15- Games and Tricks

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Narrador Externo

Se había desmayado del dolor, eso era seguro, sumándole que aún se encontraba débil debido a que su cuerpo no había terminado de purificar por completo la magia negra que aún corría por su sistema. Elijah la había tomado en brazos esa noche y la había metido en el auto junto con su hermano, encontrándose con la novedad de que Hayley había desaparecido. 

Fantástico, ya no hay amuleto que te salve esta vez Elijah, se reprochó mentalmente ante la falta de la licántropo y del collar que portaba. 

Y había tenido razón, horas después ella había despertado agitada y con la frente perlada en sudor. Portaba la misma ropa que el día anterior, unos jeans y una blusa color púrpura, lo único que había cambiado era que sus pies estaban descalzos. Alzó la blusa para visualizar la misma marca negra en su abdomen al igual que sentía como el dolor la invadía. Una ligera punzada en la cabeza, dolor en sus huesos, la sensación de estar atravesada por una daga y los ligeros mareos eran solo síntomas de que algo peor estaba por pasarle si no se apresuraba a sacar la daga del pecho de Niklaus. Miró a su alrededor en busca del amuleto, eso le había ayudado mucho la primera vez que aquellos síntomas se habían presentado en ella, pero desechó la idea en cuanto recordó que le había cedido su amuleto en cuanto salieron de la mansión.

Bufó llena de resignación, y haciendo una nota mental de que debía crear un segundo amuleto para Hayley intentó salir de la cama, pero se sentía extremadamente débil. Al parecer Elijah había tenido razón en eso de no usar su magia, de otra manera no estuviera despierta sino en el submundo. Había ahorrado energía, y al parecer era mucha ya que los síntomas no eran tan fuertes como la vez anterior.

Puso los pies en el suelo y con gran dificultad intentó ponerse en pie con una sola meta. Ir a la cocina a comer algo pues moría de hambre. Eso y torturar a Elijah estaba en su lista, pero sus planes se vieron frustrados al sentir como sus piernas perdían la poca fuerza que les quedaba, temblaban y luego su cuerpo se daba de bruces contra el suelo.

- Auch- se quejó en un murmullo con la mejilla pegada al suelo. Repentinamente la puerta se abrió, dejando ver a un muy preocupado Elijah.

- ¡Sam!- exclamó al verla en el suelo. Rápidamente se acercó a ella para ayudarla a incorporarse en el suelo- ¿Estás bien?- preguntó con extrema preocupación y con la culpa carcomiendo su ser. La castaña le dirigió una mirada llena de resentimiento, alzó su mano hacia él, sus anillos brillaron y él fue arrojado con fuerza hacia la pared de la habitación. 

- ¡¿Te parece que estoy bien?!- gritó ella, aunque iracunda estaba llena de ironía. Lentamente fue cerrando su mano en un puño, mientras al mismo tiempo varios huesos del cuerpo del original crujían, se rompían en su interior mientras él intentaba no gritar de dolor- ¡Enterraste esa daga en el pecho de Niklaus sabiendo lo que pasaría!- espetó ella furiosa.

- Era necesario Sam, lo sabes- se excusó él con dificultad.

- ¡Había otras formas Elijah!- increpó ella, ahora sobre sus rodillas mientras observaba como el trajeado se retorcía en el suelo de dolor.

- Lo lamento- dijo en un susurro asfixiado- Lo lamento Sam- sus ojos cafés reflejaban cuan arrepentido se sentía, además de expresar lo adolorido que se sentía, una de sus costillas estaba perforando un pulmón y le costaba cada vez más respirar. Cuando de pronto ella dejó de ejercer su magia sobre él y soltó un quejido a la vez que cerraba los ojos con fuerza. Un mareo la invadía, y debido a lo débil que estaba tuvo que apoyarse en sus manos para no darse de bruces contra el suelo.

Su respiración aumentó de ritmo al igual que los latidos de su corazón, el sudor en su cuerpo incrementaba al igual que el dolor que segundo a segundo iba en aumento por todo su cuerpo. Samantha soltó un grito e hizo una mueca de dolor al sentir como su abdomen comenzaba a arder, sentía algo moverse dentro de ella y destrozar todo a su paso. Dos de sus costillas se rompieron haciendo que nuevamente un par de alaridos llenaran la habitación seguido de un par de lágrimas debido al dolor creciente en ella, mientras que Elijah segundo a segundo se curaba por si solo, sin apartar la vista de ella. Se sentía la peor persona de todo el universo, al mantener la daga en su hermano la lastimaba a ella con gravedad. Cada quejido, grito, lágrima que salía de sus ojos producto del dolor hacía que su corazón se encogiera cada vez más y que una sensación de asfixia lo recorrieran entero, pero sabía qué era aquel sentimiento.

1| Predictions (Elijah Mikaelson)Where stories live. Discover now