-¡Tia! ¡Despierta! ¡Son las 8:15! En 5 minutos hay que estar en clase.-Gritó Sofía en el oído de Sil. Ésta se levantó de un golpe. Se mareo y cayó al suelo.
-¡Mierda!-Sof fue en su ayuda.
-Si es que cuando yo te digo que no hagas algo es por algo. ¡Vaya resaca!
-Creeme, las he tenido peores.
-Vamos, ponte el uniforme.
-No pienso ponerme esa cosa.
-Mira, haz lo que quieras. Me voy a clase.
Sofía se fue rápido a clase y cerró fuerte la puerta de su habitación. Silvia miró a su alrededor. No va estar lista en 5 minutos. Y además no piensa ponerse la cosa esa azul otra vez. Hoy no.
Cogió una camiseta blanca de tirantes, unos pitillos vaqueros y unas sandalias y salió sin ninguna prisa del cuarto.¿Cómo la iban a echar la bronca si era su primer día en aquel estúpido internado?
-¡Aquí la puntualidad es necesaria!-Gritó la profesora.-¿Quién se cree usted que es?¿La reina del mundo?
-Pues si.-Pensó para sí Silvi. Toda la clase miraba con gracia a la chica. Desde el primer día dando guerra. Niall era el que más se divertía. Disfrutaba viendo como la echaban la bronca a esa niñata. Pero también le gustaba que fuera tan...Mala.
-Y...No me lo puedo creer.¿Donde está su uniforme?
-Lo he tirado por la ventana.-La clase estalló en carcajadas. Pero la profesora estaba perdiendo la paciencia con esa nueva alumna.
-¿Qué ha echo usted que?
-Si, tirarlo por la ventana. ¡Ah! Tranquila, puede tutearme. Yo al menos no trato a nadie de usted.
-Pues a mi si, señorita. No me falte el respeto. Ahora suba a su cuarto a ponerse el uniforme.
-Es que al tirarlo por la ventana se lo han llevado unos perros.
-Señorita Wells, no me vacile o si no...
-¿O si no, que?-Dijo Silvia con arrogancia.
-Fuera de mi clase.
-¿Me está echando? Pero si ni siquiera he entrado.- se oian risas de fondo por el comentario de la joven.
-¡Fuera de mi clase!-Gritó de nuevo la profesora.
Silvi salió con desinterés del aula. Tiró su mochila al suelo y golpeó la puerta. Todos dieron un brinco por el gran golpetazo.
-Sigamos con la clase.
-Señorita.
-¿Qué quieres, Horan?
-¿Va a empezar usted a decir cosas aburridas otra vez?
-Mira Niall, no estoy de humor.
-Por qué si es así quiero irme de aquí ahora mismo.
-Vale, ve con Wells y la haces compañía.
¡Bien! El plan de Niall había funcionado. Y encima a él ya le da igual. Lo raro es que aguante una hora dentro de la clase. Los profesores ya sabían quien era: Niall, el problemático.
-Hola niñata.
-¿Que haces aquí, motivao?
-¿Que pasa?¿No te encanta mi compañía?
-No.-Contestó seca.
-¿Donde está tu uniforme?¿En verdad lo tiraste?
-Está en mi cuarto, imbécil. ¿Cómo lo voy a tirar?
-Entonces...¿Por qué la...?
-Tu no puedes ser el unico malo aquí.
Niall la miró con mala cara. Le ponía de los nervios que esa niñata fuera tan pasota con él. Nadie falta el respeto a Niall Horan.
-Vosotros dos.-Una voz femenina se oyó al final del pasillo. Mierda, cazados.
-Emma.-Dijeron los dos muy bajito.
-¡A mi despacho ahora mismo!-Gritó la mujer. Silvia iba algo más asustada. Pero Niall ya había estado alli por malos motivos, muchas veces.
-¿Que ha sido esta vez?-Preguntó la mujer cuando ya estaban dentro del despacho de dirección.
-Ha sido su culpa.¡Mirala!
-¿Donde está tu uniforme, Wells?
-Me duele la cabeza, no me apetecía ponermelo y fui a clase así vestida.-Dijo Sil sin ninguna preocupación.
-Estáis los dos castigados.-Finalizó la directora.
-¡Pero Emma...!-Protesto Horan.
-Niall, caya. Te conozco como si te hubiera parido, se que te han echado de clase por qué has echo algo.
-Esto es muy injusto.-El rubio dio un puñetazo en la mesa y se levantó de mala leche.
-Acompaña a Wells a tomarse algo para la cabeza. ¡Ah! Y mañana por la tarde estareis limpiando platos en el comedor.
-Buenas tardes.-Dijo Niall y abandonó la sala.
-Tu.-Indicó Emma muy seria. Silvia se dio la vuelta y la miró con mala cara.-Te conviene empezar bien aqui, no quiero tenerte como enemiga.
-Pues ponga usted algo de su parte. Por ejemplo, no castigarme con este ca...
-Buenas tardes Wells.-La directora hizo un gesto con la mano para indicar la salida a Silvia. Ésta salió de mal humor y vio a Niall andando por un pasillo.
-¡Motivao!-Gritó esta.-¿Donde está la mierda está de enfermería?
-Aquel pasillo, al final a la derecha.-Indicó Horan riendo. La chica siguió las indicaciones del chico y se metió en la puerta. Todo estaba oscuro, no se veía nada. Una mano la tapo la boca y la otra la agarró de la cintura. Silvia estaba muy asustada y no paraba de chillar. De repente la soltaron y oyó esa voz tan...Irlandesa.
-Vaya susto te he pegado, niñata.
-¡Gilipollas!-Seguían a oscuras.
-No te pongas de mal humor, motivada.-Horan la guiño un ojo.
-Mira eres un capullo.-Silvia empezó a perderla paciencia. Los nervios le ardian cuando estaba cerca de ese tio. De repente la lámpara empezó a encenderse muy poquito y sus rostros ya podían verse.
-¿Pero que mierdas...?-Niall tocó la mano de Sil.-¡Ay! ¡Quema!-Ella se tranquilizo por un momento. Las luces volvieron a apagarse.
-Silvia, cierra tus puños con mucha fuerza y mal humor.
La chica hizo lo que Niall la mandaba. No entendía mucho de lo que pasaba ahí. Notó como sus mano comenzaban a arder. Las luces volvieron a encenderse pero con más intensidad.
Silvia acababa de descubrir su poder.