La puerta del despacho se abrió con fuerza. Silvia entró echa una furia y Emma se quedó bastante extrañada por el comportamiento de la joven.
-¿Por qué no me lo contó?-Gritó la chica. A los segundos entró Liam con Niall que habían visto como Sil corría enfadada hacia la sala.
-¿Contarte el que?-Preguntó Emma extrañada.
-Mis padres.
-Silvia, calmate.-Intervino Liam.
-¿Les conocías?
-Si.
-¡Lo sabía! ¿Por qué nadie me cuenta nada? Se supone que soy como vosotros. Necesito saber que les pasó.¿Por qué los mataron? ¡Contestadme!
-Silvia, no grites.-Dijo Niall que escuchaba atento la conversación.
-Elisabeth era mi mejor amiga.
-¡Ella era mi madre!
-Jordi y ella se tuvieron que ir.-Empezó a explicar Emma.
-¿Por qué?
-Por qué ellos te querían a ti. Buscan a la nueva generación, tu eres una de ella. Por eso estáis todos aquí dentro.
-Querían matarme.-Susurro.
-Si, nos quieren matar a todos.-Comentó Liam.
-Les mataron ellos ¿Verdad?-Preguntó Silvia.
-Si.-Contestó la directora compungida. Silvia se llevó la mano derecha a los ojos dejando caer unas lágrimas.
-¿Por qué sólo hay información de mi madre?
-La de tu padre no la encontramos.
-¿Crees que la han escondido a propósito?-Preguntó Niall interesado en el tema.
-Estoy seguro.-Contestó Liam.-Yo me pasó ahí abajo mucho tiempo, y ahí no hay nada. Ni por ninguna otra estantería.
-Necesito saber cosas de ellos.-Dijo Silvia a Emma.
-Cuando murieron, tu madre puso el testamento del colegio a mi cargo. Éramos como hermanas.-Emma se acercó a la chica y la acaricio el pelo.-Eres igual que ella.
-Les echo de menos.-La directora abrazo a Silvia y ésta se puso a llorar en sus brazos.
-No dejaré que nadie os haga daño.-Dijo mirando a los tres chicos que estaban en la habitación.-Os lo prometo.
-Vamos, Niall. Llevala a su cuarto. Liam tu quédate aquí conmigo unos minutos.
Silvia se seco un poco las lágrimas y se fue de mala gana con Horan. La directora y Payne quedaron en el despacho.
-Liam, tienes que ayudarme.
-Lo que usted quiera, Emma.
-El padre de Wells era muy inteligente. Hizo descubrimientos con los poderes de todos nosotros y...
-¿Y...?-Preguntó Liam.
-El día antes de marchar me iba a enseñar algo que no llegué a ver. Lo más probable es que, esté con todo su información en aquel sitio que no conocemos.
*Mientras, subiendo las escaleras.*
Sil llevaba la carpeta amarilla en sus manos. Ésta noche es su fiesta de bienvenida y lo más probable, es que no esté. Directamente, no estará. Le da pena dejar a los amigos que ha echo aquí, Pero...Ahora que tiene poderes, puede retomar su relación con Tom y vivirán en algún sitio caro, no lo malgastara. Niall la sigue por detrás sin decir nada.¡Es un capullo! Le odia. A él si que no le echaría de menos. Aún que por otra parte...¿Que dice? No, no puede estar pensando eso. Niall es un arrogante y un prepotente. Pero es tan sexy. El hombre que todas desean. Pero no, ella no. No va a caer en sus ojazos azules, sus brazos musculosos, su personalidad de chico malo, su sentido del humor...¡Ya! No, no, no. Niall, fuera.
Entraron juntos a la habitación de la chica. Ni Sofia, ni Regina estaban en ella.
-Bueno, ¿Te vas, no?
-Quiero hablar con Sofía.
-¿De qué?-Preguntó Silvi curiosa.
-Lo que me de la gana, niñata.-Niall la apartó y se sentó encima de la cama. Cruzó sus piernas y dejó caer su cuerpo sobre ella.
-Mira motivao, no empieces ¿eh? Que ya estabas más calmado.
-Tu haz lo que quieras, yo la espero aquí.
-Voy a ducharme.
-¿Te acompaño? No vaya a ser que te pierdas...-Dijo torciendo su cuerpo para mirarla. Ella le regalo una sonrisa falsa. Dejó la carpeta en una mesa y entró al baño cerrando la puerta sobre ella. Se apoyó los codos en la encimera del baño y se mojó algo la cara. No sabe ni lo que pasa ¿Para que se moja? Si se va a ducharme ahora...Es que Niall la distrae. Está ahí fuera, tumbado en su cama y ahí está ella, mojandose la cara por qué no sabe que hacer.¿Se va a ir?¿En serio? Si, es lo mejor. Tal vez encaje con esta gente, pero no quiere estar ahí encerrada. Tom será su escapatoria de alli y fuera, ya verán como se las apañan.
Mientras Niall se acaricia la barbilla. Se muere de curiosidad por lo que hay en la carpeta amarilla. Total, sólo es información sobre Elisabeth, la madre de Silvia. No va a hacer mal a nadie.
Se levanta rápido. Nota un cierto mareo y sus ojos se nublan. A los segundos se le pasa, coje la carpeta y se vuelve a sentar. Suspira, la abre despacio. Pero en vez de encontrarse con muchos folios, lo encuentra es un sobre. Una carta. En el remitente pone: 'Para Silvia de Tom'
¿A caso ese tío no la va a dejar en paz? Se supone que lo han dejado. Pero...¿A él que más le da? Pasa de esa niñata. ¿O no? Desde que la conoció se comporta más borde con todo el mundo. Si es que le saca de sus casillas. Pero a veces, se deprime. Por ejemplo anoche, estuvo llorando. Pero eso nadie lo sabe, ni lo sabrá jamás. Y después, está contento. Le entran ganas de chillar y saltar.¿Pero en que piensa? Él es Niall Horan, no Ken. La verdad es que no ha sentido ni mariposas, ni pajaritos. ni le fallan las piernas. Ni siquiera se pone nervioso cuando están cerca. Pero tal vez...¿Se está enamorando?
Abre la carta y comenzó a leerla. Sabe que no está bien invadir su intimidad, pero necesita saberlo. No se pueden enviar cartas al internado. Ha debido ser Carmen, su madre. Eso es por qué debe ser muy importante. Comienza a leer cada palabra. Cada vez se lo cree menos. Cuando acaba lo guarda y deja la carpeta donde estaba. Silvia sigue en la ducha. Niall da vuelta alrededor de la cama. De un lado a otro.¿Se va a fugar?¿Y si avisa a Emma? No, eso no. La pueden echar una gran bronca.
Tiene que hayar otra solución. No va a permitir que Silvia se vaya de su lado. Quiere decir... del internado.
