1| Predictions (Elijah Mikaelson)

4- Girl in New Orleans

Submundo

Narra Samantha

Esto no podía ser, debía ser el oráculo de nada más y nada menos que la familia original, joder. Bueno Sam ve el lado positivo.... Al menos pasarás tiempo de calidad con el hermano sexy, sólo espero no esté encadenado a alguien.

- ¿Qué se supone que tienen ellos?- pregunté a mis ancestros.

- Uno de ellos tendrá un bebé- y dicho esto imágenes empiezan a correr por mi cabeza, una chica de cabello café y ojos verdes- Su nombre es Hayley Marshal y es la madre de la criatura.

- Pero es...imposible...- de repente pensé en el híbrido, joder su parte licántropo.- Ya se que pasó, no es necesario explicar- dije poniendo mis manos en frente de mi queriendo detener las explicaciones- ¿Cuál es mi trabajo?

- Proteger a la criatura que viene en camino, estará en peligro y las brujas serán las responsables.

Es más que obvio que un bebé híbrido era peligroso, pero ¿por qué las brujas querrían atentar contra la vida de aquella criatura? Debía averiguarlo, sentí un gran mareo que hizo que cayera de rodillas, miré al cielo hasta que mi vista se nubló y en su lugar pude ver a Hayley corriendo por lo que parecía ser el pantano, un grupo de hombres la perseguían. Escuché un grito que puse identificar como el de Rebekah y Hayley se detuvo asustada.

- ¡Corre!- intenté gritarle pero no me escuchó, llegué hasta ella para empujarla pero en lugar de eso la atravesé como si fuera un fantasma, en ese momento entendí que era una visión.

Los pasos de los hombres se escuchaban más cerca y la chica pareció recuperar el valor y salió corriendo, sólo unos kilómetros antes de que una flecha atravesara su hombro y ella se desmallara, los hombres la tomaron de los brazos y la llevaron a una cabaña, yo los seguía silenciosa, no podía opinar o intervenir ya que esto era el futuro, aún no sucedía y debía prestar toda mi atención para idear un plan de rescate. Amarraron a Hayley a una mesa en donde un grupo de brujas estaba reunido, se colocaron al rededor de la licántropo y comenzaron a recitar un hechizo para al final atravesar el vientre de la castaña al igual que al ser que habitaba dentro, mi corazón se detuvo, presenciar esto era peor que cualquier otra cosa. Las brujas absorbieron el poder del bebé y la vitalidad de su madre haciendo que sus poderes aumenten, la ira se apoderó de mi y lancé un grito al aire con la respiración agitada, cerré los ojos y estaba nuevamente en el submundo.

- Eso sucederá si no haces algo para detener a las brujas.

- Tienen mi palabra de que protegeré a esa criatura hasta que mi corazón deje de latir- dije segura de mi.

- Sophie Deveraux tiene un lazo atado a Hayley, puedes usarlo pero por un corto tiempo o se dará cuenta, eso te hará más fácil la tarea.

Asentí y me dirigí a la mansión, no entendía algunas cosas como por qué las brujas asesinarían a un bebé pero esas dudas se aclararían al ligarme a los Mikaelson. Recordé lo que mis ancestros dijeron sobre el lazo entre Sophie y la licántropo embarazada, eso me llenó de ira, ahora la vida de un bebé dependía de una bruja la cual tuvo una hermana suicida, diez puntos para las Deveraux por su instinto suicida, si la oportunidad se me presentaba le haría el gran favor de asesinarla y juzgarla.

Una de mis labores como oráculo era ser el juzgado de las brujas, era como una especie de corte en donde yo decidía la condena y castigo a las brujas que atentaban contra los humanos, la gran mayoría eran enviadas al infierno a sufrir de castigo y dolor eternos. Cortesía de su servidora, y las Deveraux estaban en mi lista negra. Había juzgado a Jane-Anne cuando murió y debo decir que se merecía el castigo, ahora cumple una condena de un siglo de dolor en el infierno debido al hechizo que causó en Hayley hace un corto tiempo. Ella se lo había buscado, yo sólo juzgaba. Una vez en el baño por el que había entrado me subí al muro del lavamanos y con cuidado atravesé nuevamente el espejo hasta llegar al mundo real. Me aseguré de que nadie me halla visto y luego salí del baño rumbo hacia la pista de baile donde Klaus se hallaba de pie. Busqué a Cami con la mirada pero nada, ella había desaparecido. Intenté encontrar a Marcel para ver si se encontraban juntos pero tampoco tuve éxito. Un escalofrío me recorrió al pensar que Marcel bebía la sangre de Cam en lo más profundo de un callejón. Me dirigí hasta Klaus y toqué su hombro, él se volteó enseguida.