12. El sueño más hermoso. Parte II

11.4K 681 244
                                    

AVISO: Este capítulo contiene escenas subidas de tono.

El sueño más hermoso. Parte II

Juraba y perjuraba echar de menos las clases de pociones de Snape. Sí, por raro e inimaginable que sonara. Porque al menos él no la colocaba con Sirius Black a realizar una poción de amortentia. O a lo mejor sí que lo hacía solo por joder. ¡Por amor a Morgana, ¿no hay otra poción?! ¿Y con Sirius? Ojalá la hubiera puesto con Snape.

Después del espectáculo que dio por su sueño, las cosas no habían ido del todo mejor. Era cierto que Sirius se había disculpado y le había dicho que la amaba. Pero ese no era el problema. Ella también lo amaba. Sin embargo se hacía difícil perdonarlo hablarle de nuevo.

A su lado, Sirius vigilaba la poción haciendo equilibrio con las patas traseras de la silla y las manos dentro de los bolsillos. Había evitado a toda costa hablar con él o tener que mirarlo a la cara por temor a que estornudara en ese preciso instante y pensara que hasta los tipos malos como él también pueden ser tiernos.

Sacudió la cabeza con energía al ver hacia donde giraban sus pensamientos. De reojo, supo que Sirius la estaba mirando, tratando saber qué le había pasado para que hiciera un gesto tan raro, pero hizo su mayor esfuerzo en ignorarlo. Siguió machacando con una cuchara el polvo de roca lunar, que se había hecho pegotes por la humedad.

- ¡Excelente como siempre, Snape! – gritó a pleno pulmón para toda la clase el profesor -. La poción está perfecta, sin duda. Solo le falta...

- Los huevos de Ashwinder, señor.

- Bien, bien. Con eso definitivamente estará lista.

Debido a sus gritos y continuas alabazas, toda la clase se centró en Snape y su ganchuda nariz siendo felicitado por Slughorn. Una mueca de desagrado se posó en la cara de Sirius, quien inmediatamente miró a James como si este lo hubiese llamado. Luego, ambos se sonrieron el uno al otro.

Una vez Slughorn se alejó un par de pasos, Sirius lanzó un hechizo confundus a Snape, quien terminó regando toda su poción por el suelo generando una enorme y pastelosa mancha como de chicle de mascar.

La clase empezó a reír inmediatamente sin que los intentos de Slughorn por apaciguarlos tuvieran éxito. Avril lanzó una mirada enfurecida a Sirius.

- ¿Por qué has hecho eso?

- Se lo tenía merecido.

- No es cierto – rebatió con el ceño fruncido.

Sirius la miró con cierta pena y remordimiento, pero no por lo que acababa de hacer.

- Bueno, prometo no volverlo a hacer si...

- Olvídalo – se apresuró a cortar, desviando la mirada hacia otro lado -. Ya eres bastante grande como para ser consecuente de tus propios actos.

Recolectó todo el polvo machacado y midió la cantidad que venía en las instrucciones del libro. Iba a meterlo en la poción, cuando la mano de Sirius la sujetó de la muñeca.

- Aún es pronto – advirtió.

Sabiendo de su nula habilidad con pociones, solo hizo caso y dejó el polvo en medio de ambos, para que él pudiera añadirlo en el momento justo.

- Bueno, bueno. Mala suerte, ¿verdad Snape? – Slughorn se sujetó la barriga al tiempo que reía, sin sentir el ataque contra Snape como un ataque, sino como un desafortunado accidente -. ¡Pero mirad esto! ¡Evans querida! ¡Sin duda esto es una maravilla!

Recuerdos Pasados (Actualizaciones lentas)Where stories live. Discover now