8. De frente

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De frente

Al final, Remus le contó todas y cada una de las palabras que salieron del profesor a Sirius, quien actuó de la forma más rara que jamás hubo visto. Primero se cabreó con el profesor para después decirle a Remus que debería haber entrado con ella aunque fuera a la fuerza, pero claro, entendió que no le habían dejado y entonces lo felicitó por haberse enterado de todo y habérselo contado. Ahí fue cuando le dijo a Avril que ni se le ocurriera acercarse a Popov, mucho menos estando sola y que dijera adiós a la loca idea de ser su ayudante. Pero Remus le dijo que ella se había negado a todo y que se había mantenido firme y Sirius la besó como un loco, diciéndole: esa es mi chica.

No hubo pelea para nada, pero Sirius le había jurado un odio incondicional a Grigoriy Popov y si él lo odiaba los otros tres también.

El sábado no vio a Sirius ni al resto de Merodeadores en todo el día, ni para las comidas cosa que le pareció rara y aprovechó para contarle a Dumbledore lo que le ocurrió con el profesor. Este le dijo que había hecho bien en no aceptar y que procurara mantenerse lejos de él.

Así que el domingo ocurrió lo peor que podía ocurrirle a una mujer. A Avril le vino la menstruación acompañada con un fuerte dolor de vientre, así que como toda niña buena le lloriqueó su buena suerte a su mejor amiga hasta hartarla.

- Lily, me voy a morir – gruñó tumbada en su cama -. ¿Por qué no pude nacer hombre?

- Ya voy, ya voy – dijo mientras terminaba de vestirse -. Iré al Gran Comedor por tu desayuno y después la enfermería. Sólo, cállate.

- Si ves a Sirius dile que venga a verme – pidió haciéndose la niña pequeña -. Ayer no salió de su cuarto y no pude verlo.

- Que te crees tú eso.

Lily salió del cuarto dejando la puerta encajada y bajó a todo correr las escaleras. Nada más llegar a la Sala Común quiso darse la vuelta al encontrarse sola ante los Merodeadores.

- ¡Lillian! – gritó James y ella lo fulminó con la mirada -. ¿Puedo acompañarte?

- No – contestó seca.

- ¡Oh vamos Lillianna! ¿Cuándo admitirás que estamos hechos el uno para el otro?

- Déjalo Potter, ese día llegará cuando las acromántulas se extingan.

- Pero Lilya...

- ¿Y Avril? – preguntó Sirius interrumpiendo a su amigo.

- Se la ha comido un duende – respondió evasiva, tratando de esquivarlos para poder hacer lo que tenía planeado -. Aparta de en medio Black.

Remus rió suavemente ante la frustración de la pelirroja y se apartó de en medio llevándose a Peter con él. Estaba claro que aquello iba a tardar y él tenía mucha hambre por no haber comido casi nada el día anterior.

- ¿Por qué no ha bajado contigo? – inquirió nuevamente y dejó que una de sus galantes sonrisas salieran a la luz para ver si la convencía.

- Eres un verdadero incordio a veces. ¡Está arriba! ¿vale? Pero no puedes subir – advirtió.

- La esperaré – dijo encogiéndose de hombros.

- No va a bajar – respondió negando con la cabeza y dudó de si informarlo o no de lo que ocurría -. Tiene... bueno, le duele un poco la barriga.

- ¿¡Está enferma!? – preguntó alarmado en exceso -. Pero bueno Evans, ¿cuándo pensabas contármelo?

Lily lo detuvo tomándolo del brazo antes de que se fuera y rápidamente se colocó frente a él impidiéndole el paso.

Recuerdos Pasados (Actualizaciones lentas)Where stories live. Discover now