Capítulo 25

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Era un poco extraño tener a un dragón en forma humana delante tuyo. Y que ese "dragón" te observé detenidamente. Y que habla consigo mismo.

Decidí romper el hielo:

-¿Como te sientes con todos los cambios? Digo, de un Dragón a un humano...

-Morir duele, renacer duele. El Bigotudo dijo que fue porque morí en vida y me tuvieron que renacer de los restos, Ay yo que sé.

Tuve ganas de darme una bofetada. Hubiera sido más inteligente hacer el contrato con Grandeen, o Metallikana si nos ponemos. Pero noo, fui con Igneel.

Debí haber supuesto que la manzana no cae lejos del manzano.

-Encima me dice que es mi rey-prosigue el espíritu celestial-Y eso cuando yo soy emperador de fuego.-se golpeó el pecho

Parecía que quería demostrar grandeza majestuosidad, y supongo que valdría en forma de Dragón pero ahora mismo parecía un simple rebelde.

A esta forma no le daría mas de treinta años. Y sin embargo sus formas, por llamarlo de alguna manera, eran espectaculares. Sus ojos verdes, transmitían sabiduría y bondad (aunque también había algo de ¿picardía?). Aunque para mi era un desconocido total sabía que podía confiar en él totalmente. Ni siquiera sus cicatrices tapaban su aura casi divino.

[Lo siento, no puedo evirarlo:
Igneel:osea, si soy divino, o sea]

La costurera celestial le hizo un traje bastante normal y sospechosamente parecido al traje habitual de Natsu, un chaleco, en este caso rojo, pantalones anchos negros y botas.

-¿Y bien? ¿Para que me has llamado señora?

Apreté muy fuerte los puños.

Sabia que eso lo hizo a propósito para cabrearme. ¿El sentido? No creo que haya, conociendo al Dragneel.

-Traje celestial de Acuario-murmuré -arma celestial de Géminis.

Las dos espadas aparecieron brillantes en mis manos. Ambas cuchillas muy filosas y peligrosas, y a la vez bellas.

-Uy, eso no sabias antes -exclamó Igneel tomando una pose ofensiva -me gusta tu idea. Quiero probar mi cuerpo.

Rodé los ojos-No destrozes el bosque.

-¿Por que iba a destrozarlo? -su cara inocente casi me hizo creer que no mataría ni a mosca. Pero vamos, estamos hablando del padre de Natsu.

-Quedas avisado-espeté antes de atacar.

[...]

-¿Quieres rendirte ya?

-Sigue soñando-jadeé-voy a vencer a un dragón, ¡al emperador! -solté una risita y agité el hacha de Taurus rodeado de agua. Géminis a mi lado estaba en traje Capricornio con las cuchillas de Cáncer.
Era genial ser guardia celestial.

-Oh, venga ya. Puedo sentir tu agotamiento como tu espíritu -Igneel suspiró cansado.

Me limpié el sudor de la frente e intenté ignorar los gritos de Sting, Minerva y los exceeds. No tengo ni idea desde cuando estaban, pero cuando me di cuenta ellos nos estaban viendo con palomitas y todo.

-¡Tu puedes Lucy! -gritó Sting agitando las manos. Por primera vez en días vi una pequeña sonrisa de parte suyo.

-Hey Igneel, ¿cómo crees? -hize una cara pensativa-¿Podrás aguantar un hechizo potente?

Pensé en Urania Metria ¿sería el mismo siendo maga que guardiana? Y si el hechizo no lo tumba podría haber una pequeña trampa parando el tiempo y noquearlo.

Algún Dia...[1]Where stories live. Discover now