Capítulo 31.

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-¿Por cuánto tiempo tienes que irte?- Pregunto a mi madre mientras la observo hacer las valijas.

-Sólo serán un par de semanas, máximo tres. ¿Estás seguro de que quieres que te deje a Seagull y Baby G?

-Segurísimo, estarán bien aquí. Los cuidaré, lo prometo.- No puedo dejar que se los lleve, le prometí a Sarang que se los presentaría este domingo.- Te extrañaré.

-Claro que no. Desde que sales con Jimin ya no le prestas atención a tu madre.- Me dice fingiendo indignación.

-Eres una mentirosa. Te veo incluso más seguido que antes de salir con él.- Se sentía bien decir eso. Mi corazón se agita de alegría cada vez que aclaro que Jimin y yo estamos en una relación.- ¿Irás sola?

-No, todo el equipo de abogados estará allí. Es una persona que no escatima en gastos cuando se trata de asuntos legales.- Yo asiento.- ¿Seguro no quieres ir con tus abuelos?

-No, los iré a visitar pero no me quedaré. Desde allí a la universidad hay una hora de viaje. Prefiero aprovechar esa hora en otra cosa.

-Bien... Pero no te olvides de ir a verlos.

-Claro. ¿Quieres que te acompañe?

-No, no. Ya llamé al taxi que me dejará en el aeropuerto, y la valija es pequeña, así que puedo manejarme sola.

Una vez terminado de empacar, tomo su valija y la llevo a la puerta hasta que ella se prepare. El teléfono del departamento suena y voy a atender.

-El taxi está listo, señor Jeon.

-Muchas gracias. Ahora baja.- Cuelgo y al notar que no está lista, la apuro.- Ya está el taxi abajo, rápido mamá.

-Ya voy, hijo. Ya voy. Hay comida en la heladera. Saca a los perros tres veces al día. Ponle comida y agua. Ten cuidado con la estufa, no vayas a quemarte. Cierra la llave del gas cuando vayas a dormir...

-¡Mamá! Ya sé tus instrucciones de memoria. ¡Ve! Que llegarás tarde...

-Bueno, bueno.- Me besa y acaricia mi mejilla dulcemente.- Te amo, hijo. Cuídate mucho.

-Tú también, te amo. Ten mucho cuidado y que te vaya bien.

Mi madre sale pero no me deja ir por el frío que hace fuera. Mi malhumor vuelve cuando noto que debo prepararme para ir a la universidad. No es que no quisiera ir, es solo que el día está para quedarse en casa calentito bajo las sábanas. Con Jimin.

No. Con Jimin no. Mi madre me pidió no invitar a nadie mientras esté sólo, como si no pudiese irme a otro lado a estar con él. Pero por mi no hay problema.

Me preparo un café esperando la hora de salir. Me siento frente al ventanal y tomo tranquilo envolviéndome con su aroma.

Recuerdo las palabras de Jimin aquella vez.

*-Te conozco tanto, que sé cuál será tu respuesta y no quiero oírla.*

¿Qué es eso que tiene que decirme pero no se anima? Cada vez que le pregunto se pone nervioso e intenta desviar el tema.

Le prometí no tocar el tema hasta que esté listo, pero no puedo contra mi curiosidad. Mi mente me juega tantas malas pasadas que hasta sueño con ello.

Sueño que él me dice que todo fue un error y que nunca deberíamos haber estado juntos. Abandonándome para siempre. Me remuevo molesto por la situación e intento olvidarme del tema tomando otro trago de café.

Mi teléfono suena, voy hasta la mesa ratona donde lo dejé y leo el mensaje.

*Buen día. ¿Cómo amaneciste? Ya quiero verte...*

FOR YOU [Jikook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora