35 "Tú Eres..."

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"Te estoy dando el permiso para que huyas,

Yo soy solo un chico perdido,

Que no está listo para ser encontrado"

(I'm giving you the run around

I'm just a lost boy

Not ready to be found)

Lost Boy – Troye Sivan

NICK

Salgo del colegio, miro hacia arriba, cierro los ojos y respiro profundo, vuelvo a caminar y comienzo a dirigirme hacia mi casa, se supone que me iba a ir con Maykol en su auto, pero he decidido irme solo. Le dije ayer que no tenía que cabrear a Alex, pero de todos modos lo ha hecho, y hemos estado muy cerca de hundirnos. Lo raro, es que aun no entiendo por qué Alex no dijo nada, tal vez se arrepintió, pero... ¿Por qué? Si se veía lo bastante convencido de revelar toda la verdad.

Después de todo esto, comienzo a creer que Maykol tenía razón, y Alex no es alguien en quien se pueda confiar. Y ahora, justo que pensaba en Maykol, mi teléfono comienza a vibrar, miro la pequeña pantalla, y su nombre aparece en letras blancas.

- Hola – digo desganado.

- ¿Dónde estás? –

- Voy caminando hacia mi casa –

- ¿Qué? ¿Con este frío? Pero, si te dije que te llevaría yo a casa – me dice perplejo, miro nuevamente hacia el cielo, las nubes no me dejan ver el color azul, y un aire helado que corre por el ambiente me provoca escalofríos en mis brazos desnudos.

- No importa – le respondo a su comentario del clima – no es mucho lo que me falta para llegar a casa –

- Bien, entonces, ¿Te veo mañana? –

- Si – le respondo, me despido de él, y corto la llamada. Aproximadamente me faltan dos cuadras para llegar a mi casa, y cuando comienzo a escuchar sonidos de herramientas de mecánica, sé que he llegado a mi hogar.

Meto mi llave, y abro la puerta, Nate me saluda al momento de llegar. Papá está trabajando en el taller, comienzo a subir la escalera a mi habitación, y cuando llego, siento que el ambiente fuera el de hace meses atrás. Cuando solo tenía a Susana, cuando llegaba a mi casa, y no hacía nada. Por alguna razón, me siento así ahora, tengo una especie de vacío en el estómago, no entiendo que me está ocurriendo. Busco mis audífonos, y me pongo a escuchar música mientras me lanzo a mi cama, eso siempre me anima un poco. Pero, ¿Qué rayos me pasa? ¿Por qué me siento así? La música no hizo resultado, decido abrir mi Whatsapp y ver qué novedades hay en los estados de mis amigos. Tengo a Susana, Lucas, Jayme, Alex, Moises... ¿Alex? Deslizo mi dedo confundido hacia el nombre que acabo de ver, y si, es él. ¿De dónde salió su número? Comienzo a pensar un montón de cosas, pero llego a la conclusión, de que él debe haber puesto su número aquí cuando encontró mi teléfono. Pero, ¿Por qué?, esto cada vez me confunde más.

Abro su contacto, de icono tiene una foto de él, vestido con una remera blanca, con estampados grises, y una patineta en sus manos. No tiene nada en su estado. Muevo mi dedo, hasta el botón eliminar, ¿Lo hago o no lo hago? Debería hacerlo, no sé por qué, pero no lo aré.

Dejo mi teléfono a un lado de la cama, cierro mis ojos, y trato de descansar, siento que hoy ha sido un día, muy, muy, muy largo.

Alguien golpea mi puerta, y logra despertarme, pregunto quién es, y Nate me pregunta si voy a bajar a comer algo, por mí le diría que no, pero Papá está aquí, y sé que si no bajo a comer, va a venir a verme, no quiero preocuparlo, y meterle cosas en la cabeza. Ya que estoy intentando que la palabra anorexia, desaparezca por completo de mi vida. Me pongo de pie, y bajo las escaleras hasta el comedor, Papá y Nate me esperan en la mesa, tomo asiento, y comienzo a comer con la mejor sonrisa que puedo entregar ahora. Por suerte, es Nate el que está haciendo el tema de conversación el día de hoy.

MordidasWhere stories live. Discover now