Lo que nadie dice

Capitulo 1

Se logro escuchar el sonido del timbre desde el otro lado de la la calle.-Perfecto-pensé con ironía, y apresure mi paso. Si les soy sincera no creo que este sea un buen día, y lo predigo ya que se podría pensar si hoy era lunes, principio del mes, y por si fuera poco primer día de clases.

Las vacaciones habían llegado a su fin, y tampoco les diré que las voy a extrañar, ya que no he echo nada interesante; una de las consecuencias de vivir en una ciudad pequeña, son los pocos lugares donde divertirse. No había ningún lugar al cual no aya ido aún. Lo cual lo hacia sumamente aburrido.

Divise a mis dos mejores amigas a lo lejos, estaban esperándome. Ya era una costumbre esperarnos para entrar a clases. Pero casi siempre ellas eran las que me esperaban. Cuando vieron que me aproximaba, se levantaron de las escaleras de el instituto.

-¿Cami, por que tardaste tanto?, se supone que como iniciamos clases, como mínimo se espera de un primer día llegar temprano. -y he aquí una muy enojada Alice. Se supone que cuando tocan la primera campana solo tienes ocho minutos para llegar a tu clase.

-Lo siento.-me disculpe.

-Si, ¿como pasaste las vacaciones Sam?, bien, gracias por preguntar. -se respondió ella misma. Solté una carcajada, y abrace a Samantha

-Hola Sam, ¿como pasaste tus vacaciones?-repetí.

-Oh, me encantaron-fingió sorpresa por la pregunta -,fue muy divertido.- Samantha había esperado mucho tiempo por sus presidas vacaciones. A finales de año solo nos hablaba de lo mismo.

Caminamos por los pasillos en busca de nuestros casilleros. Los estudiantes caminaban por el pasillo empujándose para tratar de pasar, era inevitable pasar por aquí sin que te den un codazo cuando vas caminando. Cuando por fin veo un casillero con un montón de postales me dirijo hacia el y mis amigas me siguen ya que el de ellas está al lado del mío.

-¿Oyeron los rumores?-pregunto Alice en un susurro, como si fuera un secreto. Cerra el casillero y comentábamos a caminar, Samantha negó con la cabeza mientras yo fruncía el ceño mientras negaba. Me fijé en mi reloj, faltaban tres minutos para entrar a clases así que nos apresuramos.

Cuando entramos a nuestra aula y nos sentamos juntas, como siempre.

-"Supuestamente" vienen cinco...-Alice se calló cuando la puerta se abrió y el profesor entró-cinco hermanos, tres mujeres y dos hombres -dijo Alice bajo, casi en un susurro para que el profesor no se diera cuenta, mientras él explicaba.

-Son extranjeros-nos explicó Samantha moviendo las cejas picara moviendo sus pestañas exageradamente.

-¿Y como lo sabes? -dejé la palabra en el aire ya que Samantha me mostraba su celular, en la pantalla apareció un e-mail donde dice nombre y edades de los nuevos.

-¿De donde lo sacas esa información? -pregunta Alice impresionada. Como podrán notar a Samantha le encantaba la tecnología, a comparación de mi. Era pésima en ello, se podría decir que no nos llevábamos bien. Quizá con mucho esfuerzo podía escribir en una computadora.

-Clasificado-responde ella viendo para todos lados como un espía, a lo que yo ruedo los ojos y Alice se ríe. Ella y su tecnología.

-¿Que es tan gracioso?-pregunta el profesor enojado. Alice no fue muy disimulada con su risa.

-Nada.-respondimos al mismo tiempo y reímos por eso, pero al profesor no le dio tanta gracia.

-Algo que quiera compartir, Camila-dijo el profesor.
Maldije por lo bajo y miré mal a mis amigas que se estaban esforzando por no reírse, miré al profesor de matemáticas con la sonrisa más falsa que he hecho y niego con la cabeza.