50 "Labios Fríos"

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"Dime tú, me abrazarás después de la muerte de oro,

Si, tú! No tienes que morir solo esta noche,

Te encontraré en un cielo ardiente,

Cuando las cenizas de la lluvia estén en tu mente,

Sacrificio"

(Tell me you, will hold me in the golden afterlife

Yeah, you

You don't have to die alone tonight

I will find you in a burning sky

Where the ashes rain in your mind

Sacrifice)

Sacrifice – Zella Day

NICK

Aquellas chicas que estaban sosteniendo la puerta, caminan alrededor del salón nerviosas, Lucas y Susana se acercan a mí, entonces, veo a mi alrededor, hay cerca de 5 o más chicos aquí, todo puede terminar muy mal, con solo un sonido.

- Los teléfonos – susurro, todos se voltean a mirarme – pongan los teléfonos en vibrador – digo mientras saco el mío y obedezco mi propia orden.

- ¿Nos vamos a quedar aquí? – pregunta Susana.

- No lo sé – susurro, comienzo a pensar, en que tenemos que averiguar qué es lo que está pasando. Pero más importante, Susana, Lucas y yo, necesitamos saber dónde están Moises, Jayme y Maykol.

- Deberíamos quedarnos todos aquí y no salir – dice Alexander, había olvidado por completo su presencia en el salón.

- Nosotros nos vamos – dice Lucas, tomando del brazo a Susana.

- ¿Qué? – Pregunto sorprendido - ¿Por qué se van? Es peligroso –

- No hay salida en este salón – dice Lucas – tenemos que ir a la entrada, e intentar salir –

- ¿Por la puerta principal? – Pregunta una de las chicas que no conozco – de seguro tienen hombres en la puerta principal – Lucas se queja en silencio y mira hacia todos lados, como si estuviera buscando una idea que flota por los aires.

- Los ductos de ventilación – susurra Alex.

- ¿Cuáles? – pregunta Susana.

- En la biblioteca – responde – los otros están en la cocina, pero aquellos están más lejos –

- Bien – dice Lucas decidido – Nos vamos –

- De acuerdo – responde Susana - ¿Vas? – me pregunta a mí, pero siendo sincero, no puedo pensar con claridad, no ahora, que no tengo idea de cómo está Maykol. Supongo que la única manera de averiguarlo, será encontrándolo.

- Voy – respondo.

- Igual yo – dice Alex.

- No creo que sea buena idea que tú vayas – le dice Lucas a Alex.

- La idea de los ductos fue mía – dice Alex ofendido – yo no me voy a quedar aquí –

- Pues te vas por otro pasillo, pero con nosotros no caminas – le responde Lucas. Alex solo lo mira, pero luego, asiente. Me sorprende que haya aceptado sin antes presentar algún argumento.

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