Black Wings [Supernatural]

41. Sin cordura, no hay esperanza

41. Sin cordura, no hay esperanza

Los presentes en la biblioteca quedaron callados unos segundos. Ningún plan era lo suficientemente bueno como para ser aceptado, de una manera u otra habrían muertes y ninguno de los Winchester estaban conformes con soportar otra muerte a sus nombres. Suspiraron cansados y se quedaron en silencio.

La espada de Michael podía ser el arma indicada, pero todavía no se decidían quién haría la acción de clavársela a Moah. Debían estar demasiado cerca de él sin levantar sospecha, la sorpresa debía estar de su lado. Eligor mencionó a Lily, ella podía ocultarla en alguna manga de su ropa y así clavársela cuando Moah estuviera haciendo el sacrificio. Pero Dean negó, Lily no estaba capacitada para eso. Entraría en pánico, tendría miedo y no podría. No quería a su hermana muerta.

Sam sintió una culpa en su estómago, todavía no le había dicho sobre el veneno a su hermano. Odiaba mantener las cosas para sí, pero aquél no era el momento para mencionar tal secreto. Pero sabía que si le hubiera dicho antes, el plan de darle la espada a Lily podría funcionar, puesto que el veneno la mantendría viva sin importar lo que Moah hiciera. Pero igualmente, no era el momento adecuado para mencionar ese secreto. Miró a sus manos y luego a Eligor.

—¿Y si algunos de nosotros portamos la espada? —preguntó el castaño.

Dean miró a su hermano, era una buena propuesta pero aún así no era un plan, simplemente estaban acordando quién hacía el golpe final.

—Puede ser, pero necesitaremos más que una espada para engañar a Moah —respondió el Seguidor.

—¿Hablas de una distracción? —cuestionó Castiel, una idea ya formándose en su cabeza. Eligor asintió—. ¿Belzebú puede ayudar?

—Creo que si hablo con él, podré hacerle entrar en razón... Pero no confiemos todo nuestro plan en él —declaró con seriedad—. Necesitamos una distracción que Moah no se espere, porque conociendo a mi hermano, él habrá ya visto los miles de escenarios que esta pelea puede tomar... Y terminará matándolos.

Otra vez, silencio. Dean y Sam sabían que necesitaban todo aquello que el Seguidor mencionó. Pero no sabían cómo hacerlo, Dean observó a sus aliados. Castiel daría lo que fuera para parar a Moah, para detener la amenaza que había sobre Lily; Sam y él harían lo mismo... Pero no podían confiar plenamente en el resto de los presentes. Amy parecía que en cualquier momento se desmayaría. Dean no sabía si era por miedo, angustia o algo sobrenatural. Pero definitivamente la castaña no podría ayudar. Y Eligor, por muy dispuesto que pareciera, no tendría las agallas de matar a su propio hermano. Dean lo sabía, conocía la mirada que Eligor les daba al hablar de Moah. Era la misma que cuando a él le decían de matar a Sammy, Eligor no les ayudaría en esa área.

Suspiró pasando una mano por su rostro. Detener a Moah parecía una tarea demasiado complicada para solo ellos.

De repente un ruido sobresaltó a todos. Castiel fue el primero en levantarse y correr a la habitación donde el estruendo había tomado lugar. Le siguieron los Winchester.

Llegaron a la habitación de Lily, todos preocupados se miraron. Castiel abrió la puerta con delicadeza. Ésta dio un chirrido al abrirse pero eso no fue lo que les puso los pelos de punta a los tres.

La habitación de la rubia estaba destrozada. Vidrios rotos en el piso, el escritorio junto con las cosas que tenía encima hecho añicos en una sección de la habitación. Incluso la cama estaba desordenada. Sam y Dean intercambiaron miradas de preocupación, mientras el ángel no podía procesar lo que sus ojos veían.

Había sangre en una parte de la habitación, ninguno de los tres podían identificar si esa sangre provenía de Lily o de su atacante. Y estaban seguros de que alguien la atacó y se la llevó, lo que no entendían era cómo una criatura logró llevársela sin que ellos se dieran cuenta.