Capítulo 19

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—No se nada sobre las marcas que puede tener un Dragonsleyer. Pero sabiendo que los dragones dentro suyo desaparecieron, y nada contiene su magia, puede que va a convertirse en dragón.

—¿¡Eh!?—chillé horrorizada.

—¡No grites niña que estoy ocupada aqui!

Cerré mi boca obedientemente. No podía enfadarla ya que estaba trabajando con Fiona.

De hecho no tuvimos que decirle nada sobre sus ojos porque la pelirosa la agarró y se la llevó dentro de la casa.

—Lo que estoy diciendo son sólo suposiciones —volvió a hablar con voz tranquila mientras ponia unos parches sobre los ojos sin color de Fiona—Ahora acuestate y mejor duerme un rato. Esto ayudará a eliminar los restos del hechizo, voy a preparar las gotas que ayudarán a tus ojos a volver al estado original.

—Vaya...¡gracias!—susurró la pelinegra acostándose en la camilla.

—Tu y yo vamos a salir a por hierbas—Polushka me señaló y si no la conociera de antes estaría temblando de terror por su sería mirada.

La seguí hasta la salida de su casa y esperé a que se ponga su capa ropa y coga dos cestas, una me la dió a mi.

—No hay que preocuparse por los ojos de la chiquilla. —dijo después de un largo rato de andar por el bosque—Pero las marcas del joven dragón no me dejan tranquila. ¿Preguntaste a los otros si les pasaba lo mismo?

Asentí—A varios, su compañero que igualmente tiene la lágrima del Dragón y fue entrenado por él, no tenia problemas. Gajeel tampoco. De otros no sé nada.

—Hm—murmuró pensativa—Entonces en maestro de Sabertooth no es igual a ninguno de ellos. ¿Te contó algo de su familia? Aparte del Dragón de luz.

—Madre maga celestial y padre otro Dragonsleyer.

Caminamos en silencio otro buen rato. A veces parábamos a recoger alguna que otra hoja. Otras veces sólo cambiábamos disfrutando el silencio.

Fue un alivio que Polushka siguiera en el mismo lugar.
Pero su silencio no ayudaba. Si ella no sabía nada de eso. No sabia de nadie más que pueda saber.

—No puedo hacer un antídoto de algo que no conozca—habló al fin—Pero si su madre fue maga celestial la ayuda podrías ser tú. Pero el hecho de que su padre sea Dragonsleyer...

Ambas suspiramos rendidas. El caso no tenía ni pies ni cabeza tanto para mí como para ella.

—Intenta usar tu magia como un medio curativo. Hay probabilidad que va a ayudar si sus genes maternos reconocen la magia.

—¡Pero yo no sé ni cómo hacerlo!—exclame.

—Calla y escucha niña—espetó callándome —La magia curativa no es gritar alguna palabra, va desde el alma. Por eso magos oscuros no pueden poseerla. Teniendo en cuenta queberes maga celestial no tardarás en dominarla.

Resoplé en mi interior. Claro, asi sin mas y voy a curar con mi magia.

—Ademas creo que dijiste que él te enseñaba control sobre la luz. Otro pro en que podrás ayudarle. Oh mira, esa hierba necesitamos también —miré donde señalaba y al verlo estaba a punto de maldecirlo todo. Ya decia yo que empezaba a oler mal. Era un pantano—Yo ya soy vieja para ir por los pantanos ¿podrias traermelos? Creo recordar algo sobre Dragonsleyers.

¿Por que lo veía como una prueba? Parecía que so voz me estaba retando a rendirse y marcharme.

Ja, soy mago de Fairy Tail.

Dejé la cesta en el suelo y me quité mi capa sequida de las botas. El top y los short se podrían cambiar si me caia.

—Si consigo la hierba—hablé estirando mis manos—¿Me contará eso que recordó?

Miré a sus ojos rojos e intenté hacerle ver que no bromeaba.

—Consigue la hierba.

Suspiré y saqué mi látigo sin activarlo todavía. Sería pan comido con los árboles cada dos por tres.
Agité mi mano enviando la punta del látigo a enrollarse en una de las ramas grandes que estaba cerca de una pequeña isla de tierra. No podía arriesgarme a que ésta se rompa y me caiga.

Salté volando sólo unos centímetros por encima del agua verde y aterrizé limpiamente sobre la tierra.
Todavía no tenía la maldita hierba pero ya queria hecharselo en la cara de la vieja.

Imité el proceso otras dos veces más con éxito hasta aterrizar al lado del arbusto con ojas enormes. Intenté arrancar una oja con las manos pero descubrí dos cosas.

—¡Maldicion!—chillé soltando la oja rápidamente, ya que las espinas se enterraron en mis dedos y agujerearon mis guantes.

Una que tenía espinas.
Y otra que sería imposible romperla y cogerla fácil.

Con un suspiro y dolorosa mueca me los quité. No quería estropearlos aún más.

Mi agaché cerca para ver algún modo de cogerla sin herirme pero tenía montón de espinas.

Volví a ponerme de pie—¡Ven Tauro!—exclamé agitando la mano invocando al toro pervertido.

—¡Muuuu!—como siempre hizo su entrada con un gran grito.

—Taurus ¿me podrías prestar tu hacha?—señalé el arma en su espalda.

—Claro Lucy, pero no podrasanejarla con ese tamaño muu.

Sonreí. Me sentia una genia—Tengo una idea—agarré el mango del hacha con todas mis fuerzas ¡pesaba un montón! Y me concentré en disminuirla así como lo hacía con las llaves hasta un tamaño normal para un humano—Perfecto—volví a acercarme al arbusto y de un golpe corté limpiamente varias ojas.

—Lucy, no sólo mi traje te sienta bien sino el arma Muu.

—Muchas gracias Tauro, vuelve—murmuré con el ojo temblandome. Su perversidad me sacaba de quisio y me alegré cuando desapareció en el brillo sin rechistar.
Pero el problema fue que el hacha no desapareció.

"—Muu, Lucy puede usarla sin mi presencia—" oi su voz en mi cabeza.

Entonces aquella vez que la llave de Loki se convirtió en espada no fue coincidencia. Aunque ahora el cambio pasó desapercibido para mi.

Disminuí aún más el hacha hasta que parecía un cuchillo de carne y me agaché para cortar las espinas y llevarlas sin problema alguno a una malhumorada bruja malvada. Esperaba que su información fuera válida.

—¡Listo!—exclamé feliz al ver que las espinas ya no me pinchaban cuando sujetaba las hojas. Hize desaparecer como a un espíritu el hacha y en su lugar volví a tener la llave.

Me preguntaba si todas las llaves podian convertirse en armas. Otro secreto más de mi magia que descubrí.

Agarré junto a mi látigo las ojas y volví a saltar como Tarzan de rama en rama hasta parar al lado de Polushka.

—Aqui tiene—le tendí las ojas pero ella simplemente sse paró ahí observándome —¿Que?

—Con estas hojas harás el te para tu amigo. Es menta de dragones. Suele adormecerlos y así tranquilizarlos. Si Sting se está convirtiendo en dragón el té con esta hierba lo parará algún tiempo en el cual tendremos que buscar una respuesta a lo que realmente le esta pasando.

Miré las ojas como una estupida. ¿Menta de dragones? Me están jodiendo.
Un diablillo se pasó sobre mi hombro. Entonces si se lo daba a Natsu, iba a tranquilizarlo...Miji.

Mandé a Virgo a por más mientras yo con Polushka seguíamos nuestro camino.

Algún Dia...[1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora