11. El sueño más hermoso. Parte I

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El sueño más hermoso. Parte I

Pasó varios días en los que no se hablaba con Sirius. Sabía que él intentaba disculparse una y otra vez con ella, pero simplemente lo rehuía cada vez que se le acercaba. Escapar de él era su nueva meta, no queriendo verlo, ni oírlo u olerlo. No quería caer en el perdón tan fácilmente.

Caminar por los pasillos era toda una aventura. Cuando se cruzaba con él, su primera intención era la de bajar la mirada y seguir su camino, pero no podía negarse el dejar de hablar con los otros.

A veces, James la tomaba de los hombros y la obligaba a mantenerse a su lado y por ende, al lado de Sirius. La sutileza no era lo suyo. Menos cuando directamente recurría al: ¿os importa si os dejamos solos un momento? Remus, Peter y yo tenemos que hacer algo.

Hacer algo. ¡Ja!

- Avril.

- Lo siento Sirius. Tengo prisa.

Intentó irse, pero la sujetó de la muñeca.

- Por favor, habla conmigo.

- No me apetece – dijo tratando de soltarse de su agarre.

- En ese caso escúchame.

- Tampoco me apetece.

- Avril...

- ¡Sirius, basta! – gritó haciendo que los cuadros se sobresaltasen por el susto -. Ahora mismo solo... déjame en paz.

- No puedo. Ya no me hablas, no me miras... Sé que me equivoqué... Mírame – suplicó.

Desvió la mirada a una de las paredes, pero en esta había varios cuadros que estaban completamente pendientes de la escena que tenían ante ellos, así que se decantó mejor por el suelo.

Sirius le alzó suavemente la barbilla para que lo mirara. Sus ojos grises eran una tormenta huracanada. Avril se mordió el labio inferior, sabiendo que cedería si seguía de ese modo. De un empujón lo apartó de ella.

Y se largaba hasta que volvieran a encontrarse de nuevo, intercambiando miradas, ocultando el dolor de verse el uno al otro.

...

..

.

El Gran Comedor había sido nuevamente habituado para que pudieran impartirse las Clases de Aparición. Todo era un continuo aparecer y desaparecer de personas, acompañado por algunos gritos quejumbrosos y adoloridos cuando ocurría algún desmembramiento. Junto a Avril, Lily se aparecía y desaparecía dentro y fuera de su aro.

No era la primera clase que daban, y la pelirroja le había pillado el truco convirtiéndose en una de las mejores del curso, aunque no la única.

- Vamos Avril, deberías practicar un poco – le dijo al verla ensimismada en otra cosa. La tomó del brazo acercándola a ella tomando un tono confidencial -. Si no lo haces, van a empezar a sospechar.

Suspiró derrotada sabiendo que tenía razón. Igualmente no le vendría mal algo de práctica después de varios años que había pasado sin hacerlo.

- Está bien.

Se concentró en su círculo y sintiendo el familiar y casi olvidado tirón, apareció dentro de él. Escuchó un sonido de aparición muy cerca de ella y antes de girarse, una mano se posó sobre su hombro.

- Tú la llevas – le dijo Remus antes de aparecerse en otro lugar del Gran Comedor.

Lo miró a lo lejos con la boca abierta. ¿En serio iban a jugar a aquello? Buscó con la mirada al resto de Merodeadores, cada uno en una punta, mirándola expectantes a su próximo movimiento.

Recuerdos Pasados (Actualizaciones lentas)Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα