Algún Dia...[1]

Capítulo 16

-Ser maestro es desesperante -gritó Sting tirando la planta por ahí y estirándose en su butaca.

Casi me da algo cuando la tinta cayó sobre un papel. Menos mal que era un borrador.

-Afronta tus decisiones-murmuró Rufus concentrado en lo que estaba escribiendo.

Y sip, aquí estábamos los tres haciendo el papeleo que debería hacerlo solo Sting. Me preguntaba si todo eso lo haría Makarov.

Hmp, no creo. Con el tiempo que pasaba bebiendo en la barra o pasaba del papeleo o lo hacia de noche.

-Ya queda poco, lo acabamos y somos libres-animé al rubio y le pasé su vaso con limonada sin acabar.

-Y todo es porque vosotros quisisteis adelantar los informes-resopló como niño cruzandosede brazos. Sólo faltaba que inchara los mofletes y golpeara el suelo con el pie.

Sonreí ante la imagen en mi cabeza. Sting seguramente fue muy mono de pequeño.

-Envede de hablar acaba ese informe-señalo el papel con unos jeroglíficos inentendobles-Todaviae queda corregirlo y pasarlo a limpio.

-¡Asi está bien!-exclamó dando una patada al suelo.

Arqueé una ceja-Deja de comportarte como un niño y hazlo. Eres Maestro del gremio.

-¡Quiero ir de misión y patear monstruos!-se puso de pie de golpe casi hechado la mesa abajo.

Respiré hondo para no imitarlo y empezar a gritar como loca.

-Sting -dije con tono "mejor lo cumplas o no respondo ante mis acciones".

-Sii-cayó muy desanimado con desgana volviendo a coger la pluma.

Con una sonrisa triunfal, ¿quien no lo estaría al dominar un Dragón?, y volví hacia el informe que estaba pasando a limpio con letra cuidadosa. Todo lo contrario de los arañazos de Sting. Incluso en eso se parecía a Natsu.

Resoplé en mi cabeza al toparme con otra palabra ilegible. ¿Tan difícil era escribir bien?

Toc toc

Los tres miramos la puerta donde apareció Ji con su sonrisa dulce-Lucy, alguien te busca.

-¿Eh?

-Si, es una parejita-su sonrisa se agrandó-Pero me dijeron que no nombrara sus nombres.

-¿Podreis acabar sin mi aquí?

-Todo esta bien-afirmó Rufis mientras ambos ignorábamos las quejas de Sting.

Dejé mi pluma junto a las otras y me puse de pie para salir del amplio despacho y seguir a Ji hacia la planta principal.

Todo estaba normal. Los magos hablaban dñsentados en grupos en las mesas, algubos iban de misión, otros volvía. Orga volvía a hacer de las suyas intentando impresionar a unas chicas cantando subido de la mesa mientras algunos intentaban bajarlo de ahí.

Pero unas dos figuras si destacaban fuera del lugar.

Exactamente un nudista y su sombra.

-Grey, tu ropa-me reí al acercar y éste escupió la bebida mirándose a si mismo e intentando cubrirse.

-Ju, ¿viste mi ropa?-se giró hacia la peliazul que tenía la ropa del Fulbaster pulcramente doblada.

Eso si es sincronización. Sin ser adivina ya los veía casados en un futuro no tan lejano.

-Hola Lucy, lo siento por tardar tanto-comentó el chico tras ponerse los pantalones-¿Como has estado?

A la vez que yo pregunté:
-¿Como fue su misión?