Capitulo 18

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-¡Cielos, señor, usted sí que es fuerte!—Los reconocía, eran los dos niños que había salvado de quedar sepultados bajo una enorme roca. Uno de ellos, de rizados cabellos se colgó a su brazo, provocando que perdiera el equilibrio de su debilitado cuerpo, volviendo a su verdadera apariencia.

Orochimaru rio, presionando las mejillas del azabache.

-Hay que darle crédito a nuestro doncel estrella...

-Basta—Retiro las pálidas manos de su rostro, dando un par de pasos hacia el rubio, quien rechazo su contacto—yo no quería...--Le vio darle la espalda y alejarse unos cuantos pasos, tembloroso.--...perdón...

-Adiós al héroe—Rieron los secuaces del Dios, viendo caer al muchacho de rodillas, aumentando la culpabilidad de Sasuke que se negó a seguir observando lo que había provocado.

-Me voy, hay un trono esperándome—Chasqueo los dedos, y una lúgubre carroza arreada de dos oscuros pegasos apareció—basta de preliminares, es hora del evento principal—hizo andar a los corceles con imponentes alas negras, alzándolo así para llevarlo a su destino.

Naruto emitió un sollozo, y Sasuke fue el único que logro escucharlo.

Los planetas, finalmente, habían vuelto a alinearse.

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El poder fue otorgado, energía oscura cayó del cielo, hasta abrir el mar, donde la prisión de los titanes estaba oculta, protegida por los poderosos rayos de Minato que les impedía escapar.

Orochimaru relamió sus labios, saboreando la sed de venganza de cada titán.--¡Hermanos!, ¡titanes!, ¡como sufren en su lúgubre prisión!, ¿¡quién los aprisiono ahí!?

-Mi...Na...To—La ronca voz de cada titán causo un escalofrió a los de menor tamaño, excepto al Dios, quien estaba satisfecho por la respuesta llena de odio.

-y ahora que los libero, ¿qué es lo primero que van a hacer?—Las llamas que libero de su cuerpo fue suficiente para destruir la prisión de rayos. Cinco poderosos puños salieron de esta.

-¡DESTRUIRLO!

-Bien dicho...

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La tierra temblo con cada paso que daba el titán de roca, aplastando monumentos, templos, con facilidad demoledora. El titán de hielo fijo sus profundos ojos en los corceles que huían atemorizados, y su gélido aliento les volvió esculturas de hielo. La lava de un tercer titán derretía todo a su paso, dejando rastros de destrucción por donde pasaba. El cuarto titán soplo los templos, adentrando en su cuerpo los destrozos, antes de ser expulsados por el mismo aire que componía su cuerpo.

-MI...NA...TO—El suelo se sacudía, su grito resonaba.

-Muchachos—Giraron sus cuerpos al escuchar la voz de quien les brindo su libertad, y un pase para cumplir su venganza—el olimpo esta por allá—señalo hacia atrás con el pulgar.

-MI...NA...TO—Giraron sobre sus talones, yendo hacia la dirección correcta esta vez.

-¡Oye, gordito, espera!

El robusto cíclope, y quinto titán, volvió su rostro, ubicando con el ojo en su frente al Dios del inframundo, elevado por los pegasos que alzaban su carruaje.

-tengo un trabajo especial para ti...

Naruto: Héroe Verdadero.Where stories live. Discover now