Capítulo 35. Parte [2/2]

24.2K 2.4K 729
                                    

*¡Las/os quiero! ¡¡Disfruten!! ♡♡♡*

Jimin.

-¿Debería irme?- Otra vez suena a pregunta lo que debía sonar a decisión. Pero no soporto la idea de alejarme de él. Estoy tan cansado que no tengo intenciones de irme, solo quiero dormir en sus brazos. De esa manera dormiría tranquilo.

-No tengo permiso para invitar a nadie...- Me lo hace más difícil. Más no todo esta perdido. Suspiro fingiendo rendición antes de hablar.

-Es una lástima...- Me acerco lento a él para besar su mejilla. Indignado por mi comportamiento, me mira suplicante.- Supongo que deberías hacerle caso a tu madre.- Susurro a su oído sin despegarme de él. Él baja su cabeza hasta mi hombro apoyando su frente allí, en silencio.- ¿Kookie?- Lo llamo preocupado.

Pero él no contesta, solo se queda allí, cerca de mi, dejándome aspirar su aroma, aquel que me encanta.

-¿Cómo puedes gustarme tanto?- Le pregunto y escucho su risa tímida. Levanta de a poco su cabeza para, esta vez, ser él el que bese mi mejilla.- No te despidas.- Le ruego. Toma mi mano y la entrelaza con la suya. Yo, instintivamente, apoyo mi frente en la de él para sentir su respiración.

-Te amo.- Susurra en mi boca.

-Y yo a ti, ¿lo sabes?

Asiente sin despegar su frente de mí y agradezco el hecho de haberlo cruzado aquella vez en el minisúper.

En silencio y aún tomados de las manos, nos adentramos a su edificio. Subimos el ascensor regalándonos miradas cómplices y nos adentramos a su departamento sin dejar de pensar que está prohibido. Pero todo lo está para nosotros, ¿qué le hace una cosa más?

Su departamento me resulta lo más cálido del mundo en este momento... o quizás sea su mano, que no dejó de aferrarse a la mía ni un segundo.

Al entrar me suelta para quitarse algo de abrigo, sintiéndome sorprendentemente solo por unos momentos. No obstante, sé que en realidad él está a mi lado, puedo verlo y pronto podré sentirlo, pero las preguntas vuelven a arremolinarse.

-No quiero lastimarte...- Susurro lo que debería haber sido solo un pensamiento.

Él, sorprendido, se da la vuelta y su rostro se torna preocupado al notar el mío. En silencio se acerca a mí para besar dulce mi boca. Cierro los ojos al sentir su mano viajar por mi cuerpo para quitar algo de abrigo, sin separarse.

Al quedar solo con ropa simple, se aleja lo suficiente como para mirarme a los ojos.

-No lo harás... confío en ti... tanto...- Me dice entre besos.- Tanto... que no permitiré que nadie me separe de ti... nada, ni nadie... solo tú puedes decidirlo.- Apoya su frente a la mía.- No me dejes...- Ruega y mi cordura desaparece nuevamente.

Jungkook

Él toma impulso y me levanta sosteniendo mis muslos. Yo me dejo hacer, aferrándome a su cuello.

Me dirige a mi cuarto y una vez allí me libera en mi cama, la cual ruega por la presencia de Jimin.

Mi vista de él es hermosa. Me mira de arriba con desesperación y tristeza a la vez como si temiera romperme o... perderme.

Estiro mi mano para acariciar su rostro y él la toma para aferrar mi tacto, cerrando sus ojos al sentir mi palma en su mejilla.

-No tengas miedo...

-Te amo, Jungkook.- Me dice mientras veo que una lágrima resbala por su rostro. Asustado me arrodillo en la cama para quedar a su altura y poder acercarme sin despegar mi mano de su rostro.- Pase lo que pase...- Su voz denota que está afligido. ¿Cuánto has estado sufriendo?- Por más de que las cosas aparenten lo contrario... Nunca, jamás dudes que te amo.

Asiento limpiando cada lágrima que aparece. Éste toma mis manos y las aparta para él realizar el trabajo.

