Capítulo Nueve

230 18 0
                                    

Seguía viva y libre.

El encuentro con Shane había sido complicado de muchas formas, no solo casi había terminado arrestada sino que también había perdido completamente la cabeza y lo había besado. ¿Lo peor? Me había gustado demasiado.

Tendría que mantenerme lejos de él. Podía ser que esta vez me las hubiera ingeniado para escapar pero no creía que hubiera una siguiente. Eso si llegaba a reencontrarme de nuevo con él o con cualquier otra persona. Porque podía haber huido del detective con cierta astucia pero me había librado de un coche que intento sacarme del camino por los pelos. Si no fuera por mi vasta experiencia con los autos ahora estaría muerta.

Alguien claramente intenta matarme. Probablemente quien había matado a mi padre. Y lamentablemente esto terminaría con el responsable en la cárcel o conmigo muerta porque no había forma de que yo fuera a volver a prisión.

Había cambiado el coche de alquiler por otro alegando un desperfecto, le había enviado a Shane algunas de sus cosas por correo- luego de revisarlas- y me había registrado en el motel que mi hermano me había recomendado. Quizás habría sido mejor que durmiera en el auto pero con todo lo que había pasado mi cuerpo pedía a gritos por una ducha.

Ahora acostada en la cama no podía evitar repasar todo una y otra vez. Desde lo que había pasado hacía tres años hasta lo que había pasado hacía menos de dos horas. Iba a necesitar acelerarlo todo. Había empezado esta búsqueda sola y ahora estaba jugando al gato y al ratón. Y el ratón claramente era yo. No tenía idea como pero tendría que darle vuelta al juego y pasar a estar yo delante... No sabía cómo lo haría pero lo haría pero por ahora dormiría. Necesitaba descansar, reponer fuerzas y tener mi cabeza al cien por cien.



Tener un tic tac permanente en la cabeza ayudaba y no. Me había levantado temprano, había desayunado, me había cambiado el pijama por una calza negra, una musculosa, y unos borceguís, y había intentado pensar cuales serían mis próximos movimientos. Llevaba una hora intentando hacer lo último sin éxito. ¡Alucinante! Estaría muerta mañana si no lograba concentrarme.

"¡Vamos Alexa! Sobreviviste tres años en prisión. Atrapar al responsable de todo no puede ser más difícil que eso" Cierto, puede que ahora todo se viera extremadamente complicado con un detective pisándome los talones, un asesino empeñado en tener mi cabeza y pocas pistas pero había soportado mucho para bajar los brazos ahora.

Pensé en las cosas que sabía hasta ahora. Ivo Novak había estado interesado en mi liberación o en que permaneciera en la cárcel; había hecho varias transferencias de dinero; y había cambiado sus horarios tanto antes como después de lo ocurrido con Grigory. Todo eso a mi modo de ver lo volvía un sospechoso potencial, especialmente con la pésima relación que habíamos tenido. Pero si había aprendido algo de mi pequeña ejecución o juicio, es que nada es lo que parece.

Adoraría poder enfrentarlo ya mismo y saber cuál era la verdad pero si él era el asesino eso sería como servirme en bandeja de plata así que iba a tener que pedirle ayuda a alguien. Shannon podría ser de utilidad sin embargo eso significaría arriesgarme a que me detuviera y no estaba demasiado emocionada por esa idea. A mi hermano no podía pedirle que averiguase nada porque no quería que corriera ningún peligro. Con Ethan y Aria era lo mismo. Necesitaba a alguien más pero, ¿A quién?

¿A quién podía recurrir que no fuera de la familia y conocido? ¡Por supuesto! Cómo no se me había ocurrido antes. Naia. Eso era. La hija de mi segunda mamá, Iris, sería perfecta. No la conocía pero sabía que podía contar con ella.

FugitivaWhere stories live. Discover now