Capítulo Diez

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Mientras esperaba que se hiciera más tarde para acercarme a la empresa y hablar tanto con Lyov Koslov como con Ivo Novak, me pase finalmente por la oficina para hacer un poco de papeleo. Había descubierto varias cosas desde que me habían entregado el caso y quería dejar constancia de algunas de ellas- no era muy profesional guardarse información pero se hacía bastante para asegurarse que nadie más se llevara tu caso o que alguien hiciera algo para complicarlo-.

_ Esta rubia- dijo Bennet de la nada sobresaltándome. Aún seguía pensando en el paquete que había recibido.

_ La fugitiva, esta rubia por eso se nos ha hecho tan difícil encontrarla. Por suerte una fuente anónima me lo ha comentado de modo que ya le he informado al Capitán para dar aviso y que cambien el boceto.

¡Mierda! Se suponía que era yo quien develaría esa noticia pero por alguna razón lo había estado retrasando. Quizás porque pensaba que sería más fácil hallarla cuando anduviese por ahí creyendo que estaba de alguna manera a salvo o porque tenía la más mínima sospecha de que quizás no fuera culpable.

Esto lo complicaba todo, iba a necesitar encontrar a Alexa ya.

_ Bien, me voy a ver qué es lo que sabe el hermano sobre todo esto- le informe y luego agregue- ¿Vienes?

_ No, me quedare aquí por si alguien reporta haberla visto

_ De acuerdo, te mantendré informado- le dije. Ciertamente no deseaba hacerlo pero era mi supervisor y tenía que tenerlo al tanto de un ochenta por ciento de las cosas que hacía.



La empresa Sustentable Koslov estaba ubicada en una de las mejores zonas de la ciudad y me llevo treinta minutos llegar hasta ahí. Tenía planeada una cita con el joven Koslov en una hora de modo que antes aprovecharía para hablar con el presunto sospechoso de Alexa.

_ Disculpe, ¿En qué puedo ayudarlo?- me pregunto la secretaria ni bien me adentre en el inmenso vestíbulo de la empresa.

Me sentía fuera de lugar. Era cierto que me había bañado antes de salir de casa y me había vestido más arreglado de lo que solía hacerlo para ir a trabajar- pantalón de vestir, camisa blanca manga corta y unos zapatos- pero tenía más de dos botones de la camisa desprendidos y no había querido quitarme ni mis anillos ni mis collares de modo que no me veía realmente profesional. Usualmente no me importaba, y estaba feliz con mi forma de vestir porque reflejaba quien era, alguien a quien lo convencional no le alcanzaba y era algo rebelde pero aun así serio, pero justo ahora me sentía como un sapo en medio de un palacio.

_ Necesitaría hablar con el señor Novak

_ ¿Tiene una cita programada?

_ No pero...

_ Lo lamento pero sin cita no le voy a poder permitir pasar- detestaba todos los tecnicismos que tenían las empresas de este tamaño. Saque mi placa y se la enseñe.

_ ¿Ahora cree que podrá llamarlo? Estoy en medio de una investigación- no pretendía ser grosero ni rudo pero no podía permitirme perder ni un segundo de tiempo. Una vez que el nuevo boceto de la señorita Koslov se hiciera público ella correría más riesgo de ser asesinada que de volver a la cárcel. Seguramente intentaría escapar y las cosas no acabarían tan bien como conmigo y eso por alguna razón me inquietaba.

_ Claro, perdone, ya mismo lo llamo

Aproveche el tiempo de espera para observar el lugar. Era inmenso lleno de detalles ostentosos pero a la vez sustentables como el nombre lo sugería. Predominaban el blanco y el negro y todas las paredes estaban llenas de cuadros en distintos tonos de grises sobre los logros del empresario y su familia. En varias fotos aparecían los hermanos Koslov al lado de su padre y de una mujer que supuse sería su madre. El parecido con Alexa era asombroso; ella era un poco más alta pero tenían la misma contextura física, los mismos rasgos y el mismo color de cabello pero mientras ella tenía los ojos de un tono verde esmeralda los de su hija eran de un grises desbordante. Era imposible tener esos ojos enfrente y no sentir como poseían cada parte de tu ser.

FugitivaWhere stories live. Discover now