Capítulo 5

3.8K 412 31
                                    

Capítulo 5 : ♣¿Quién soy?♣

— Siento haberme ido — Estalló en llanto mientras le abrazaba escondiendo con afán su rostro en el pecho del pelirrojo —. Fue tan rápido y no pude despedirme.. —al verla llorar no pudo hacer más que sonreír aun procesando lo que estaba sucediendo, no esperaba volver a verla y tenerla allí frente a él lo tenía sorprendido —. Perdóname... Ayato.

— Esta bien... — Dijo en un susurro audible solo para ella. No quería llamar la atención de sus hermanos, aun no, unos minutos mas a solas no podía ser mucho —. Regresaste y eso es lo que importa.

  Acarició el blanquecino cabello de la chica, así, logrando esta se calmara de a poco. Aun no se explicaba como la tocaba en ese mismo instante, apenas ayer aseguraba con  toda tristeza el que ella estuviera inerte enterrada bajo cantidades de escombros y cenizas sobrantes.

— Disculpa. — se separó de él con la cabeza gacha para secarse las lágrimas tanto como el momento le permitía, sin embargo, estas seguían saliendo con lentitud —. Debería estar feliz — esbozó finalmente mirándole a los ojos con alegría oculta tras su aspecto cristalizado.

— Mas yo. — acarició su mejilla, mientras, esta disfrutaba del tacto uniendo su mano con la de él —. Te creía muerta, has hecho preocupar a Ore-Sama.

— No se desharan de mi así de fácil — Dio medio paso hacia atrás detallando a su viejo amigo de pies a cabeza —. Como has crecido... Me dejas atrás jirafa.

— No me quedé enano como otras. — rió al despeinarla destacando así su notable diferencia de altura.

— Nfu, como usted diga "Ayato-Sama". — dio unos pasos en reversa hasta topar con la pared y arrecostar su espalda en ella —. Sé que es probable que no quieras decirme pero no pierdo nada preguntando, dime... ¿Que ha pasado con Raito?

« ¿Raito? » se preguntó él con cierta molestia. Acababa de reencontrarse con ella, quizás quince minutos de haberla visto casi que por primera vez, y ya pasaba de él por aquel ahora pervertido sin remedio.

— ¿Tanto te importa ese pervertido? — respondió con desgana tal como ella lo había previsto.

— Ese pervertido es como mi hermano señor celos. — dejó ir unas pequeñas risas ocultándolas con su mano.

— ¿Y yo no lo soy? — retiró serio la mano que según él estorbaba.

— Insisto, ce-lo-so.

— ¡Claro que no! —dijo tratando de mantener un volumen discreto y desviando tanto su rostro como su mirada hacia la continuidad del pasillo a su derecha.

— Tu no cambias —la escuchó reír unos segundos hasta que se detuvo y devolvió su vista a sus ojos azules que se encontraban más relajados frente a él —. Todos ustedes son mi familia, Ayato —hizo una breve pausa —. Solo quiero ver a mi familia tonto —y guardó silencio a la espera de su respuesta.

— Ore-Sama sabe eso —dijo con seguridad. En verdad ya lo sabía, siempre lo supo; eran familia y lo comprendía pero.. De una forma u otra siempre le molestó verla de más con sus hermanos y otros "Típicos celos fraternales" le habían dicho mas de una vez.

— Ayato~ ¿Jugamos a las atrapadas? —curvó sus labios en la misma sonrisa juguetona de hace años—. Como cuando niños ¡Atrapame cerecita! —esto último lo dijo con mucho ánimo y como objetivo interno recorrer el lugar en busca de mas conocidos.

