Prólogo

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Narrador Externo

Mundo Real

- Bien jóvenes, eso fue todo por la clase de hoy- anunció el profesor de estadística a sus alumnos luego de una extensa charla sobre el examen de la próxima semana- Nos veremos la semana que viene- todos los alumnos comenzaron a recoger sus cosas para salir del aula, mientras que una de las alumnas metía a trompicones sus cuadernos a su mochila.

Samantha Mitchell era una chica menuda de tez pálida, cabello castaño y ojos cafés que estudiaba literatura en la universidad de Seattle, cursaba el sexto semestre de la carrera y presentaba ligeros problemas para concentrarse en la clase de estadística, ya que la veía como la materia más aburrida y complicada de todo su pensum de estudio, pero eso se lo había buscado ella misma al decidir cursar dicha asignatura para más tarde. Ahora aquellos ejercicios con miles de números le costaban el doble de lo que le costaría leer la biblia. 

Siempre después de clases se iba a su trabajo habitual de mesera en un restaurante a tan solo un par de calles de la universidad para pagar el alquiler de su departamento donde vivía desde hacía ya tres años aproximadamente. Lo bueno era que no debían compartir piso con nadie ya que el dueño del lugar había accedido a un precio mucho más accesible para Sam, a cambio de que no hiciera fiestas alocadas al estilo de los jóvenes universitarios de hoy en día.

Sam se colocó su mochila y salió del aula totalmente vacía con dirección al campus. Había un atajo que siempre le gustaba tomar para llegar a la parada de los buses, donde usualmente tomaba uno para llegar a su acogedor departamento. El área era un jardín hermoso, que en un día lluvioso como ese dejaba ver lo hermoso de los árboles y el césped que adornaban el camino frente a ella. Era perfecto para pensar, o al menos eso se decía ella diariamente al pasar por allí totalmente solitaria.

No era una persona muy sociable, no tenía mucho tiempo para eso pues le dedicaba todo su tiempo al estudio y al trabajo luego de que su padre falleciera hace un año y de que gracias a eso por poco pierde la carrera. 

Hacía meses que finalmente se había estabilizado pero su vida no era la misma desde que su padre había muerto. Los días parecían ser más grises y los momentos de felicidad eran realmente escasos debido a la fuerte rutina en la que estaba sumergida y de la que se sentía prisionera. Intentaba salir de ella de vez en cuando, o al menos cuando contaba con tiempo. Aveces leía libros, algunos de misterio, otros de fantasía pero sin duda sus favoritos eran los de romance. En ocasiones soñaba con un caballero como Fitzwilliam Darcy, que correspondía sus sentimientos y bajo una tarde lluviosa le confesaba sus sentimientos tal y como Jane Austen lo planteaba en su libro Orgullo y Prejuicio. O también solía soñar con personajes literarios un poco más actuales, pero su libro favorito era La Divina Comedia.

Por alguna razón estaba obsesionada con aquel viaje tan fuera de este mundo que Dante recorría tan solo para llegar a Beatriz y sobre todo conocer lo que había mucho más allá de la muerte.

Le parecía fascinante a su parecer, aunque lamentablemente solo contaba con una copia bajada de internet y muy escasas veces lograba leer un canto. Aquello realmente lograba frustrarla en ocasiones.

- ¡Hey! ¡Sam! Te estaba buscando- escucho la voz de América, su mejor y única amiga desde que había puesto un pie en Seattle. Era un historia graciosa de contar ya que se habían conocido en la cafetería de la universidad en la primera semana de clases. Ambas se habían fijado accidentalmente en el mismo chico y habían terminado peleando entre ellas por quien iría a hablarle primero. El sujeto al final había salido huyendo y ambas terminaron riendo en los pasillos de la universidad, se habían vuelto especialmente unidad desde entonces aunque en el último año su amistad había comenzado a decaer un poco.

1| Predictions (Elijah Mikaelson)Where stories live. Discover now