Una segunda oportunidad

Herido

Los tres chicos caminaron dirección a la biblioteca. Felix caminaba leyendo un libro mientras Marinette y Dante charlaban. Al llegar a la biblioteca visualizaron a Lila sentada sola en una mesa a lo cual Marinette se acercó a saludarla.

-¡Hola Lila! ¿Que estás haciendo? -Se acercó agitando la mano.

-Hola, estaba terminando de investigar mi parte del trabajo, pero ya por fin terminé. Me siento tan aliviada, por fin tendré toda la tarde libre -susurró acostándose sobre la pila de libros y estirando sus manos.

-Que bueno que ya terminaste, ahora solo debemos esperar que los demás terminen para unir todas las partes, ¡Hey chicos!, no se queden ahí de pie, vengan a saludar.

-Buenas tardes -Contestó a secas Felix sin despegar los ojos del libro.

-¿Siempre eres así de amargado? 

-No esperes que alguien que acabas de conocer te hable como si fueran amigos de toda la vida.

-¡Ya, ya! Felix, que carácter tienes, no seas tan amargado -Le dió un golpe en su hombro.  -Yo me llamo Dante, es un placer conocerte.

-Mucho gusto, me gusta como piensas y creo que tienes mucha razón. Él es un amargado, es un desperdicio ser tan atractivo y tener una actitud como esa -Dijo coquetamente para provocar una cara de incomodidad por parte de Marinette.

-Marinette vamos a sentarnos -Dante la tomo por los hombros incitándola a irse, él notó que el comentario que hizo la chica le dolió.

-¡No te molestes! Estoy jugando solamente. Tienes un novio bastante atractivo, no tiene nada de malo que te lo diga ¿O si?

-Él no es su novio.

-¿No? ¿Y entonces a que vino el beso que se dieron hace un rato en la escuela?

-¿Beso? -Soltó de inmediato a la chica para mirarla.

-Basta -Cerró el libro  -¿Te gusta mucho molestar a la gente no? Lo mejor será que te mantengas alejada de nosotros, Lila.

-Me tengo que ir, no me gusta que las personas se pongan violentas conmigo -Se puso de pie, tomo su mochila y se marchó.

-Vamos a sentarnos Marinette -La tomó de la mano y la llevó hasta una mesa vacía.  -¡Ey! muévete tú también -Miró a Dante.

-Sí. -Salió de sus pensamientos y se situó con ellos para estudiar.

Pasaron tres horas en las cuales nadie se dirigió la palabra para hablar de un tema que no fuera escolar. Ocasionalmente Marinette intentaba hacer algún comentario para armonizar el ambiente pero no funcionó. Dante era diferente, aquel chico risueño paso a ser uno muy serio, centrado en sus estudios. Así mismo Felix hacia comentarios groseros hacia este sin obtener respuesta, simplemente Dante se limitaba a mirarlo por unos instantes antes de volverse a sumergir en los estudios.

-¡Estoy exhausta! 

-Lo mejor será que nos vayamos, ya es algo tarde.

-Tienes razón Felix. ¿Tú que opinas Dante? ¿Quieres que ya nos vayamos?

-Si. -Tomó su mochila y empezó a guardar todo con gran velocidad.

-Bueno, entonces si quieres... 

-Me adelanto chicos. Nos vemos -Interrumpió a Marinette poniéndose de pie velozmente y marchándose sin mirarlos.

-¿Estará enojado?

-Lo más seguro es que sí. Que alivio -Perdió totalmente la postura recta que tenía en la silla y se relajó.

-¿Pero porque?