  Apareció detrás de él, tocó su hombro haciendo que volteara y salió corriendo cual niña al aire libre. Sin darse cuenta el menor de los trillizos ya se encontraba detrás de ella; parecían pasar por habitaciones al azar mientras él se preguntaba como podía estar haciendo eso a su edad, volver a jugar como niños. Entre sus carreras llegaron finalmente al salón principal donde se veía a cierto pervertido admirar el ardiente fuego de la chimenea quemando la leña recién puesta. Logró ella divertida dejarlo contra una pared y cubrirle el rostro con su propio sombrero. Ayato, que llegó con un segundo de diferencia tocó su hombro luego limitándose a observar conociendo las intenciones de ella de repetir su juego de..

— ¿Quien soy~? —cuestionó sin poder ocultar su emoción.

   Él olfateó.

— No eres Bitch-Chan~. —relamió sus labios con una sonrisa lasciva —. Mmm.. Pero dame una pista~

— Me desvele contigo más de una vez —dijo entre pequeñas risas.

— Si esa es la pista podría ser cualquiera —se burló el cabello de cereza con sus usuales aires de grandeza.

  Raito olfateó nuevamente.

— ¿¡Sao-Chan!? —quitó el sombrero del camino a rodearla con fuerza al solo reconocerla como si fuese a escaparse de nuevo —. ¿Donde te habías metido~? —Saori correspondía al abrazo de igual manera con el accesorio entre ambos.

— Luego quizás les cuente —se separaron incluyendo al menor de los trillizos en la escena e intercambiar algunas palabras sobretodo entre los dos mayores.

— ¡Que alegría verlos! —dio saltitos de felicidad en su lugar —. No saben cuánto los extrañe. —Raito con ver a su hermano sabía que su maña celosa de antes aun no se iba, esta que muchas veces demostró con la reciente novia, y veía a mente como molestarlo como mayor que se respeta.

— Ayato-kun~ ¿Planeas asesinarme con la mirada? —dijo con la segura intención de molestarlo y como al pelirrojo nadie le pone limites le fue imposible no caer en la trampa —. Nfu ¿Tus celos volvieron?

— Así parece~. —le murmuró ella ocultando se las risas rebeldes.

— ¡No estoy celoso! —era lo que él repetía al defenderse con en ambas espadas.

— Claro Claro~. —tomó del suelo aquel spmbrero, que se había caído al finalizar el anterior abrazo, pasó una mano por su cabello castaño y colocó el accesorio sobre este.

— Esta bien Ayato —afirmó ella restándole importancia con un gesto de manos buscando ya olvidar el gastado tema.

— Tch, Ore-sama no esta celoso.. —se susurró a si mismo Ayato con el logrado objetivo de no ser escuchado por el resto.

— ¿Porque tanto alboroto? Perturban a Teddy. —apareció el de cabellos lilas siempre fiel a su pequeño oso de felpa—. ¿Que está haciendo ella aquí? —pronunció al verla con palpable molestia en su voz.

  En ese momento Saori sintió una corriente eléctrica atravesar su columna  con cierto temor, aun así, dispuesta a acercarse o de lo contrario tendría mas problemas.

— Al fin tuve la oportunidad de regresar... No quería molestarte. —mantuvo un perfil bajo pues el miedo que le tenía a ese pequeño siembre había sido algo obvio.

— ¿Para que has venido? Si ni Teddy ni yo queremos verte, tu presencia nos es desagradable —dijo calmado expresando rencor en sus grandes ojos violetas para luego sin previo aviso llenarse de un enojo exagerado —. ¡¿Desapareces y pretendes volver como si nada?!

— Kanato perdoname yo- —a pesar de que la chica hablaba tan rápido como nervios del momento se lo permitían, sin embargo, el contrario interrumpió sus palabras.

— ¡No te lo perdonaré bastarda! —lleno de ira Kanato levantó su mano amenazante ya listo para herirla tal y como lo hacía con la actual novia de cabellos casi blancos. Al verlo ella no hizo más que colocar sus brazos frente a su rostro utilizándolos como escudo ante la amenaza y amortiguar el impacto.

[Editado el 22/10/16]

✧:・゚Manchada✧:・゚Diabolik Lovers ✧:・゚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora