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Capítulo 11

Capítulo 11 : ♣♣

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Narra Yui

La ví caer. Gracias a la energía del momento logre liberarme del agarre de Kanato. Alcancé a sostenerla; no pude mantenerla de pie soo tuve la fuerza suficiente como para amortiguar su caida. Tenía a la única chica a la que podía llamar "Amiga" en mis brazos, inconscientemente expresando dolor en su rostro. Sabía que lo estaba pasando mal y no podía hacer nada al respecto..

— ¿Esta muriendo, Teddy? — Preguntó Kanato al pequeño oso en su brazo izquierdo sin mostrar demasiadas emociones. Solo la miraba con un apenas visible ceño fruncido.

  Por instinto le tomé el pulso, quería ver si estaba viva y solo había tenido un pequeño desmayo. Entonces me dí cuenta de la estupidez que había hecho.

— Que estupida ¿No Teddy?, obviamente esa bastarda no tiene pulso — Río.

  Antes de que pudiese reaccionar de alguna manera un par de manos se pasaron por ella cargándola tipo princesa.

— Necesita transfusiones de sangre — Murmuró Shin al levantarla.

— S-Shin — Tartamudee mientras le miraba desde abajo.

  Él permanecía tranquilo, como si ya estuviese familiarizado con la situación  o al menos eso denotaba su comportamiento cosa opuesta a la preocupación que veía en sus ojos con respecto a Saori-San.

  Gracias a su calma me permití tomarme las cosas un poco más a la ligera.

— Yo me ofrezco a donarle..  — Dije ganándome una mala mirada por parte de Kanato que presionó mas a Teddy contra su abdomen.

— Es una vampira, no necesita nada de tí — Aseguró Kanato ubicándose a mi lado.

— Necesitamos sangre cuando se trata del endzeit — Endzeit, me sonaba pero no recordaba de donde. Miré a Kanato, sus ojos estaban abiertos de par en par y había comenzado a abrazar a Teddy con ambos brazos en vez de estrujarlo, hasta parecía preocupado ¿Me estaré equivocando?.

  Lo siguiente éramos los cuatro en un castillo completamente distinto a la mansión Sakamaki o Mukami. Allí nos hicieron pruebas aunque no supe que habían hecho con nuestra sangre.

— ¿Es Tan difícil mantener dos simples pasos? — Dijo Reiji con molestia.

— Ah..? — Entré en razón.

  Estaba tan metida en mis pensamientos que había olvidado por completo la clase de modales en la que me encontraba.

— Disculpa estaba distraída —  Respondí con la cabeza gacha temiendo por la expresión en su rostro.

— Que falta de presencia — Sujetó mi mentón hacia el obligándome a centrar mi vista en él —. Mirame cuando te hablo — Ordenó a lo que asentí.

  Luego me soltó, retomando así mi movilidad.

— Es suficiente por hoy — Dijo.

Me dirigí hacia la puerta. Paré en el marco de esta para escuchar lo que él tenía que decir.