Capitulo 3

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Matemáticas, una de mis clases favoritas. Me senté en el primer lugar desocupado que vi y las personas comenzaron a llenar el salón de manera rápida mientras el profesor esperaba pacientemente para comenzar.

Saludé a algunos de mis compañeros y finalmente las últimas personas llegaron, entre ellos un chico qué no conocía.

Las chicas de mi lado lanzaron unos murmuros que no voy a mencionar.

El chico de ojos verdes con una mescla de azul, dio una mirada panorámica a la clase, y noté que solo había dos espacios disponibles. Uno en forma diagonal de donde yo estaba (atrás de mi compañera del lado derecho) y otro, al lado de un grupo de chicas. Sin darle muchas vueltas al asunto, se sentó en el más cerca de mi asiento.

Lo mire de reojo y me pareció un poco... irritado, diría yo.

Me pilló mirándolo y gire bruscamente mi vista, sonrojándome. Lo conocía. Lo había visto en alguna parte... pero ¿dónde? Bueno, de algo estaba segura, lo conocía y que no me quedaría con la duda de es porque y de donde lo conozco.

El profesor comenzó a preguntar las ecuaciones y cuando era mi turno respondía rápidamente. Mi mete se paralizo un momento cuando el profesor me pregunto una muy larga, tras unos segundos, la comencé a resolver y finalmente la dije en voz alta.

— ¿Pero no da cero? ―dijo una voz haciendo que volteara, y mi mirada se dirigió hacia el chico nuevo.

Volví mi mirada. Frunciendo el ceño revise la ecuación y note que tenía razón.

―Tienes razón, daría cero― sonreí forzadamente y trate de ocultar la vergüenza que sentía en ese momento.

Tras unos minutos llego el turno del nuevo.

―Daría 2X― dijo tras unos segundos.

Yo mire detenidamente la ecuación en el libro y note algo extraño

―Está mal. ―susurré, pero se lo logró escuchar.

― ¿Qué? ―preguntó levantado la cabeza.

―Es incorrecta ―me miro divertido ―, debería dar 3-2X. ―me sonrió, no te metas conmigo en una de mis clases favoritas. Se había desatado una pequeña guerra de matemáticas. Sonreía pero se notó en sus ojos la ira reflejaba, lo más seguro es que nunca lo retaban.

Lo noté mirarme, o talvez era a mi compañera de al lado, pero me sentía incomoda. Pedí permiso al profesor para ir al baño y salí. Cuando cerré la puerta de la clase el ruido fue oprimido, quedando todo en silencio. Los pasillos se encontraban vacíos. Solo cuando pasé por una clase se escuchaba la voz de los profesores.

Cuando por fin divisé el cartel que decía "Baños", apresure mi paso. Sin embargo, me detuve la escuchar unos susurros provenientes del otro pasillo. Me debatí entre ir o seguir mi rumbo, pero la curiosidad ganó. Cuando me acerque agudicé mi oído escuché más claras las palabras, noté que era una voz femenina. Me acerqué más, logrando identificar la voz de una persona casi al instante, Samantha.

Una voz masculina se escuchó después.

El pasillo era en forma era en forma de L así que yo me encontraba a solo un paso de ver con quien se encontraba ella.

Lo dudé, pero finalmente asomé la cabeza.

Mis ojos se abrieron sorprendidos. Rápidamente me escondí. Mi mente me bombardeo con preguntas y lastimosamente no logré responder ninguna.

¿Ese era el mismo chico de antes? ¿Por qué estaba aquí? ¿Ella estaba en problemas?

Bueno de algo estaba segura: ellos se conocían, y yo no lo sabía. Por lo que le tendría que preguntar a Sam del asunto.

Lo que nadie diceWhere stories live. Discover now