Naruto: Héroe Verdadero.

Capitulo 10.

Capitulo 10.

-¡Wow!—Exclamo de asombro Naruto, volando a gran altura en el lomo de su fiel zorro--¿Es una sola ciudad?—Cuestiono mirando con detalle las chozas que abundaban en la ciudad de Atenas.

-Una sola ciudad, un montón de problemas. Atenas, la ciudad central. Si triunfas aquí, triunfas en todos lados—Explico Jiraya señalando unos cuantos templos de dicha ciudad.

...

Las carrozas con comerciantes a bordo iban de aquí a allá repartiendo la mercancía, algunos habitantes avanzaban calmados, extrañamente ese día Atenas no estaba ardiendo en llamas, o sufriendo un revuelto como era de acostumbrarse.

-Mantente cerca chico, esta ciudad resulta peligrosa—Aconsejo el sátiro al cruzar la calle cuando la señal lo permitía, algunos otros aldeanos avanzaron junto a ellos, abriéndose apurados al ver a una alocada carroza pasar rozando a Jiraya que por impulso estuvo a punto de caer, más logro sostenerse de la pierna del rubio.

-¡Fíjate por donde vas, idiota!—Reclamo el conductor arreando a los caballos que tiraban de la alocada carroza.

-¡Yo caminaba aquí!—Grito el sátiro señalando el suelo, Naruto avergonzado por la actitud cabreada del pequeño le hizo soltarse de su agarre--¿Lo ves?, están chiflados—Señalo el camino retomando su caminata, el oji-azul entretenido no paraba de observar a su alrededor, solo hasta que un hombre se interpuso en su camino abriendo la capa que vestía para mostrar los artefactos ocultos, seguramente robados.

-¿Quieres comprar un solex?—Indago el tipo mostrando los objetos dorados que ocultaba bajo la prenda.

-¡No le interesa!—Le corto Jiraya haciendo a un lado al hombre, tomando la mano del rubio jalo de el para alejarlo de un posible estafador.

-¡Llega el fin del mundo!—Grito un histérico hombre en harapos. El desesperado vagabundo cogió el hocico de Kurama obligándolo a pegar ambas frente--¿¡Pueden sentirlo!?—Exclamo atemorizado abrazando al zorro que se vio forzado a aceptar.

-Sí, sí, gracias por el dato—Le interrumpió Jiraya haciendo ademanes—tu mira fijamente la acera—Tiro de la ropa del semi-dios mientras continuaba hablando—no mires a nadie a los ojos, esta gente está loca, eso es porque viven en una ciudad con mucha confusión, confía en mi chico, eres justo lo que necesitan.

...

Bajo la sombra de un templo, un "reunión" se llevaba a cabo, una de las mujeres fregaba sus prendas en una fuente.

-Esto es una tragedia—Dijo desconsolada descargando su furia en la prenda que tallaba—Perdimos todo en el incendio.

-Todo menos al pequeño bola de pelos—Agrego un hombre hecho un desastre con el rostro manchado en hollín, alzando a un gato chamuscado por las llamas del incendio.

-¿Los incendios fueron antes o después del terremoto?—Cuestiono un regordete hombre de barba frondosa observando a sus compañeros.

-F-fueron después del terremoto—Contesto una temblorosa mujer sosteniendo una jarra de agua desgastada, el agua en la jarra chispeaba debido a su temblor.

-No me hagan hablar del índice de criminalidad—Dijo el mayor de todos, un anciano que si apenas podía sostenerse.

-Eso mismo, esto va de mal en peor—Argumento de vuelta la mujer que lavaba sus prendas.

-Cuéntamelo a mí, parece como si cada vez que amaneciera llegara otro monstruo a sembrar caos.

Naruto y Jiraya que pasaban por aquel lugar de reunión lograron oír la mayoría de la conversación, el sátiro codeo a su aprendiz animándolo a hablar.