Aprietos

3.8K 307 104
                                    

-¿Crees que él realmente sea Mime Kid?

-No sé que pensar Tikki, todo puede ser. Nunca pensé que Adrien fuera Chat Noir y ve lo que pasó.

-De todos modos, no podemos preguntarle directamente, debemos hacer como si nada hubiera pasado.

-Tienes razón, deja ahora sí me voy a dar una ducha y cuando venga te traeré unas deliciosas galletas -dijo Marinette metiendo la caja dentro de la chaqueta y colocándola sobre la cama.

Marinette se bañó, fue por lo que le prometió a Tikki y entró a la habitación para encontrarse con su compañera durmiendo plácidamente sobre una almohada. Dio unos pasos suaves procurando no hacer ruido para cambiarse. Cuando termino se dirigió hacia su escritorio  para sacar unos libros y prepararse para hacer su tarea. Pasó un rato así hasta que termino y sacó unos libros para centrarse en estudiar los temas que aparecerían en los exámenes que se aproximaban.

-Hija, ¿Estás ocupada?

-No mamá, estoy adelantando unos temas de los exámenes, ¿Pasa algo?

-Es que ha venido alguien a verte, está esperando en la puerta.

-Gracias, ahorita bajo.

-¿Porque no me despertarse? -dijo Tikki reincorporándose y tallando sus ojos con sus pequeñas manos.

-Lo siento, te veías muy cansada así que preferí dejarte descansar, pero mira lo que te traje -contestó dándole las galletas.

-¡Gracias Marinette!

-No es nada, ahora tengo que bajar porque dice mi mamá que alguien vino. Tú quédate aquí mientras comes. ¡Que emoción, quizá es Felix!

La chica salió de su habitación y abrió la puerta de su casa para encontrarse con alguien de espaldas mirando al cielo.

-¿Hola?

-¡Hola Marinette!

-¿Dante? ¡Hola! ¿Cómo estás? ¿Que te trae por mi casa tan tarde?

-Eso suena como su fuera indeseado -contestó entre risas.

-No, no para nada. Es sólo que ya es algo tarde, está obscureciendo y ya hace frío. Anda pasa, que sino te enfermarás.

-Sabes, es que aún es temprano para mi -dijo entrando junto con la chica.

-Hola, ¿Cómo te llamas? -preguntó el papá de Marinette quien casualmente iba pasando por la sala.

-Mira papá, te presento a Dante, es un amigo.

-Mucho gusto señor -contestó Dante agitando la mano.

-Es un placer muchacho -dijo tomándolo de la mano y apretándola.

-El placer es mio -respondió sobando su mano, le dolió por el fuerte apretón.

-Hija, no me digas que él es tu otro novio.

-¡No es lo que tu piensas! es un amigo como ya te dije.

-¿Otro? 

-Es broma chicos, tómense las cosas con calma. Tengo que bajar a la panadería ya que deje a tu madre sola mientras subía por estas charolas.

-Claro papá.

-¡Que nervios me han dado! Pensé que tu papá me iba a golpear.

-No inventes, es una persona muy amable. Ven vamos a sentarnos en la sala -dijo la chica invitando a Dante.

-Tu casa es muy bonita Marinette.

-Vaya, muchas gracias. ¿Cómo has estado? Después del incidente de hace un rato ya tuve oportunidad de despedirme si quiera.

Una segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora