CAPITULO 28

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Les dejo foto de los nuevos aliados. En orden: Sebastián, Agnes, y Adriana.
Espero les guste el capítulo.😊

                     REFUERZOS

Me encontraba esperando en el Templo de los Alados, llegué temprano, antes de amanecer sin que Agatha se diera cuenta. Sé por adelantado que me va a reclamar, pero pueden suceder muchas cosas por lo que es mejor se mantenga al margen. Espero no convenza a Adriel de traerla, aunque después de la conversación que tuvimos esta madrugada donde incluso lo amenacé, no creo que esté dispuesto a desobedecerme. Por suerte para mí, ella no sabe llegar por sus propios medios.

Siento un poco de nostalgia, extraño a Haziel, he estado en comunicación con él pero no es lo mismo que tenerlo a mi lado. Ya él sabe mis sentimientos por su hija, creí que se molestaría, pero me sonrío y me dijo que él siempre sospechó que terminaríamos enamorándonos, la única recomendación ha sido que no la lastime.

Honestamente es lo último que deseo hacer, pero a veces me cuestiono si es correcto. Me refiero que de antemano conozco que la relación entre humanos y ángeles están prohibidas, y que para poder estar juntos tengo que renunciar a mi divinidad y como un simple mortal no podré desempeñar mi papel de protector a plenitud.

La sola idea me disgusta, tengo claro mis sentimientos hacia ella, pero ¿Qué estoy dispuesto a sacrificar para permanecer juntos? Si por mí fuera tiraría la toalla y me dedicaría a amarla pero es un pensamiento egoísta, tomando en cuenta la maldad que existe en el mundo y que la humanidad depende de nuestra protección.

Además quiero cuidar de ella, lo cual no podría llevarlo a cabo siendo sólo un humano. Me resistí a aceptar mi realidad, pero ése día no pude evitar besarla, y debo admitir que me encantó. Cuando estoy con ella no pienso con claridad, no quiero que Agatha se convierta en mi debilidad.

Mi meditación es interrumpida por pasos acercándose, me colocó en medio de los altos pilares y agudizo mi vista. Me gusta estar en mi forma de ángel soy más fuerte.

Veo acercándose a una pareja de la mano, seguidos de una tercera persona, es una niña. Cuando me ven apresuran el paso y se quedan gradas abajo, ellos no pueden entrar. Sus rostros reflejan asombro, me imagino que nunca han visto un ángel, extiendo mis alas para luego plegarlas, comienzo el descenso, apenas pongo un pie en el suelo me transformo, los tres ahogan una mueca de excitación.

-Hola. –Saluda tímidamente el chico cuyo nombre es Sebastián.

-Bienvenidos. –Los recibo.

-Ella es Agnes, está con nosotros, aún no ha hecho la iniciación, es muy joven, pero insistió acompañarnos. –Agrega Sebastián. _Su don no ha sido revelado.

-Eso no es problema, hay otra forma ¿Qué edad tienes?

_Acabo de cumplir trece. _Contesta cariz baja.

_ ¿Estas segura de esto?

Asiente con un movimiento de su cabeza para agregar: _Quiero ayudar, no deseo ser marcada.

_Comprendo. _Ahora me dirijo a ellos. _Pónganse estos anillos por favor.

Obedecen ajustándose la joya a su dedo.

_ ¿Es todo? ¿Ya no podrán ubicarnos? _Pronuncia Sebastián incrédulo.

_Así es, tienen mi palabra. Es hora de partir, tomen mis manos y no se suelten.

Lo hacen, pronto aparecemos en las afueras de la cabaña donde Agatha y Adriel discuten.

-Ahí está a quién deberías estarle gritando. –Se defiende Adriel señalándome.

ENTRE SOMBRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora