Capitulo 18

8 1 0
                                    

Ma estaba nerviosa.

Decidí hacer una de mis cosas favoritas para prevenir un colapso mental, tomar una ducha. Sonará tonto, pero eso me relajaba muchísimo. A mi madre se le podía notar el desasosiego con solo una mirada, y yo, estaba tratando de poner mi mejor cara ante estas circunstancias, aunque nada demasiado grabe había pasado todavía, se podría evitar algún problema por adelantado si salía bien la reunión de hoy. Pero de algún modo aunque lo evitamos, Daniel notó que algo ocurría, en la noche anterior, cuando ya me encontraba dormida (lo cual me costó demasiado) tocaron la puerta de mi cuarto, yo aún medio dormida, pensé que era algún ladrón, pero no, ya cuando estuve un poco más consiente, me levanté, y abrí la puerta (no sin antes encender la luz de la mesita de noche), mi hermano se encontraba ahí; de pie, medio adormilado, y viendo su estado, y mi estado de somnolencia, lo dejé pasar.

¿Qué sucede?

—No puedo dormir. —su declaración no me sorprendió, lo sabía solo con su aspecto. ¿Qué no lo dejaba dormir?

—Bueno, ¿quieres dormir aquí, conmigo? —dije mientras me frotaba los ojos, para enfocar mejor.

Este asintió, y por primera vez desde hace muchos días, pude recordar y apreciar lo pequeño que era, no de manera física sino de como un simple niño, indefenso. Él tenía un carácter fuerte, pero seguía siendo uno. Y a veces lo olvidaba.

Por un momento sentí que no estaba haciendo mi "trabajo" de hermana mayor, se le veía vulnerable, y sin darme cuenta, un valor llego a mi pecho, uno de sobreprotección.

Nos metimos en mi cama, y mi hermano se acurrucó.

—Duerme —le pedí, con un dejo de somnolencia en la voz. Me di la vuelta dándole la espalda.

Pasaron unos minutos cuando volví a escuchar su voz

—Camila...

—¿Sí?

—Yo... yo sé que algo no está bien, siento que algo me están ocultando, han estado actuado raro estos días, y ma se ve... preocupada ¿Algo sucede con mamá? —su voz salió casi en un susurro, sonó sincera. Me volví para quedar de frente, mi hermano miraba a las pequeñas estrellas que había colocado en el techo hace muchos años atrás. Mi hermano giro su cabeza para mirarme.

Lo miré a los ojos, tenía que mentirle. No era el momento para contarle. Una buena mentirosa, eso debía ser.

—No, no —traté de tranquilizarlo —, solo ha estado estresada con el trabajo, sabes como es. —Lo abracé para que no notara mi mentira, ya que yo era a veces algo torpe para ocultarlas.

Este se acurrucó más. No pasó mucho tiempo y ya mi hermano se encontraba dormido.

Era impresionante lo mucho que (aunque no lo demostraba) quería a mi hermano, y noté que, daría todo por defender y protegerlo.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Dec 05, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Lo que nadie diceWhere stories live. Discover now