Capítulo 12

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"Mamá, ya pasó una semana de mi estancia en Sabertooth. ¿Seria traicionar a Fairy Tail si digo que me divierto y la vida es maravillosa?
Siento que lo estaría. Fairy Tail para mi siempre fue lo más importante...

En fin, dejemos los temas tristes. Ayer volví de una misión con Yukino. Es muy amigable, pero ese Sama que le pone a todos en el gremio, yo incluida, a veces desespera. Me recuerda a Juvia... Ella y Grey todavía no vinieron al gremio por cierto, pero confío en que lo harán.

Ahora que no voy como una nube tormentosa noto mas cosas a mi alrededor. Y efectivamente el MiRo existe. Es casi imperceptible, como pequeños detalles, pero si te fijas, ves hasta arcohiris a su alrededor. Y Roug sonrie mucho. Es muy tierno, (espero que Minerva nunca llegue a leer eso, porque aunque no es celosa, por lo menos no lo demuestra, sé que me arrancaria los ojos por decir tierno a su chico).

¿Que hay de mi? Difícil pregunta. Aunque me hize amiga de Sting muchas veces le ayudó con el papeleo. Me volví algo así como una secretaria. Con el gentelmen de Rufus, mi cerebro y la cara de Sting, conseguimos librar al gremio de una multa por el consejo. Es muy majo, Sting digo, pero muy pesado a veces cuando se vuelve un crío de diez años. Me pregunto que fue de su infancia...

-¡Lucy, baja a desayunar o te quedas sin tostadas!

...me voy a desayunar, que estos dos dragones comen como unos reales y si no espabilo me quedo sin comida. Te escribiré pronto, lo prometo.
Con amor, Lucy"

Doblé la hoja y la metí en un sobre con cuidado y a la vez con prisas. Ya que sobre la comida hablaba enserio.

Por ejemplo hace unos días, antes de que vaya de misión otra vez, ellos no dejaron nada de comida y tuve que ir hambrienta al gremio.

Empujé la silla para que quede debajo de la mesa y corrí fuera del cuarto oliendo comida maravillosa.

No sé por qué, pero me da por repetir la palabra maravilloso montón de veces.

-¡Buenos días!-exclamé al entrar en la cocina.

El grupo de cuatro me respondió a coro.

-El consejo va a venir a hacer una revisión al gremio-gruñó malhumorado Sting con media tostada en la boca-No entiendo por qué la tomaron con nosotros.

Solté una risita y puse en mi plato un par de tostadas [N.A: no se cómo llamarlas para que no sea raro, pero son tostadas francesas normales]. Dios, en lo único bueno que era Roug era cocina. De seguro toma clases con Minerva.

-Y encima que ayer tuvimos un botellón -suspira- La vida de un Máster es una mierda.

-Sting no mientas a ti mismo-maulló Lector comiendo pescado.

-¿Que planes tenéis para hoy?-preguntó Roug ignorando totalmente al rubio y su ataque depresivo.

-No se como vosotros, pero nosotros con Frosh queríamos ir al zoo que acabaron de abrir. Dicen que hay animales exóticos -volvió a hablar el pelirrojo.

-Minerva, Yukino, Jo, Ji y yo pensábamos ir a las termas en las montañas-ronroneé de placer al imaginar el agua caliente al aire libre. Oh Dios, como lo necesitaba. Un merecido descanso después de una laarga semana-Y después a una fiesta que dan los propietarios de las termas. Creo que celebraban algo de 150 años-subí los hombros y corté las tostadas para comerlas más cómoda.

-¿Que?-chilló Sting horrorizado, con comida cayéndose de la boca. A esto, nunca iba a acostumbrarme-¡Pense que me ayudarías con el idiota del Consejo!

Sonreí con lastima-Lo siento, pero lo decidimos ayer en la tarde. ¿Por que no finges estar enfermo y que se encarge Rufus?

-Porque Rufus ya se dió de enfermo-dijo Roug intentando contener una sonrisa.

Apreté los labios para no reír y me concentré en mi plato.

De repente en la cocina apareció Minerva hecha un desastre-¡Sting, tenemos un jodido problema!

-¿¡Ahora que!?-gritó el mencionado para nada sorprendido con la aparición de la pelinegra. De hecho parecía irritado.

Esa magia molaba. Necesitaba aprenderla.

-¡El del Consejo ya vino!

Me atragante y casi hecho todo de nuevo en el plato. Queria gritar un bien gordo "¡Mierda!", pero la educación siempre ante todo.

-Yukino la está distrayendo distrayendo enseñándole el edificio, pero va a ser una falta debaue nobte presentes, pero ya-siguió Minerva y cogió un trozo de tostada del plato de Roug como analizando. ¡Lo sabía! ¡Minerva es su sempai en la cocina!

Eso para despues-Tu como lo ves, ¿muy estricto?-pregunté apurando la comida. Algo que decía que esto iba a ser difícil.

-No sé, es pequeña, peliazul. Parece agradable pero siempre apunta algo en una libreta -la pelinegra subió sus hombros con desinterés -Le pusiste mucho aceite Roug.

Frunci el ceño, ¿peliazul, pequeña, agradable? ¿Acaso es posible?

Corrí de nuevo arriva para cambiarme a velocidad de la luz con los gritos desesperados de Sting llenando la casa y pidiéndome de los nervios. ¡Hasta me puse del revés el short!

Metí mis pies en las botas y saltando fuera del cuarto sobre un pie mientras subía la cremallera.

Según todas las descripciones, ese alguien del Consejo tenía toda probabilidad de ser Levi. ¿Pero que haria ella en el Consejo?

Ni siquiera me dió tiempo a pasar las manos por el pelo para arreglarlo un poco cuando Minerva la maldita ya nos transportó al despacho de Sting.

Fui a abrir las cortinas para dejar entrar la luz y aire fresco.

-Rapido, tenéis que fingir que estáis trabajando en unos papeles importantes -Nos indicó Roug.

-¿Pero que papeles?-espeta el rubio mirando desesperadamente todas las carpetas.

Busqué en mi cerebro a velocidad de la luz. Según lo que me contó Rufus ayer, ellos acabaron con las finanzas, así que solo quedaban los formularios. Pero eso no era demasiado importante...

-¡Las falsas amenazas que llegaron ayer!-exclamé.

Sting y yo empezamos a buscar como locos por todos los estantes los papeles.

Ayer en la mañana llegaron unas amenazas que decían que el gremio no podía existir y que si no lo disuelven rápido iba a ser borrado del mapa junto a todos los integrantes. Pero después de investigar nos enteramos aue solo era una broma de un grupo de adolescentes.

La puerta se abrió de repente asustandonos.
¡Donde dejé los malditos papeles! Juro que los dejé en algun estante.

-Yukino eres muy amable,  pero ahora necesito hablar con elaestro...

Me congelé al oír la voz conocida.

-¡¿Levy?!

-¿Lu-chan?

Algún Dia...[1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora