Capitulo 7

29 1 0
                                    

―¡¿Como que empates?! ―gritó Caled, su voz tenía un efecto negativo en mí, era muy irritante y ya me estaba comenzando a estresar. Estaba a punto de perder la paciencia.

―¡Tú mejor cállate, tu hiciste trampa! ―le grito con enojo.

―Eso no es justo. ―la voz irritada de Alice y Alex discutiendo era una de las mucha voces quejándose que se escuchaban por todo el gimnasio.

Yo ya había tratado de hablar con el profesor Colt, pero siempre terminaba en un rotundo no. Era totalmente injusto, pero era imposible hacerlo cambiar de opinión.

Todo paso muy rápido, en cuestión de segundos todos estaban discutiendo. Discusión tras discusión.

Resultó ser que el cretino de Caled no le gustaba perder, bueno, o al menos admitirlo.

Yo sabía que yo había ganado, pero él no lo quería aceptar y el profesor tampoco ayudaba mucho.

Les contaré, mientras subía la maya, Caled ya me estaba comenzando a alcanzar (Que era de esperarse).

Sus musculosos brazos eran más fuertes se los míos evidentemente, se notaba que hacia ejercicios, tenía un cuerpo bien formado, y eso le dio mucha más ventaja que a mí. Yo en cambio era rápida pero no tanto como él me superaba en fuerza, y para subir esta maya se necesitaba fuerza en los brazos, y piernas, cosa que yo casi no tenía pero era ágil lo que era un punto a mi favor. Y aunque las posibilidades de ganar bajaron y aun teniéndolo muy presente, eso no me detuvo.

Él y yo estábamos escalando casi a la misma distancia, y cuando menos me lo espere ya me faltaba poco para llegar. Me sentía como si hubiera ganado la competencia, aún sin a ver llegado.

Lo malo es que no sólo yo estaba cerca de la meta sino que él también lo estaba. Me concentré en ganar, escalé a toda velocidad, pero de un momento a otro, él se detuvo, lo mire de reojo y vi que se le había enredado el pie con la maya. Me alegre por un momento ya que eso me daría más tiempo y lograría aganar pero mi sonrisa se esfumó cuando él me miro con una sonrisa maliciosa.

»Camila, muévete« grité internamente en bucle. Pero reaccioné demasiado tarde, el estiró su brazo y me agarro del tobillo. Me miró por un momento »oh no, él no lo haría« cerré los ojos un momento, sabía lo que planeaba hacer. No duro ni un segundo más sentí un jalón, me solté de la maya por el susto. Él muy imbécil me había jalado.

Por suerte me sostuve a tiempo antes de caer, ¡por poco y no me sostengo! si me llegara a caer por su culpa me las pagaría, le daría una paliza (aunque, lo imbécil no se le quita con golpes).

Mientras tratan de estabilizarse él aprovechó para adelantarme ¡Era un tramposo de mierda!

Claro, yo no dejaría esto así como así y lo alcance rápidamente haciendo lo mismo que él había hecho. Lo jalé. ¿Si quería hacer trampa porque yo no? Venganza al estilo Alice.

El pareció sorprendido cuando lo jalé, pero lastimosamente no se resbaló, sólo se sostuvo fuerte de la maya, y si, lo voy a admitir, uniera querido que se cayera por lo que me hizo.

Bueno, en resumen después de pelearnos como perro y gatos logré terminar de escalar pero no sola, él también había llegado al mismo tiempo que yo. Y no era justo porque técnicamente yo había llegado primero ya que si no fuera porque el hizo trampa jalándome, yo probablemente hubiera ganado.

Desde el principio en el que él puso un pie en este colegio todo iba en contra mía. Y me enojaba mucho que los profesores siempre le dieran la razón, de hecho lo detesto, él había hecho trampa y ahora estaba peleando con el profesor de que no era justo.» Justa su abuela«, él era un mentiroso, al parecer él no tenía planeado decir la verdad acerca de quien llegó primero o acerca de lo que hizo.

Lo que nadie diceWhere stories live. Discover now