golpecito en el hombro y luego se abrazaron, fue emotivo a pesar de lo simple que parece.

El resto del día, Lauren no quizo ir a la universidad y se negó rotundamente a que yo hiciera lo mismo. En la noche estuvimos hablando hasta que se quedó dormida entre mis brazos, amaneciendo en el mismo lugar, razón por la cual salir de la cama me resultaba tan difícil.

Llevaba por lo menos unos 20 minutos despierta y no hacía más que presionar mis labios en la frente de Lauren y pensar en lo perfectos que se sentían sus brazos alrededor de mi cintura.

-Lern... -susurré con la voz bastante ronca- Despierta ya, bella durmiente.

La ojiverde se removió y murmuró algo que no entendí, aferrándose más a mi cuerpo, lo que provocó una risita en mí. Al igual que ella acomodé mi cuerpo de tal manera que mi rostro quedara a la altura del suyo y empecé a repartir besos por toda su cara.

-Mhmm, Camz... -murmuró y entonces dejé unos cuantos besos en sus labios- Deten... -volví al ataque sin intenciones de dejarla hablar- ¡Me rindo!

Por fin abrió los ojos y la intensidad de aquel verde motivó a que la besara de nuevo. Sin pausas y sin tanta inocencia, sus dedos agarraban la tela de mi blusa y mis manos acariciaban sus mejillas. Parecíamos una escena de película romántica.

En un movimiento empujé mi cuerpo, quedando encima de ella. Sentí sus labios sonreír contra los míos para luego presionarse con más intensidad y finalmente separse.

-Joder... Ese ha sido el mejor "Buenos días" de la historia -su sonrisa era demasiado preciosa y dolía, besarla era una buena excusa para que dejara de hacerlo.

-Por tu culpa ahora no quiero salir de la cama, Jauregui -dije al separarme, tenía las manos en sus mejillas y apenas había espacio entre nuestros labios.

Las manos de Lauren acariciaban mis muslos sin respeto alguno y eso me encantaba.

-Desearía que fuera domingo y podríamos quedarnos aquí todo el día -Lauren entrelazó una de sus manos con la mía y como todas las veces, ahí estaba ese cosquilleo en el estómago- Pero tenemos una ciudad que salvar.

-Vaya... No sabía que eras Batman...

-Shhh, nadie más debe saberlo -la ojiverde impulsó su torso hacia al frente hasta quedar sentada.

Yo me sujeté a sus hombros y envolví su cintura con mis piernas.

-¿Entonces yo soy... Batichica?

-No... Eres mi Mujer Maravilla.

-¡¿Mujer Maravilla y Batman?!

-Pues claro... ¿Qué acaso nunca viste la Liga de la Justicia?

-No...

-Yo tampoco, sólo la escuchaba.

-Eres una idio... -sus labios no me dejaron terminar.

Colors {Camren}Where stories live. Discover now