Perdón

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-¡Hija! ¿Que esperas para bajar?

-Lo siento mamá -contestó desde el interior de la habitación -Hoy me siento con mucho sueño y como es sábado aprovecharé para descansar.

-Me imagino que es por ese curso intensivo que estas haciendo para tus exámenes. Pero está bien, nosotros ya nos vamos a casa de la abuela. Dejamos la despensa lo suficientemente llena para cuando regresemos el lunes.

-Gracias mamá -salió de su habitación y la abrazó.

-¿Cariño que pasa, te sientes bien? -acarició su cabeza.

-Si, no es nada. Sólo quería despedirme, por favor tengan mucho cuidado y envíen saludos de mi parte a la abuela.

-Cuídate mucho, nos vemos Marinette.

-Adiós mamá -cerró la puerta de su habitación.

-Marinette...

-No Tikki, no quiero hablar de eso. Pensarlo sólo me deprime y me hace sentir ganas de llorar.

-Sabes que soy tu amiga y estoy aquí para escucharte siempre.

-Lo sé, siento tanto contestarte de ese modo -extendió sus manos para recibir al kwami -yo siento que enamorarme de Félix fue lo peor que pude haber hecho.

-¿Lo dices por lo de ayer?

-Sí, es bastante impulsivo. Tomó muy a la ligera el aceptar lo que Volpina le pidió, me duele aceptarlo pero él es una persona bastante solitaria y cree que puede resolver todo.

-Pero Marinette, él es así y de ese modo te enamoraste de él.

-No lo puedo negar...

-¿Quieres que bajemos a comer algo?

-¿Ya tienes hambre cierto? -sonrió -Vamos.


Nathaniel pisaba firmemente la entrada del museo, él estaba realmente emocionado por conocer las obras de arte más recientes. Eso sin dejar de lado la ultima parte que leyó del folleto donde se indicaba una exposición sorpresa de una escultura con movimiento. Estaba por entrar cuando sintió que algo lo tomó fuertemente del hombro y lo levanto, tenía tanto miedo que al abrir sus ojos vio como estaba por encima de los edificios tocando las nubes.

-¿¡Que está pasando!? -grito tratando de soltarse.

-¡Cállate! eres muy ruidoso.

-¿Quien eres? -volteó a ver el rostro de quien lo sostenía -¡Chat Noir! ¿Que rayos estás haciendo? ¡Bájame! ¡Bájame!

-Ya llegamos -lo soltó bruscamente en el techo de un edificio, provocando que se golpeara.

-¿Que quieres? -se sobó los codos.

-Tengo un asunto pendiente contigo, pelirrojo -le tendió la mano -Vamos, no me veas así, arriba. Debemos hablar de algo importante.

-Yo no tengo ningún asunto pendiente contigo -se levantó.

-¿No? Entonces dime que estuviste haciendo ayer por la noche.

-¿Eh? Estuve en mi habitación dibujando, como siempre. De hecho ayer comencé con un nuevo estilo en oleo que...

-¡No mientas! -lo interrumpió -dime la verdad. ¿Que sientes por Ladybug?

-Chat, ¿Estás ebrio, o quizá bajo el efecto de un fármaco psicotrópico?

-¡No! Sólo quiero saberla verdad.

-¿Verdad?

-Sí. Quiero saber que sientes por Ladybug.

Una segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora