Capítulo 18

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La habitación donde nos hospedamos es altamente lujosa, lo ha conseguido Jacob. Una cama matrimonial con sábanas blancas, reposa sobre una alfombra color beige, toda la habitación tiene tapiz de color blanco, una lámpara de araña cuelga en el medio de todo el salón, una TV de unas 42 pulgadas frente a la cama, un sanitario, una cocina con los elementos necesarios, y... Jacob y yo mirándonos y mirando la cama... Oh, no.

- Tú dormirás en la cama -me dice leyendo mi expresión 

- ¿Y tú dónde dormirás? -le pregunto entonces

- No te preocupes, no me hace falta dormir -me dice juguetón

- ¿Y que se supone que harás mientras duermo? -le pregunto sarcástica

- Observarte 

- Que divertido y tranquilizador -le digo dándome la vuelta para ir al sanitario

Entonces me toma de la mano y me vuelve hacia él, nos miramos fijamente y me sonríe de una forma picarona, de pronto descubro sus intenciones así que lo empujo juguetona.

- Déjame en paz -me río 

- Luego no me busques para darte amor -me dice levantando las manos y yo sonrío como idiota.

- Vale -mi subconsciente roda los ojos y me pregunta por qué demonios hice eso- Me daré un baño, ¿de acuerdo? 

- Está bien, ordenaré la cena - asiento con la cabeza y me vuelvo hacia el sanitario.

El sanitario -también lujoso, lo cuál me parece un derroche inmenso-, tiene una tina de hidromasaje, fantaseo con la idea de estar en ella con Jacob y rápidamente descarto la idea, ¿cómo rayos se me puede ocurrir algo así?  
En un placard se encuentran las toallas blancas y diferentes tipos de jabones líquidos y shampoo, escojo un jabón para un baño de burbujas con aroma a lavanda, ojalá hubiera de fresas pero éste servirá. Preparo el baño y el aroma inunda el ambiente, mientras la tina se llena, me tomo un momento para observar el resto del sanitario, las paredes son color beige, el piso es de color blanco, tiene una ducha a un lado de la tina, y el placard se encuentra al lado de un espejo enorme dónde se encuentra también el lavamanos, miro mi imagen en el espejo y me veo diferente, mi cabello ha crecido aún más, he crecido de estatura y mis atributos también lo han hecho, vaya, ésto es bueno digo para mis adentros.
Cierro el grifo, y empiezo a desvestirme, lentamente subo a la tina, y el agua es exquisitamente tibia, me acuesto y relajo el cuerpo, cierro los ojos y comienzo a ordenar mis ideas.

Me alegro que Elizabeth tenga una familia y que ella se encuentre fuera de todo ésto, lamento tanto lo de mis padres, pero ahora que lo menciono ¿cómo lograron traerme al mundo? Habrá sido obra de Zoraida, aunque no es una pregunta que pueda ser respondida en éste momento; quizá haya sido cosa del destino que Jack haya sido puesto de nuevo en mi vida, no tengo idea del propósito de todo ésto, pero como he dicho en un principio, nadie puede ir contra el destino, ni siquiera uno mismo, creí enamorarme de él, pero simplemente ha sido por costumbre, ahora lo sé porque siempre estuve destinada a estar con Jacob, ahora la gran pregunta es ¿por cuánto tiempo estaremos huyendo? ¿cuánto tiempo duraremos de ésta forma? y, ¿qué será de nuestra vida juntos? ¿Tendremos hijos, y formaremos una vida normal lejos del peligro? Me parece simplemente imposible, me entristezco ante la desgarradora idea de que mi vida esté destrozada para siempre, y ahora la pregunta final ¿En qué me he convertido: soy una inmortal o una humana que pronto envejecerá y morirá dejando a Jacob a su suerte? No es que Jacob no pueda seguir sin mi, si no que... ¿a qué va todo ésto si al final voy a morir de nuevo? Hay demasiadas preguntas que responder pero por ahora solo disfrutaré el tiempo que me queda con él.

Cuándo abro los ojos, me sobresalto del susto, Jacob está sentado en el borde de la tina mirándome con cara de enamorado, maldición, tiene que dejar de hacer ésto.

- ¡Jacob! Me has dado un buen susto, no lo hagas de nuevo 

- Lo siento, nena -me dice sonriendo y no puedo enfadarme con él, es tan hermoso y más viéndolo como él mismo, oh si, olvidé mencionar que ahora tiene su cuerpo original, es decir el cuádruple de la belleza que poseía con su envoltorio.

- Oye, ¿me permites? Saldré a vestirme -le digo

- Hazlo -me responde juguetón y yo ruedo los ojos

- ¿Quieres dejarme sola por favor? -le digo más severa, entonces se agacha hasta a mi, me toma el rostro y me besa en los labios y yo disfruto del beso hasta que me suelta y lo último que oigo es la puerta cerrarse antes de abrir los ojos.

Al salir del sanitario lo veo sin remera usando solo sus jeans negros, oh, maldición, ¿éste quiere matarme? Siento que babeo al verlo entonces siento ganas de darme una cachetada, así que hago todo el esfuerzo de disimular. Él aún no se da cuenta que he salido, está de espaldas a mi, sus músculos moviéndose y marcando su hermosa espalda, que perfección, quiero tocarlo, me muerdo los labios y entonces él se vuelve y me descubre mirándolo y yo me sobresalto, muriendo de vergüenza.

- ¿Cuánto tiempo has estado ahí mirándome? -me dice riendo, yo solo quiero que me trague la tierra

- Muy divertido -le digo fingiendo indiferencia, claro que ya de nada me sirve ahora. Me he puesto solo una bata, por que olvide llevar mi ropa, así que busco en la mochila algo de ropa cómoda para luego poder descansar.

-¿Quieres decirme por qué me encantas tanto? -lo escucho preguntar y yo quisiera gritar de emoción.

- ¿Pero que dices? No lo hago -le respondo tratando de conseguir que me adule

Veo de reojos que se acerca lentamente a mi, y yo finjo buscar mi ropa, porque ya lo tengo en mi mano.

-¿Qué buscas tanto, cariño? -me susurra al oído, tomándome de la cintura y abrazándome por detrás, lentamente me enderezo entre sus brazos y deseo jugar al juego. 

Jacob: 0          Annie: 0      

¡FIGHT! 


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