Corre tras ella. Parece asustada.
-¡Rose! ¿Por qué corres?-Preguntó Harry a varios metros de ella.
-Ha-Harry...-Dijo algo confusa.
-La cena te está esperando ahí fuera.
Rose sonrio, se agarró del brazo de Styles y salieron a la azotea. Se sentaron en el suelo encima de una manta que había puesto Hazza y comenzaron que el picnic. No era nada fuera de lo común: Unos sandwichs y una botella de vino.
-¿De donde has sacado la botella?-Preguntó ella curiosa mirando la etiqueta.
-La he robado de una bodega de por ahí.-Los dos rieron.
Empezaron a conversar, la noche sería muy larga. Pero no exactamente como Harry quería.
Llama a la puerta algo tímida. Cuando abrió su cara fue de asombro y de...¿Sueño? ¿Estaría dormido?
-¿Estabas ya en la cama?
-Bueno...-El chico se revolvio el pelo rojo como un tomate. Ella también se puso colorada.¡Que tonta! Le había despertado.
-Pe-Perdón...Ya me voy.
-No, no. Pasa.-Contestó Lou con una sonrisa.
Sofía pasó tímida a la habitación.¡que vergüenza! Están los dos solos.
-¿Que necesitas?
-Ne-Necesito ha-hablar...-Estaba muy nerviosa. No le salen las palabras. Y eso que ella es muy desenvuelta para esto, pero con Tommo...
-Yo también necesito hablar contigo.-Las palabras del chico la calmaron un poco.-Deja que empiece yo, supongo que vamos a hablar de lo mismo.
-Silvia...-Susurro ella con una sonrisa triste.
-Tienes que prometerme que lo de antes...
-¡Ey! ¿Por quién me tomas?-Le interrumpió.-No se lo pienso decir.
-Gracias.-Dijo él con una sonrisa. Estaba guapisimo. Su pelo despeinado y el pijama le hacía muy atractivo.
-De nada, para eso estoy ¿no?-Pues no, para eso no está. Pero de momento, se conforma con ser su amiga. De momento.
-Bueno...¿Y tu?
-Yo ¿qué?
-Que ¿quien te gusta?-Esa pregunta la pilló de sopeton.¿Ahora que dice? No le va a decir que quien ocupa su corazón es él. Sabiendo que está enamorado de Silvia.
-¿A mi...? Nadie.-Contestó nerviosa.
-Venga, se te nota mucho.-Dijo Louis con una mirada graciosa.¿Qué?¿Le está diciendo que se la nota que le gusta él? Demasiada prepotencia para Louis.
-¡No se me nota tanto!-Protestó Sofía.
-¡Ah! Ahora no me lo puedes negar.
-Joder Lou...
-Venga Sofía, todos sabemos que él que te gusta de verdad es Niall.
Niall. Niall. Osea, Niall. Ese idiota. Pero no se lo puede creer.¡Niall! Ni hablaba de él, si no de ese. Niall. Si, Niall. Si es que cuando dicen que los hombres no se enteran cuando alguien está detrás suyo...¡Que razón! Aún no se lo puede creer. Detrás de Niall.¡Niall! Está loco. Pero por otra parte...Este tema le viene bien.
-Si, me gusta Niall.-Miente al fin la chica.
-¡Lo sabía!-Dice contento Louis.
-No se lo digas, por favor.
-No, no, no. ¿Cuando se lo vas a decir?
-¡Nunca!-Grita exausta.
-¿Por qué? Yo pronto le confesare a Silvia mi amor por ella.
-¡No!-Gritó de repente. Le salió del alma. Lou la miró extrañado.-Quiero decir...¿No te da vergüenza?
-Para nada. Pronto verás que es lo mejor.-Tomlinson la dio un codazo amistoso.-Lo digo por Niall.
La guiñó un ojo. No sabe Sof en que lío se acaba de meter.
-La cena estaba exquisita, Harry.
-Lo dices como si te hubiera traído caviar o el mejor bogavante de por aquí.-Dice él gracioso.
-En serio, ha sido perfecta.
-Entonces como tu.-Sonrisas.¡Que mono! Rose no ha dejado de sonreir con las bobadas que decía Harry. Si es que es tan lindo...
-Bueno, me voy a dormir.-Hazza y Rose estaban ya en la puerta de la habitación de la chica. Era la hora de despedirse.
-Espera. Falta algo para que la noche sea perfecta.-Dijo él agarrando la mano de la chica.
-¿El qué?-Contesto nerviosa.
-Esto.-Styles se acercó a Rose. Sus cuerpos estaban juntos y sus frentes unidas. Sus bocas estaban a punto de juntarse, cuando Rose se echó a un lado y abrió la puerta de su habitación.
-Gracias de nuevo, hasta mañana.-La puerta se cerró. Por lo visto, está no había sido una noche perfecta.
Silvia entró a la habitación. Ni Regina ni Sofía estaban.¿Dónde estarían esas dos petardas?
Se puso el pijama y entró al baño a lavarse un poco los dientes. No deja de pensar en Niall.¿Como puede una enamorarse de tal gilipollas? Si es que...Para ciega, ella. Se han liado. Se han liado en un baño en vez de estar en el despacho del director. Que penoso.
Un ruido se oyó fuera de la habitación. Alguna de sus dos amigas había entrado.
-¡Hola!-Gritó Silvia. Nadie la contestó. Da igual, seguro que viene de mal humor. Sea quien sea.
Se frota algo más los dientes y deja el cepillo en un recipiente donde suelen dejarlo las tres compañeras. Se lava un poco la cara y se pone un producto para los granos.
-Hay que estar buena, pero no como una paella.-Se dice a sí misma. Se vuelve a lavar la cara y se seca con una toalla.
Sale de la habitación. Un escalofrio recorre su cuerpo.¡Que susto! Una chica con el uniforme del colegio está sentada en su cama mirando hacia ella. Está algo palida y su semblante es amargo. No parece muy feliz, por lo visto. La miraba con cierto cariño, ¿tal vez se conocen?
-Hola.-Dijo muy bajito con una voz cortante.
-Hola.-Contestó Silvia algo chula.-¿Quién eres?
-¿No me reconoces?-Pregunta la chica palida, desafiante.
-No te he visto en mi vida, tía.-Contesta haciendo un gesto con la boca.
-Tienes razón, no me has visto. Pero sabes quien soy.
-¿Eres la guarra del tercer piso que se ha liado con medio internado?
-Uy, no no.-La desconocida echó una carcajada.-Soy la que tiene el mismo poder que tu. Bueno, tenía.-Otra risa por parte de la chica que está sentada en la cama.
La cara de Silvia pasó de tener un color normal a blanca como la cal. No se lo puede creer. E-Ella...
-¿Me estás tomando el pelo? Por qué no me hace ni una pizca de gracia, tía.
-No te estoy vacilando, Silvia.-Dijo más seria.-Soy Anna, la chica que murió hace 5 años.