De a poco empuja mi cuerpo ,y sin darme cuenta, ya estoy debajo suyo viendo solamente su rostro, sus ojos ojos rojos producto de las lágrimas pero no por eso menos hermoso.

Sonríe tímido y mi corazón vuelve a latir con normalidad.

-También te amo.- Con esas simples palabras volvemos a la locura. Él besando mi boca salvaje, mientras cuela su mano por debajo de mi camiseta levantando un poco ésta.

Finalmente llega al punto de que no puede avanzar y nos separamos para quitar toda prenda que estorbe. Veo como se quita lo suyo rápido para ayudarme a mi. Ya solo quedamos en bóxer, cuando volvemos a pegar nuestros cuerpos.

Jimin besa mi boca y baja por mi mandíbula para llegar a mi cuello y seguir su recorrido por mi pecho. Lamiendo un pezón y estimulando el otro con su mano.

No resisto y cada succión o caricia es acompañada por mis gemidos. Lo extrañaba tanto...

Continúa su recorrido de besos hasta mi abdomen apretando con su mano derecha mi muslo izquierdo.

Quita mi ropa interior y sin preámbulos mete mi hombría en su boca. Yo arqueo mi espalda y gimo al compás de cada succión, de cada estímulo que produce que millones de choques eléctricos recorran mi columna.

-Ji-Jimin... Me voy...- Pero antes de que pueda siquiera venirme detiene su trabajo para volver por el mismo camino de besos hasta mi boca, dejándome probar mi propio pre-semen de su boca.

Vuelve a separarse pero esta vez me da vuelta, quedando boca abajo en mi cama sintiendo su hombría dura sobre mi trasero.

-Eres hermoso.- Me susurra al oído, recorriendo con su mano mi espalda, hasta llegar a mi trasero y meter dos dedos de una.

-¡Ah...!- Me quejo gimiendo. A pesar del dolor y producto de la excitación, no protesto más que eso.

Una vez preparado saca sus dedos para quitarse su ropa interior e introducir, en la misma posición, su hombría de una sola estocada.

No logro moverme por la excitación ya que me tiene encerrado entre su cuerpo y mi cama.

Su hombría sale y entra en un movimiento lento pero duro, sintiendo cada uno de sus gemidos en mi oído. Cada uno llama mi nombre y me relata lo mucho que me ama.

No es necesario ni siquiera una petición. Nos leemos la mente al necesitar más velocidad, mucha más ferocidad en cada estocada.

Sus gemidos roncos me indican que pronto se vendrá. Yo giro mi rostro a un lado para intentar besar su boca, pero entre sus gemidos y los míos solo se convierte en un intento.

Aferra su palma de la mano en el dorso de la mía, la cual se aferra a mis sábanas en un intento por canalizar la euforia por tanta entrada y salida descontrolada. Mi piel arde en cada rincón que su cuerpo toca. Con la otra mano aferra mi pene y me dejo vencer ante tanto placer. Nuestros gemidos llegan al punto de ser incontrolables.

Las estocadas son cada vez más fuertes y me masturba sin piedad.

Una, dos más y nos venimos al mismo gimiendo el nombre del otro.

Siento su cuerpo desplomarse contra el mío y su semen escurrirse por mi piernas. Es la sensación más placentera que podría imaginar.

Su respiración agitada choca contra mi cuello.

Intento moverme y al darse cuenta, éste sale de mi para ubicarse a mi lado, frente a frente.

Ya no hay llanto en sus ojos, sino que brillan. Tanto, que podría iluminar hasta mi noche más oscura.

Cansado me acerco a él para acariciar una vez mas su rostro y besar cada rincón del mismo, sintiendo como Jimin se deja hacer por mi.

-Te amo.- Le digo escondiendo mi rostro en su cuello para sentir aquel olor a sexo y su piel mezclados. Sintiéndome adormecido por ese aroma.

-Te amo.- Me susurra antes de quedar profundamente dormido.

FOR YOU [Jikook]Where stories live. Discover now