Una segunda oportunidad

¿A mano?

-No creo que sea una buena idea quedarme.

-¿Te he lastimado?

-No es eso. Ahora mismo te encuentras confundida, quizá piensas que sientes algo por mi y no es así. Estas dolida por lo que te hizo Felix y estas buscando un consuelo que yo no te puedo ofrecer.

-No es eso, realmente me siento muy bien hablando contigo.

-Marinette -tomó su mejilla -lo siento pero yo no te puedo ver sólo como una amiga. Me duele mucho tener que verte triste.

-Eres una de las pocas personas en las que confió -colocó su mano sobre la de él -me doy cuenta que eres un buen chico Dante, siento no poder corresponder tus sentimientos.

-No, no es necesario que lo digas. Yo sólo quiero que tu estés bien -le regalo una sonrisa -lo mejor será que sigamos así. Tú no sientes nada por mi, y si es así ya el tiempo lo decidirá. No te apresures a nada.

-¿Por que eres tan bueno? -comenzó a llorar.

-Por que necesitas alguien así -la abrazó hasta que escuchó como tocaban la puerta de su casa.

-¿Quien podrá ser? -la chica se comenzó a limpiar las lagrimas mientras se separaba de Dante.

-No tengo idea, si quieres yo veo quien es.

-No te preocupes, yo me fijo -dijo abriendo la puerta.

-¿Hola? ¿Porque no contestas tu celular? he tenido que venir a tu casa para poder hablar contigo.

-Felix... buenas tardes.

-¿Por que me respondes tan seca? Marinette yo ya te explique lo que pasó, no puedo creer que sigas enojada. No seas egoísta y entiende que eso lo hice en parte por ti, no quería que resultaras afectada.

-No quiero hablar contigo, por favor vete -comenzó a cerrar la puerta.

-¡Espera! -sujeto fuertemente la puerta -Necesitamos arreglar las cosas.

-¡Que no! te dije que te fueras -seguían los dos empujando la puerta.

-Chica terca, escúchame -logró entrar por fin -Nosotros dos -se quedó callado al ver a Dante dentro.

-Hola Felix -le giño el ojo.

-¡¿Y tu que haces aquí?!

-Yo solo venía de paso a saludar a tu chica.

-¿Saludar? -volteó a ver a Marinette -¿Por que estabas llorando? mira esos ojos los tienes rojos -se acercó y la tomó de sus mejillas.

-Todavía preguntas porque -se soltó bruscamente.

-Ya te explique.

-¿Y por eso te dejaste llevar?

-Yo...

-Me das asco, no puedo creer que pensé en ti como algo más. 

-No tienes que ser tan cruel. 

-Bueno chicos -interrumpió Dante -yo ya me voy. Los dejo hablando a solas y espero que se arreglen.

-Eso es lo que menos quieres, hipócrita -le dijo Felix.

-Descuida, todo esta bien -le sonrió y se acercó susurrándole -ahora están a mano -sonrió maliciosamente.

-¡¿De que rayos hablas tu?!

-Bueno, Marinette nos vemos -se acercó y le dio un beso en la mejilla.

-Nos vemos Dante, muchas gracias por todo -dijo mientras Dante se marchaba.

-¿Cómo que estamos a mano? -Felix miró confundido a Marinette.