47 "El Sabor de la Despedida"

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"Me propongo tanto continuar

Pero amor es la palabra

Que me gusta a veces olvidar

Sobrevivo por pura ansiedad

Con el nudo en la garganta

Y es que no te dejo de pensar

Poco a poco el corazón

Va perdiendo la fe

Perdiendo la voz..."

Sálvame - RBD

MAYKOL

Conecto mi teléfono al internet del Colegio, y mientras el profesor hace la clase, yo bajo música a escondidas. Cuando he terminado, busco mis audífonos blancos en mi mochila, después de unos instantes buscando, me doy cuenta de que no los he sacado del casillero, así que me pongo de pie, le digo al profesor que necesito ir al baño. Él me da el permiso para salir del salón, yo sonrió y comienzo a recorrer los pasillos del Colegio en busca de mi casillero. Estoy a dos pasillos de llegar, cuando cruzo una esquina, y veo a Nick. Está mirando algo que parece un papel que ha sacado del casillero. Describo su miraba con un tono de confusión, luego lo veo beber café, cerrar la puerta de su casillero y comenzar a caminar algo apresurado. Decido seguirlo y asustarlo, no tengo ni idea para donde va, pero supongo que pronto lo averiguaré.

Nick se detiene al momento de estar al frente de la puerta de uno de los armarios del conserje, yo me quedo mirándolo desde la esquinza del pasillo, él golpea suavemente la puerta, y como nadie abre él entra sin permiso. Espero que salga, pero comienzo a pensar en que algo anda mal, cuando pasan los minutos y Nick no sale de aquel lugar. Decido acercarme para saber si tiene algún problema, pero entonces, veo a Alexander aparecer desde la esquina del pasillo que está al frente de mí, yo escondo mi mirada para que no logre verme, comienzo a temblar con cautela, cuando Alex entra al mismo armario al cual Nick entró. Me acerco una vez que escucho cerrar la puerta, mis piernas comienzan a temblarme, respiro profundamente cuando llego, pongo mi oído en la puerta, para tratar de escuchar alguna cosa, pero como no escucho nada, decido sin pensarlo, abrirla.

Y ahí está... Alex, encima de Nick, ambos besándose, escucho claramente el momento en el que mi corazón se quiebra en mil pedazos, y cae al suelo como si fuera polvo. Mi mirada se cruza con la de Nick por unos instantes, una lágrima se me escapa sin permiso, con despreocupación dejo que recorra mi mejilla hasta desaparecer.

Salgo de aquel armario. No mires atrás, no mires atrás... me repito una y otra vez, sin importarme de que mi mochila esté aun en el salón. Camino hasta el estacionamiento, busco mi auto, lo encuentro y me subo. Cierro la puerta con brutalidad, las lágrimas comienzan a salirme disparadas, pero no me importa si alguien me ve llorando.

El dolor tengo que dejarlo salir, tengo que sentirlo, porque esa es la única manera, en la cual puedo creer al día de mañana, en que esto que está ocurriendo es real.

Presiono el acelerador con mi pie, y salgo a toda velocidad del Colegio, conduzco muy rápido, y a los tres minutos ya estoy en mi casa. Me bajo del auto, con una mirada penetrante y odio, camino hacia la entrada de mi casa, abro la puerta, la cierro de un golpe, y llego a mi habitación, nuevamente lanzo la puerta con fuerza, cierro con seguro. Camino en círculos, una y otra vez recorro mi habitación, hasta que la tristeza gana la batalla, caigo en un rincón, pongo mi cabeza entre las piernas, y dejo que las lágrimas salgan y caigan en el suelo.

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