Capítulo 32

3.5K 280 375
                                    

Daryl Dixon;

Podía notar con claridad la manera en la que este "Jesús" nos miraba y de verdad me estaba enojando. Sonreía como si nos conociéramos desde hace años y se comportaba de una manera relajada, como si no existiera ningún tipo de peligro.

— ¿Qué carajos quieres, y qué haces aquí? — Preguntó Rick con un tono de voz altanero.

— Oh, estaba.. Buscando dónde pasar la noche — pensó y sonrió con picardía — supuse que la de ustedes tendría una temperatura bastante caliente y me apeteció entrar para quitarme este frío que llevo encima. Está helado aquí fuera — Se abrazó a sí mismo y hizo un gesto de malestar a causa de el frío.

Eso significaba que nos estuvo espiando todo el tiempo.

Rick frunció el ceño y llenó de aire sus pulmones para aguantar las ganas de golpear al extraño sujeto, quien se notaba muy fresco y cómodo hablando con nosotros; cosa que obviamente era extraña tratándose en el apocalipsis, donde todos han perdido lo poco de humanidad que siquiera les quedaba.

No soportaba el hecho de que nos estuvo espiando cuando intentábamos tener un cálido momento a solas... No lo soportaría por mucho más. Y lo peor de todo; es que nos había cortado el rollo.

— Yo me ocupo de este hijo de perra— Le susurré a Rick.

Suspiré profundamente y di los pasos suficientes para quedar a solo centímetros del sujeto de cabellos largos y rubios; dejando a Rick atrás. Un pañuelo le cubría la boca y lo único que quedaba a la vista eran sus ojos azules, los cuales veía fijamente con completo desprecio. Sin más, subí el arma y presioné el cañón de ésta contra su sien para así poder extorsionarlo.

— ¿Por qué nos espiabas? — murmuré entre dientes.

Estábamos a tan solo centímetros. Nuestras narices casi se rozaban, pero era mi especialidad para intimidar gente. A decir verdad, me sentía extraño. Tenía tiempo sin usar mis técnicas y la única persona con quién me acerco de esa manera es Rick. Para completar, el tal Jesús, no mostraba ni mínima señal de estar intimidado, cosa que alcanzaba a hervirme la sangre exponencialmente.

Detrás de mí, solo escuchaba los suspiros pesados de Rick. Obviamente estaba enojado, y más que por la visita de Jesús, estaba enojado por mi cercanía física con este sujeto. Pero no protestaba, ya que sabía lo que solía hacer antes, cosa que también llegué a realizar en la granja de Hershel.

No era mi intención — se encogió de hombros, y bajó el pañuelo que llevaba en la boca, a su cuello — Pero a decir verdad... Me encantó tu manera de besar — rió levemente y me brindó una mirada provocativa.

— ¡Ahora sí! — Gruñó Rick e intentó abalanzarse sobre Jesús para sacarle unos cuantos dientes, pero con suerte pude detenerlo antes de que lo matara o algo parecido.

Presioné mi brazo contra su pecho, haciéndole retroceder y miré un momentito hacia atrás — Déjamelo a mí, cariño — Murmuré, y el sheriff, sin contradictorias, tragó duro y se quedó atrás. Realmente me encantaba que confiara en mí.

— ¿Qué me harás? — Jesús preguntó, haciendo un puchero.

Voy a sacarte la mierda a disparos si no me respondes lo que quiero saber — Lo amenacé, presionando el arma contra su sien, utilizando más fuerza que antes.

Bien, soy un libro abierto. Hablaré con la verdad y nada más que la verdad — Sonrió, juguetón. Como si no le importara aquel arma apoyada en su cabeza.

Te necesito | RickylWhere stories live. Discover now